Tengo que trabajar. Estaba tan cansada por haber estado en la fiesta de Mónica, sólo quería seguir durmiendo en mi cama. Pero desafortunadamente no podía. Mi rutina comienza con una ducha, para relajarme y quitarme el sueño. Aún recordaba los eventos de esa misma madrugada.
Yo mandando un mensaje a Mónica.
El carro con los hombres extraños, esos mismos hombres molestándome. Nicholas defendiéndome de ellos, diciendo que soy su suya. Mi casi ataque de pánico y yo en los brazos de Nicholas a punto de que me besara, sin contar que él estuvo sobre mí en una cama, en una habitación.No sé, pero me sentía desequilibrada emocionalmente o algo así. A veces, por un instante, por una fracción de tiempo, me sentí segura, algo que en mucho tiempo no había sentido, pero lo peor, fue que me sentí querida de una forma que jamás había sentido. Quizás es estúpido sentirse así solo por haber estado con un chico unos momentos, pero yo estaba más susceptible a sentirme así. Según mi teoría era por nunca haberme sentido amada por mi padre.
Sigue sonando absurdo y estúpido, lo sé. Mi mente sigue inventando un montón de excusas o explicaciones para esto que siento.
Salgo de la ducha y me pongo el habitual uniforme de la cafetería.
En la cafetería, atendía uno que otro cliente. Quería mi turno hoy en el restaurante, pero no se podía. Julissa, una compañera de la cafetería, de vez en cuando hablaba conmigo. La verdad me caía muy bien. Ya era hora del almuerzo, así que nos pusimos a conversar.
—¿Qué pasa, Ludmi? Te noto cansada y algo agobiada.—dice ella, poniendo su trenza, de cabello negro, a un lado.
—¿Qué pasa? Pasa de todo un poco—dejo escapar un largo suspiro.
—Espero que ese suspiro no sea por alguien—ella sonríe y sus ojos marrón claro brillan al instante.
—No, claro que no—le doy un sorbo a mi 7up.
—Eso espero, aunque para serte sincera no veo que seas el tipo de chica que se enamora, es decir, siempre te cierras a las personas, aunque no lo veas.
Sus palabras me dejan pensativa, y sinceramente, no sé que responder a eso, así que me limito a decir:
—Bueno, pues creo que así soy yo—le doy pequeña sonrisa.
Julissa cambió el tema de la conversación a uno más relajado, algo así de como me iba en mi vida cotidiana, por supuesto yo no lo decía exactamente todo, me limitaba mucho.
De repente pienso en Nicholas, sus ojos azules, su cabello castaño claro, casi rubio...Ludmila ¡Concéntrate! Me regaño mentalmente, la verdad no creo que Nick se fijara en mí, además no soy su tipo de chica, y él definitivamente no es mi tipo de chico.
La hora del almuerzo terminó muy rápido, así que Julissa y yo volvimos a nuestro trabajo en la cafetería.
Un cliente aquí, otro cliente allá, así transcurría la tarde en el Big Bang. En eso la puerta de la cafetería se abre y entra el propio mal y la arrogancia en persona, es como si alguien lo hubiese invocado, el mal es Nicholas Delacroix. Aunque ayer estaba a punto de besarme el muy idiota.
Voy con Julissa para que le tome la orden ella y no yo, pero está muy ocupada al igual que las otras chicas que trabajan aquí. Lastimosamente me toca que ir a tomarle la orden a ese narcisista y egocéntrico.
Verle me pone un poco nerviosa, ahora me fijo más en cada pequeño detalle de su rostro, sus labios rosados y gruesos y sus intensos ojos azules.
—Buena tarde, bienvenidos ¿Ya decidieron que es lo que van a pedir?—digo con una sonrisa forzada y un tono de voz obligadamente amable.
—Puedo decir que me sorprende verte aquí, luces patética con ese uniforme—dice Nick viéndome de pies a cabeza—Lastima que no usas falda para mostrar tus atributos.
Sí, él sigue siendo un completo imbécil.
—Eres un idiota, arrogante y tonto—digo entre dientes, su acompañante, una chica demasiado linda. Me pregunto que habrá pasado entre Jennifer y él.
—Soy todo lo que quieras, pero apuesto que también soy tu favorito en todo—¿De qué rayos habla? Le hago una mirada asesina. La chica se ríe y lo golpea en el hombro.
—Al menos respeta a tu acompañante, Nick—lo veo seria.
—Mi acompañante es mi prima, Isabela—dice Nick tan natural.
¡Qué jodida vergüenza! Pensé que era otra de las chicas de la lista de Nick.
—Hola, un gusto conocerte.—le digo amablemente, ya que ella se ve muy agradable.
—Lo mismo digo. Es lindo conocer a la famosa Ludmila, a veces Nick no para de hablar de ti—Isabela ve a Nick de una manera molesta—. Nick, es una niña inocente en comparación tuya, tú sí que me sorprendes primo.
¿Cómo que Nick habla de mí? Eso no me lo esperaba. Quizás habla cosas demasiado terribles sobre mí, eso debe ser. Qué horror.
—Hablas demás, prima. Ella es pima de Tania—aclara Nicholas.
—Eso ya lo sabía, tonto. No entiendo porque me lo dices—la situación ya se puso algo incómoda para mí y creo que también para Nicholas.
—Tú pide lo que quieras, Isabela. Iré al baño—anuncia Nick. Y con eso sé que él también se siente incómodo. Isabela está a punto de decirle algo cuando Nick responde:—yo pediré mi comida después de que regrese.
Y con eso se va, aunque cuando pasa cerca de mí prefiero ver hacía otro lado. Me recuerdo que estoy en hora de trabajo, así que le tomo la orden a Isabela:
—¿Qué es lo que quieres?—le digo, ya lista para anotar todo en mi libreta.
Ella termina de observar el menú para luego decir:
—Quiero una malteada de chocolate y unas patatas fritas—se queda pensando otros segundos más—¡Oh! Y también quiere un hot dog, por favor.
—Pensé que eras de las típicas chicas que cuidan su figura—digo mientras termino de anotar en mi libreta.
—No, eso no es lo mío. Sí hago ejercicio, pero no me gusta hacer dietas ni nada por el estilo, además la comida es deliciosa.
Le sonrío ante su comentario y con esa sonrisa me despido de ella para ir a la cocina, y entregar su pedido.
Aunque ¿Qué rayos podría hablar Nick sobre mí con ella?
La pregunta ronda por mi cabeza en todo mi turno de trabajo.
¿En qué rayos me metí ahora?
Hola criaturas hermosas de wattpad, ya les debía un capítulo. Tenía diez días sin actualizar.
¿Adivinen quién sacó 100 en su examen de matemática? Pues sí, yooo. Estoy muy feliz y por eso quizás haga hasta maratón.
Recuerden quedarse en casa. No olviden dejar su voto y comentario, se les aprecia. Gracias por leer mis locuras.
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Desastre Colateral
Teen FictionLudmila, ella se definía como un desastre colatetal. Sus problemas son la mayor carga sobre sus hombros. Pero ella tiene un ancla a la vida, su hermana, Eliana. Nicholas, egocéntrico y la competencia intelectual de Ludmila. Un chico que vive entre...