Cap.87

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YoonGi permaneció viendo desde su lugar como JiMin era llevado a la camilla, su suegra le ordenó luego que se sentara en el banco que estaba dentro de la bañera todavía, ésta limpió su cabello más siendo un masaje que relajó su cabeza, al punto de quitar el dolor de cabeza por haber llorado y la tensión en su cuello por tanto estrés emocional. La mujer preguntó porque tenía tanto rasguño en la espalda y él sólo rió, diciéndole que no se preocupara y que eso era lo de menos; también salió del baño esperando a que terminara él mismo de bañarse y cambiarse.

Para cuando YoonGi salió del baño ya listo con la cámara en mano y sin grabar; JiMin estaba recostado en la camilla con la bata doblada hasta el pecho y una manta azul sobre cadera; no dejando ver su intimidad, estaba apoyado en su costado con una de sus piernas siendo sostenidas por la enfermera que le ayudó a llegar allí y la doctora en su típico traje con guantes y mascarilla, la mano izquierda separando las nalgas y la derecha tanteado la entrada que estaba súper rojiza, mientras que otra enfermera apuntaba con una linterna hacia el orificio, dándole una mejor visión a la doctora.

JiMin se sentía fresco, cómodo y un poco adolorido, hasta sentía cómo un vacío en su vientre, o en su pecho; no sabía cómo explicarlo pero tal vez ya extrañaba su vientre pesado, pues ahora tenía una barriguita grande, como la de sus seis meses, pero blandita y no tan pesada. El baño que le dio su mamá le había caído perfecto, su mente ahora estaba clara, su cuerpo limpio, sus pechos inchados y los pezones dejando salir gotitas pequeñas de la leche materna de color casi transparente que manchaba su bata; pero poco le importaba.

Sintió a YoonGi posicionarse de modo que sus caras quedaran de frente, agachado, agarrando su mano y sonriendo en consuelo, mientras su madre colocó su mano en su espalda, no moviéndola para no interrumpir a la doctora Lee en su trabajo.

- D-duele, duele.- Lloriqueó, la doctora había presionado levemente en contra de su entrada, hiriendo el sensible músculo; quiso apartar la mano de la doctora, pero ésta fue más rápida y la retiró; levantándose de su posición y bajando la mascarilla con su el dorso de su mano.

- Estás muy lastimado.- Fue lo primero que dijo.- El área está completamente hinchada, rojiza y puede ser que se torne más oscura, tal vez a un morado o a un verde si tú piel es muy sensible.- Quitó los guantes de sus manos.- Cuando presioné lo noté muy alterado.- Miró el techo soltando un suspiro, pensando en que hacer.- Si te duele mucho te podemos administrar anestesia.

- No, no, no.- Negó también con su pequeña mano.- Quiero estar despierto, quiero ver a mis bebés.- Miró suplicante a la doctora y hasta a YoonGi, con ojitos de borrego.

- Podemos administrarte la local.- Pausó la siguiente oración que el menor quería dejar salir para quejarse.- No sentirás de las caderas para abajo pero no dolerá tu entrada.

- ¿No da sueño?.

- No, solo relaja los músculos para que no sientas el dolor y la incomodidad.- Le hizo una seña a la enfermera para que buscara el medicamento.- Pero sabes que debes de descansar, este parto fue duro y largo; no te podemos arriesgar, ¿Está bien?

- Si, si.- Asintió con una sonrisa enorme.

Lee asintió y tomó la jeringa ya preparada que le tendía la enfermera, desinfectando con alcohol la piel de la espalda del menor y masajeando un poco el área, luego introdujo lentamente la pequeña aguja filosa, dejó salir el líquido lentamente pues era bastante espeso y cuando terminó colocó rápidamente el mismo algodón para parar el sangrado; colocó por último un apósito adhesivo en la zona, bajando la bata por completo.

- Cuando no sientas la parte inferior de tu cuerpo te puedes sentar.- Botó la jeringa.- Sé paciente y cuando ya esté esa parte dormida, podrás ver a tus bebés.- Le sonrió.

