Capítulo 16⚓

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Había demasiada gente en el centro comercial, y eso comenzaba a desesperarme. Sofía, Mónica, Abby y yo íbamos de tienda en tienda. Al menos yo no compraba nada porque no llevaba mucho dinero más que para comprar algo de comida.

-¿Cómo me veo?.-dice Mónica, saliendo de los probadores con un vestido verde, algo corto, pero lindo. También llevaba un cinturón ajustado verde, pero un poco más oscuro que el vestido.

-Te vez muy linda, amiga-dice Abby, viéndola de pies a cabeza.

Las dos se me quedan viendo, esperando una opinión, yo simplemente veo un punto fijo en el piso.

-¡Ludmila!-grita Mónica, dando un zapatazo en el piso, logra captar mi atención-¿Cómo me veo?.-sonríe con mucha inocencia.

Para ser sincera, no me gustan los vestidos y casi nunca voy de compras, así que no tengo buenos gustos, en lo que a ropa se refiere. Y sólo soy acompañante cuando mis amigas van de compras. Creo que no tengo buen sentido de la moda o quizás tenga falta de interés por la moda.

-Bien, supongo que bien-me limito a decir.

-¿Cómo que supones que bien?-Sofía sale de los probadores, luciendo muy bien-Eso no es nada certero, mi querida amiga. Es bien o nada.

-Bueno, entonces supongo, que le queda bien ese vestido-me muerdo el labio, como habitualmente hago como cuando no sé que decir.

-Así me gusta, Ludmila-Mónica levanta el dedo pulgar. Es como un like.

-Ésta falda me encanta.-dice Sofía mientras toca la tela de su posible nueva falda. La falda es de talle alto, com botones en medio, la tela es de mezclilla azul.

-Me gusta-dice Abby, esboza una sonrisa de aprobación .

-Te queda bien.-digo.

-Necesito una blusa que combine.-anuncia Sofía.

-Lo sé, aunque deberías ir a Louis Vuitton-Mónica se acerca a Sofía-, es que vi un vestido del que me enamore. Y probablemente te pueda gustar.

-Seguiré tu consejo, aunque sí compraré esta falda-Sofía sonríe.

-Recuerden que también tenemos que comprar ropa para la fiesta.-nos dice Mónica.

-Sí, ya lo sé-dice Abby.

No se por que, pero de un momento a otro todas me ven. Hay una mirada de complicidad en sus ojos, prefiero no verlas, así que mejor veo el piso.

-Ludmila Montenegro.-dice Sofía y se para en frente de mí muy imponente, con las manos a cada uno de los lados de su cintura.

-¿Qué?-le respondo.

-Creo que nunca te hemos visto con un vestido, y creo que la fiesta de Mónica será tan importante y especial que queremos verte con uno.-anuncia Sofía como si fuera la presidenta de un club de la Nación o incluso de la escuela. Pero no, yo soy la presidenta estudiantil del St. Dominique.

-No traigo mucho dinero como para comprar en esta tienda y mucho menos para gastarlo en un vestido.-les digo.

-El dinero, es lo de menos. De hecho entre Sofía, Mónica y yo, juntamos para comprarte un vestido.-dice Abby, pasándose al lado de Sofía.

-Gracias, que lindas. En serio, lo aprecio mucho, pero no quisiera sentirme que soy una aprovechada con ustedes.-niego con la cabeza.

-Es que nosotras lo hacemos porque queremos. No porque tú lo digas. Simplemente queremos hacerlo y ya-dice Mónica, ella esboza una sonrisa.

-Gracias, en serio. ¿Pero están seguras de que van a comprarme un vestido?-me paro del sofá.

-Claro que sí. Además, mi fiesta es estilo Hawaiano, aunque sea de ese estilo, la mayoría de los asistentes nunca van completamente vestidos, sólo llevan alguna prenda de ropa con ese estilo-dice Mónica, se coloca un mechón de cabello detrás de su oreja-El vestido que tenemos pensado para ti, créeme, te ira muy bien. De hecho son dos vestidos-levanta dos dedos.

Desastre ColateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora