Tener frente a ella la puerta del director, con el letrero de 'Kenzo Whitewall' escrito sobre el fondo en blanco brillante era imponente. Se detuvo por un instante pensándose si realmente era buena idea cuestionar las reglas de la academia. Era algo que nunca había pensado hacer, pero se trataba de su hogar. Estaba obligada a hacerlo.
Tras respirar profundamente, llamó a la puerta con los nudillos con decisión. «Adelante» oyó decir a una voz grave proveniente del interior de la habitación. Agarró el pomo plateado de la puerta, lo giró y entró en el despacho del director. Allí estaba él, sentado en su silla de cuero negro de tres ruedas, con un brazo apoyado en el posa brazos y el otro apoyado sobre un teclado virtual que sobresalia de la mesa metalica. Todo a su alrededor estaba perfectamente ordenado y arreglado: tres montones de folios colocados paralelamente en la parte derecha de la mesa, cerca de varios bolígrafos y rotuladores de diferentes colores. Un pen drive enchufado verticalmente en una ranura de la mesa brillaba con la misma luz que reflejaba el teclado. Las cortinas de la ventana a su espalda estaban perfectamente colocadas de manera que el director se encontraba exactamente en el centro, dibujando una imagen completamente simétrica. En la parte izquierda de la habitacion, unas estanterías colgantes de metal grisáceo sujetaban una hilera de libros que parecían estar ordenados por categorías. Y en la parte derecha, una televisión fina se suspendia en el aire sujetada únicamente por una pieza alargada de plástico duro y negro.
—Tharja Larson, mi salvadora —dijo él con alegría, indicándole que se sentara en el asiento de enfrente.
Ella le hizo caso y, al estar aún más cerca, se fijó que también cuidaba su imagen con delicadeza. La barba rubia estaba perfectamente recortada, sin dejar un solo pelo más largo que otro. La camisa negra con el emblema del Jardín que llevaba parecía estar recién planchada, sin una sola arruga además de las necesarias, y su pelo estaba repeinado hacia atrás con fijador, mostrando algunas canas en las raíces, apenas visibles al diluirse en su color natural.
—¿En qué te puedo ayudar?
—Queria hablarle de las misiones que nos han asignado para esta tarde.
—¿No estás de acuerdo en algo? —dijo él acomodándose en el sillón.
—Queria que me pusieran en la misión de Espligar, la cual han asignado a Owain Harvey y Mina Harper. Querria ir con ellos.
—Verás querida alumna —dijo él apagando el teclado virtual que le separaba de ella—, las misiones se deciden así por un equipo dedicado exclusivamente a ello. Si han decidido que vayan ellos con otros compañeros es por algo. Al igual que a ti te han asignado a tu misión porque se te considera útil en ese caso.
—Sí, lo entiendo perfectamente. Pero mi familia vive en Espligar. Ayer mismo vine de allí y sé que mi hermano viajaba hoy con su clase de excursión a los túneles de por allí a estudiar la geología de la zona. Podría estar en peligro y necesito ir allí.
—Voy a ser franco contigo. Precisamente la clase de tu hermano es el objetivo de rescate de la misión. —Los ojos de Tharja revelaron inmediatamente una inmensa preocupación—. Pero, si te mando a ir allí, tu compañero quedaría cojo en su misión. ¿Cómo te sentirías si les pasara algo a él o a la otra pareja que vaya con él, sabiendo que si tú hubieras estado no hubiera pasado? Es mejor que confíes en que tus compañeros rescatarán a tu hermano, y tú realices la misión que se te ha encomendado.
Tharja parecía desilusionada, a punto de darle la razón y abandonar ese despacho. Kenzo tenía razón, siempre le han dicho que si sigue las normas todo será resulto con la mayor probabilidad de éxito. Por un momento pensó incluso en colarse en el jet que volaría a Espligar sin permiso, pero no podría hacerle eso a Hawk. Así que pensó rápidamente en otra solución justo cuando Kenzo volvía a encender el teclado virtual, como si ya hubiera acabado la conversación.
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El Sello de Cain
Science FictionEn un mundo en el que la magia ha sido recientemente liberada de la opresión, Owain Harvey, el único superviviente de su familia que porta una maldición en su pecho, ingresa en El Jardín, la academia de magos de Y'thaka. Él, junto a otros alumnos de...