Largos minutos pasaron en los que JiMin aceptaba los besos de YoonGi en la misma posición, él le susurraba cuanto le amaba, le agradecía el haber dado a luz a los que serían sus faros de luz, acariciaba su brazo libre y entrelazaban sus manos, pues le habían puesto y administrado medicamento mediante una vía, para evitar le deshidratación y la pérdida de vitaminas en su cuerpo, fue mucho líquido amniótico que perdió, más las energías que utilizó para alumbrar a sus bebés; también estaba conectado a la máquina que recitaba sus latidos en la misma mano.

- Ya no siento nada.- JiMin sonrió con felicidad y emoción.- ¡Doctora Lee!.- Con ayuda de YoonGi se incorporó, quedando sentado con la espalda apoyada en almohadas.- Doctora, ya no siento ni mis dedos, ¿Puedo ver ya a mis bebés?.- Aunque su rostro se notaba cansado, su cabello revoloteado en todas direcciones y sus movimientos lentos; la emoción se notaba en su voz, la viveza en sus ojos al mencionar a los pequeños y el movimiento nervioso de sus manitas en expectación y ansias.

- Ya le dire al doctor Kim que les traiga.- Sonrió para dirigirse al otro extremo de la habitación, aquel que JiMin no había notado y que estaba solo dividido por una pared de cartón grueso, adornada por plantas artificiales e iluminada por luces casi amarillentas.- Por favor, enfermera, apague las luces, solo deje encendidas las tenues amarillas.

En cuanto las luces fueron apagadas, el doctor Kim iba arrastrando la incubadora de la que podían ver era la pequeña Min, desnuda y moviendo a penas su cuerpito era transportada hasta el borde izquierdo de la camilla, aquel donde su papi podría ver perfectamente su ahora piel limpia, lo pálida y sensible que era, pues todo su cuerpo estaba lleno de tonos rojos, rositas y algunos que casi se difuminaban en un naranja cremita, sus abundantes cabellos súper negros, los ojos fuertemente cerrados y la boquita abierta, soltaba quejidos pequeños que apenas y era escuchados por su aguda voz de bebé.

Más atrás le seguía su hermano menor, aquel bebecito valiente que estaba quieto y casi dormido sobre las mantas azules dentro de su propia incubadora transparente, se le veía sereno y sin ropas, tierno con su piel igual de pálida y rojiza que la de su hermana, sus cabellos negros y gruesos, las manitas en puños y las piernas quietas. Al parecer le gusta su incubadora, apenas de movía y subía y baja el pechito, señal que dejaba ver su muy buena respiración.

- Ay, Y-YoonGi.- Sollozó nombrando a su esposo, la emoción de ver a sus hijos, por quienes tanto aguantó y luchó, al fin estaban a su lado, sanos, respirando por sí mismos y dejando ver su pequeña pero aún así enorme presencia en la habitación; lágrimas salían de sus ojos como cascadas, su pecho subía y baja ante los temblores del llanto y una de sus manos se aventuró dentro de la incubadora de su niño, la cual le quedaba más cerca.

Vio la de YoonGi tomando la de su beba, esa diminuta mano que apretó con entusiasmo el dedo fino y largo de su padre, ambos disfrutando el momento y siendo grabados por la madre de JiMin, los tres felices y llenos de una paz reconfortante.

- ¿Les puedo cargar?.- Pregunto JiMin con ilusión.






、、、

hii, no hemos llegado a los 1k pero les quería actualizar no se porque, también les dije que los nombres aparecerían aquí pero lo siento será en el próximo.

alumbrar;; dar a luz.

está flojito, lo sé; pero no es relleno y tampoco he tenido los mejores tiempos estos días. espero recompensarles en los siguientes. ¿cómo les pareció este capítulo?

no estoy muy segura de hacer una red social o no, ¿ustedes que dicen?

gracias por todo, por votar, comentar y leer esta historia. espero que todo esté bien con ustedes y con su entorno.

gracias,,,

«no está editado»

Padres YoonMin MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora