La voz de Shiro le llegaba como un eco lejano. Tan solo se había levantado hace unos veinte minutos y seguía medio dormido. El cansancio producido por el enérgico día anterior se notaba. No solo en el sueño, sino también en su magia. Al no tener capacidad total de control sobre ella, le resultaba realmente complicado recuperar la magia. Mientras que un mago normal la recuperaría completamente en una noche de descanso, por culpa de su marca él necesitaba medio día más.
-... era perfecto. -Shiro dejó de hablar y golpeó con el codo el brazo de su compañero, que lo tenía apoyado sobre la mesa-. ¿Me estás escuchando?
-...Luego lo hablamos. -Era Tharja, acompañada de Mina, que se detenían al lado de Shiro. Hubo una fugaz mirada entre ellos, esperando que el otro dijera algo, pero no hubo reacción, así que tanto Tharja como Mina se sentaron en sus respectivos asientos.
Una nueva profesora cruzó la puerta. Tenía el cabello castaño, con reflejos rubios, y ondulado, a la altura de los hombros. Llevaba una chaqueta de color verde oscuro con una blusa blanca debajo y unos vaqueros oscuros.
La mujer soltó su cartera, que era de cuero marrón, y su ordenador portátil que llevaba bajo el brazo, y lanzó un beso a Lance, que de nuevo estaba en primera fila, el cual se sonrojaba y miraba hacia otro lado.
Owain estaba sorprendido por ese gesto de parte de una profesora hacia un alumno y Shiro señalaba levemente con un dedo y con la boca ligeramente abierta. Sirsa, que se encontraba en la fila de atrás, se incorporó de su asiento, apoyándolo sobre la mesa y acercó su cabeza entre la de Owain y Mina:
-En seguida lo entenderéis.
-Cariño, la clase ya ha empezado, nada de hablar con tus compañeros -dijo la profesora alzando la vista mientras abría el ordenador-. ¡Y siéntate bien!
-Ya está mandando -susurró Sirsa.
-Me llamo Carla Alessio y soy vuestra profesora de Historia y política.
-¿Es tu madre? -preguntó Owain girándose hacia Sirsa.
-Eso dice. No nos parecemos en nada.
La profesora Carla deslizó su dedo índice por el ratón táctil del ordenador y los cubos holográficos empezaron a fusionarse en el aire, formando la imagen de un mapa a gran escala que ocupaba casi todo el ancho del aula. Era el mapa de Heria plasmado en relieve de tal forma que parecía tangible, pero los finos dedos de Carla atravesaron el dibujo provocando unas leves deformaciones en el mapa que se corregían al instante al dejar de estar en contacto con los dedos.
Owain había sido enseñado desde pequeño por profesores privados y la geografía siempre le había gustado, pero era la primera vez que veía tan claro la distribución de Heria: dos continentes de tamaño similar separados por masa de agua, Altiva al norte y Olus al sur.
-Este es el mapa de Heria, que supongo que la mayoría conoceréis. Pero en principio solo vamos a estudiar el continente de Altiva, que para eso es donde vivimos. -Pulsó un botón del ordenador y unas finas líneas rojas se dibujaron en el mapa, dividiendo el continente en cinco partes-. Y así es como se encuentra actualmente el panorama geopolítico tras el Levantamiento. ¿Sabéis cómo se llama este suceso?
-La división -sonó al unísono.
-Muy bien. Altiva se dividió en cinco distritos: Distrito Hielo, Distrito Agua, Distrito Fuego, Distrito Tierra y Distrito Viento. ¿Me podríais decir por qué se les llamó de esa manera? Como los elementos, quiero decir-. La profesora se paseaba por la tarima mirando al suelo agarrándose las manos tras la espalda, esperando una respuesta. Y como no la recibió, se la lanzó a alguien en concreto.
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El Sello de Cain
Science FictionEn un mundo en el que la magia ha sido recientemente liberada de la opresión, Owain Harvey, el único superviviente de su familia que porta una maldición en su pecho, ingresa en El Jardín, la academia de magos de Y'thaka. Él, junto a otros alumnos de...