—Primer dúo de la Academia, con el porcentaje de compatibilidad más alto, superando con creces la media, es el formado por Wilomina Harper y Owain Harvey —anunció Zack, pegando la boca al micrófono que se mantenía erguido sobre el atril.
Todos los alumnos aplaudían y las miradas de Mina y Owain se cruzaron, impactados. Él ni siquiera se levantaba del asiento. Aún estaba asimilando la información. No era posible. No era algo que se había planteado en su cabeza. Si se trata de compatibilidad, lo normal entre ellos seria de un menos cincuenta. Hasta que Tharja no le dio un codazo, no reaccionó. Se levantó de la silla y buscó ayuda, respuestas o lo que fuera en Shiro, pero éste estaba siendo atacado por unos tembleques de risa nerviosa, viendo como su amigo había sido emparejado con la persona que más lo odiaba de la sala.
Cuando llegó al escenario, Zack le recibió estrechando su mano y llevándolo junto a Mina. La pantalla se transformó una vez más, para mostrar esta vez su cara y la de Mina. Owain reconoció la imagen al momento: era la foto que tuvo que hacerse para echar la matricula. Ver su foto al lado de la de Mina fue como comer ensalada con kétchup o tomar café con sal. Ambos cruzaron la cortina del fondo sin mencionar palabra y la mujer que antes salió para comunicarle a Zack que no hubo ningún fallo los llevó hasta una mesa con algunos aparatos. Cogió uno de ellos y agarró la mano de Mina, colocando el aparato sobre su muñeca. Se iluminó de color azul como un escáner y ella soltó un breve quejido de dolor. La luz azul, separada en cuadrados, rodeaba ahora su muñeca. Pero tan solo estuvo así durante unos segundos, y luego se apagó, volviendo a lucir el color normal de su piel.
—Se iluminará cada vez que obtengas algo de experiencia —advirtió la mujer.
Entonces hizo lo mismo con él, mientras escuchaba de fondo como iban nombrando a otras parejas, aunque no conocía ninguno de los nombres que iban diciendo. Lo que si le llamó la atención es que los porcentajes que iban diciendo eran todos inferiores al 65%, rondando la mayoría el 55%. Las nuevas parejas iban entrando y Mina y él estaban apartados a un lado, dejando espacio a los que iban entrando para que pudieran implantarles la Pulsera EX.
—No lo entiendo.
—Yo tampoco —dijeron los dos, apoyados contra una pared, sin mirarse ni un segundo—. Lo único en lo que nos parecemos es en nuestro apellido.
—Es cierto. Harper y Harvey. Realmente es lo único.
Vito entró finalmente a colocarse la Pulsera EX, junto con su compañera, que para asombro de Owain, la conocía. Era Sirsa. Sintió lástima por ella, pero ella parecía contenta, y él también. Un par de parejas desconocidas entraron después de ellos y finalmente apareció Shiro, que buscó rápidamente con la mirada a Owain y se dirigió hacia él, ignorando a la mujer de las pulseras.
—No te lo vas a creer —le dijo él con una sonrisa de oreja a oreja.
—Después de lo mío, me lo creo todo —le respondió él con desgana. Shiro hizo un gesto con la cabeza hacia las cortinas, y al abrirse, vio a Rinka.
—Tienes razón, no me lo creo. ¿Por qué tú has tenido tanta suerte y yo...? —Se detuvo, mirando de reojo a Mina, que por primera vez se dignó a mirarle.
—Oh, no te preocupes, dilo. Yo pienso lo mismo de ti.
—Eh, Shiro, al menos podrías esperarme —le dijo Rinka desde la mesa de los implantes. Palabras que tuvieron el efecto inmediato de hacerle correr hacia ella.
Llegó un punto en el que había tanta gente allí, que dejó de prestar atención a quienes iban entrando. Pasaron unos veinte minutos hasta que todos habían sido emparejados, y volvieron a salir al escenario, donde los profesores les daban la bienvenida a todos ellos con un aplauso.
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El Sello de Cain
Science FictionEn un mundo en el que la magia ha sido recientemente liberada de la opresión, Owain Harvey, el único superviviente de su familia que porta una maldición en su pecho, ingresa en El Jardín, la academia de magos de Y'thaka. Él, junto a otros alumnos de...