CAPITULO 6 - Parte 2: PESADILLAS

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Mina empezaba a ponerse nerviosa. Ya ni siquiera estaba disfrutando la revista de moda que había traído para este tipo de ocasiones. La presencia de Shiro, en cuclillas, observando a apenas un metro a Scarl, no le dejaba centrarse. Así que arrugó la revista y la dejó con fuerza sobre el asiento de al lado.

—¿Te pasa algo? Deja de mirarlo así —exclamó ella.

—Sigo sin creerme que el peluche este sea tan fiero como dice Owain —confesó Shiro, señalando con un dedo la cara de Scarl, que rozó sus bigotes y lo despertó. Sin pensárselo dos veces, el gato mágico mordió con fuerza el dedo que le apuntaba—. ¡Ah! Pues va a ser que sí que es una bestia del inframundo.

—Bien hecho Scarl —le dijo su dueña, acariciándole la cabeza.

Shiro, que se chupaba la punta del dedo índice para cortar la sangre que brotaba de la piel, cogió la revista arrugada y se sentó al lado.

—Pensaba que eras de piedra, pero te ha hecho sangrar el mordisco de un gato. Qué decepción —bromeó, pero en seguida recordó que tenía cierto complejo con su magia y se disculpó al instante—. No entiendo por qué no querías que nadie supiera de tu magia. A mí me parece de lo más útil. En fin... eres indestructible.

—Sí, qué aburrido. Preferiría invocar espíritus súper poderosos que se transforman y luchan por mí. O lanzar llamas con mis manos. Eso también sería muy guay. Incluso me conformaría con provocar temblores como Piers —explicó con las manos estiradas, imaginándose removiendo la tierra.

—¿Piers puede hacer eso?

—Claro. —Dejó de hacer gestos con las manos y la miró con incertidumbre—. Pensé que ya lo sabias.

—¿Por qué debería saberlo? —inquirió.

—Pensé que tú... y él... —Shiro no necesitó ninguna respuesta verbal para saber que se había equivocado, la expresión de ella era suficiente—. Pues creo que él...

Un sonido intermitente le interrumpió. La pulsera de Mina brillaba con el típico color azul a la vez que emitia ese sonido. Ella miró a Shiro pensando que obtendría una respuesta, pero él solo elevó los hombros. Al activar la pulsera, la imagen de Zack se materializó frente a ellos.

—Veo que estais bien —empezó diciendo él.

—¿Qué es esto? ¿Cómo lo has hecho? —preguntó sorprendida.

—Es una videollamada normal y corriente, solo que usando las pulseras. Vosotros también podeis hacerlo. Pensad en ello como un móvil.

—Estas cosas sirven para todo —añadió Shiro.

—¿Y para qué me llamas a mí? —Mina lo dijo en un tono tan brusco que incluso Shiro le dio un pequeño codazo para que vigilara sus formas, pensando que el profesor le respondería, pero no.

—Porque eres mi tutorada y quería saber cómo iba el viaje.

—Owain también es tu tutorado, llámalo a él —y sin dejarle opción a rebatir esa idea, cerró la conexión deslizando su dedo por la muñeca iluminada en azul.

—Tía, qué borde eres. ¿Por qué le hablas así? Es buena gente.

—No me gusta que intente hacerse amigo de todo el mundo. Es patético —explicó ella en un tono más elevado de lo normal e inclinándose hacia delante, separando la espalda del asiento y provocando que Scarl saltara al suelo.

Hawk y Tharja se acercaban a una velocidad extrañamente rápida, algo nerviosos, apartando a algunos pasajeros con las manos, hasta llegar donde estaban sus otros dos compañeros.

El Sello de CainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora