CAPITULO 13 - Parte 6: EL CLAN DE LOS REPUDIADOS

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Tharja apenas distinguía un callejón de otro, pero su intuición le decía que iba en el camino correcto. Al final de uno de los canales pudo ver un mecanismo con una palanca. Tenía que ser eso lo que activase el sistema de ventilación. Caminó ligeramente por el camino de cemento para llegar hasta él, pero una sombra se acercaba por el agua tras ella. Dylan saltó del agua y sorprendió a Tharja, que no tuvo tiempo de reaccionar y fue empujada contra la pared. Colocó las manos para reducir el impacto, pero aun así cayó al suelo, aturdida. El efecto del gas hacía de los magos tóxicos unos seres extremadamente fuertes y ella lo pudo comprobar.

Dylan le agarró de la pierna y la arrastró hasta el borde del camino. Ella intentaba liberarse, pero era demasiado fuerte. Un muro de viento aquí era inútil, pues no había nada que bloquear. El contacto directo con ella era el punto débil de su magia. La sujetó del cuello y le sumergió la cabeza en las aguas residuales para ahogarla.

Tharja no podía respirar. Sacudía todo su cuerpo buscando la manera de liberarse, pero una vez más, Dylan resultaba demasiado fuerte. «Piensa, piensa, piensa», se decía a sí misma. Entonces recordó su clase de refuerzo con Elderwood.

Su tutor le enseñó a liberar la fuerza del viento. Normalmente, ella condensaba el viento y le daba forma para crear un muro. Sin embargo, de esta nueva forma podría crear una magia ofensiva y defensiva al mismo tiempo. Consistía en liberar la magia de su interior de una manera descontrolada. Funcionaba al contrario que lo que ella solía hacer. Desde el exterior, reunía magia en un determinado punto para darle forma. En este caso, liberaría la magia de su interior de dentro hacia afuera provocando una explosión de viento alrededor de ella.

Entonces dejó de moverse, se concentró en su interior y acumuló magia. Dylan pensó que estaba muerta, pero por si acaso, decidió esperar un poco más. Cuando había conseguido acumular cierto nivel de magia, la dejó escapar, creando fuertes vientos que provenían de su cuerpo, haciendo que el agua que le ahogaba explotara en todas direcciones por la fuerza del viento, dejando a Tharja tomar aire. De la misma fuerza, Dylan salió propulsado por el viento contra la pared, quedando noqueado.

Tharja tardó unos segundos en recobrar el aliento, con respiraciones fuertes y tos. Se arrastró por el suelo hasta la palanca y activó el mecanismo, haciendo que el gas que recorría todo el alcantarillado se elevara y se filtrara por unas compuertas de rejillas que había en el techo.

Tharja respiró tranquila, pero no por mucho tiempo. Dylan la empujó al suelo y la agarró del cuello para intentar asfixiarla. Irónicamente, la falta de aire se estaba convirtiendo en un problema frecuente para Tharja. El truco de explotar la magia no serviría de nuevo porque necesitaría tiempo para recuperar lo gastado y no sabía qué hacer. Las fuerzas le abandonaban y cuando se rindió, Scarl saltó sobre Dylan.

Mina le ofreció su mano a Tharja y ésta se levantó en un estado muy débil y se dejó caer en los brazos de su amiga.

Tanto Shiro e Irina, como Owain y Rinka miraron a su alrededor, viendo como el gas se disipaba en el aire. Owain y Rinka se miraron el uno al otro y sonrieron.

—La cerebrito lo ha conseguido —murmuró Rinka.

—Bien, Shiro, ahora estamos en igualdad de condiciones —dijo un renovado Owain—. Prepárate para una paliza.

Owain dejó la espada en el suelo, sabiendo que era inútil contra Shiro. Concentró su magia en sus puños y el fuego los envolvió.

—Eh, Owain —dijo Rinka—. ¿Crees que si atizo a la perra esta su magia desaparecerá y Shiro será libre?

—Prueba —respondió él sin apartar la mirada ardiente de Shiro.

Rinka meneó la cabeza de un lado a otro y se crujió los nudillos, lista para la lucha. Irina retrocedió un paso.

El Sello de CainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora