Cap.63

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Pov Escritora;;

La ambulancia se sentía fría y con un silencio crudo, sólo la máquina que ayudaba a JiMin a respirar se escuchaba, además de la respiración pesada y forososa de este mismo. O por lo menos así lo sentía YoonGi, era como si no escuchara a los paramédicos hablar de las medicinas que serían agregadas a la intravenosa para que llegaran al sistema de JiMin, o las bocinas de los vehículos pidiendo espacio para que la ambulancia pase más rápido a través de las largas y anchas calles de Seúl. Simplemente sólo se podía concentrar en JiMin.

Su pequeño JiMin que ahora se encontraba con su ceño fruncido a más no poder, poniendo todas sus fuerzas en respirar, soportar el dolor en su espalda y mantenerse despierto. Si bien JiMin no sabía lo que sucedía a su alrededor; por ciencia cierta sabía que si decaía en ese momento, tanto las cosas para él como para sus bebés irían de mal en peor.

El pobre se aferraba a la mano que lo sostenía y se inclinaba hacia la otra mano que acariciaba su mejilla, el mayor quería acariciar su vientre, con la intención de calmar el dolor, pero no podía. Este mismo se encontraba lleno de parches que transmitían los latidos y el estado de los bebés a distintas máquinas que estaban en la gran ambulancia.

A veces se limitaba a frotar su mano cerca de la pelvis del menor, sintiendo la tensión en ese lugar, trataba de calmarlo con suaves caricias ahí, sabiendo que JiMin estaba incómodo con esa sensación. Sólo tenía que ver como este se removía en la camilla como podía y hacía muecas de diferentes maneras a cada segundo que pasaba.

Una de los paramédicos se encargaba de revisar constantemente a los bebés, anotando en una libreta cada cambio en los latidos o alguna anomalía. Mientras esta se encargaba de ambos bebés, el otro se encargaba de JiMin, manteniéndolo despierto, hidratado y con sus medicinas al tope, revisa que la medicina a través del suero no quedará atrapada y que la intravenosa se tapara o se doblara.

Había puesto la mano de JiMin directo en la camilla, la había amarrado levemente para que este no la moviera por ninguna manera a menos que se requiera.

El camino al hospital fue largo para unos y corto para otros, como por ejemplo a YoonGi y a JiMin se les hizo eterno. YoonGi moría del miedo, no tenía a nadie quien le diera un abrazo o le dijera palabras de apoyo, pero esa calidez en su mano le calmaba un poco, porque a pesar de que la piel de JiMin estaba fría y pálida; él sí podía sentir su calidez.

JiMin se sentía peor, su cabeza, vientre y espalda dolían mucho, se sentía desorientado, perdido en pocas palabras. Sentía muchísimo miedo, estaba nervioso también. Todos esos sentimientos lo tenían aturdido. Le costaba respirar, su nariz la sentía tapada y su boca no ayudaba mucho, ya que sentía que expulsaba más oxígeno del que entraba a sus pulmones.

La velocidad disminuyó, el nerviosismo creció y la anticipación también. La llegada al hospital tan esperada había llegado y los dos recién casados no podían ser más felices, nunca habían sentido tanta calma después de tanta tormenta, porque a pesar de que el problema todavía no estaba resuelto, ellos dos confiaban en los doctores y en que ellos los podrían ayudar con su mente brillante y su experiencia.

Los tres paramédicos que estaban en la cabina de adelante fueron rápidamente a abrir las dos puertas enormes y pesadas para que la camilla pase sin ningún problema. Desataron las cuerdas que mantenían la camilla pegada al piso de la ambulancia y bajaron a JiMin con cuidado, cargando algunos aparatos y la bolsa de la intravenosa en manos de dos paramédicos.

YoonGi se mantenía cerca; agarrando la mano del menor y mirando hacia el camino, mirando constantemente la máquina que detectaba los latidos de los bebés y la otra más pequeña que contenía los latidos de JiMin. Poco sabía sobre el tema, pero si veía que el número disminuía, bien sabía que algo estaba mal.

Los guardias vigilaron que nadie esté cerca de la camilla para que no sea llevado por esta misma, las puertas automáticas se abrieron al sentir cerca la presencia de alguien y así los paramédicos tuvieron la entrada fácil. Iban a una velocidad media, si bien estaban apurados no podían correr o si no subirían el nivel cardiaco del chico en estado, lo asustarían o podrían llevarse a alguien por delante.

Dos doctores se encaminaron rápidamente hacia ellos, aún en movimiento. Pidieron los síntomas del paciente y alguna información importante al caso. Los paramédicos informaron la situación, dieron los síntomas de sus sospechas y luego de que los doctores supieron estos mismos; buscaron a una enfermera que preparara todo para el examen que sería realizado para comprobar dicha anomalía.

Una habitación grande los esperaba lista, era una habitación con paredes de color azul medio claro y medio oscuro, tenía una camilla en el medio y los equipos básicos al rededor de esta, había un sillón de cuero color negro, algunas mesitas y varios estantes donde se guardaban las agujas y distintos materiales de uso rápido como algodón, guantes, alcohol, bolsitas de intravenosa y calmantes.

La camilla transportadora fue dejada al lado de la que estaba en la habitación, los paramédicos junto con los doctores sostuvieron una manta muy resistente que estaba debajo de JiMin, la cual sostuvieron fuerte y halaron hacia arriba, levantando a JiMin por varios segundos para después depositarlo con cuidado en la camilla de la habitación.

JiMin soltó un jadeo adolorido, a pesar de que los doctores fueron lo más delicados posibles; la caída que había dado al desmayarse dejó su espalda adolorida y sensible, siendo así que cada pequeño roce dolía bastante.

Empezó a emitir varios gimoteos cuando no sintió a YoonGi cerca y los doctores lo empezaron a tocar por todas partes, no se sentía seguro. Sabía que no podía valerse por sí mismo ya que no estaba en todos sus sentidos.

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Padres YoonMin MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora