Después de estar entre bromas, risas y una buena charla con Michael, recuerdo que debo de hablar con Eliana. Sé que no está con mis padres, lo cual, eso me quita un gran peso de encima. Ella se fue con Tania, y esa es la razón por la que Tania en este momento no está con Michael. La verdad eso me hace sentir mal.
Entro, nuevamente a la casa, y voy por otro vaso con vodka y soda, y también por dos rebanadas de pizza Hawaiana, subo las escaleras en busca de alguna habitación vacía, ya la mayoría de habitaciones han de estar ocupadas por jóvenes con hormonas alborotadas.
Necesitaba hablar con Eliana. Gracias al cielo tengo un gran equilibrio con mis piernas, no bebí demasiado esta noche; la verdad nunca lo hago. Aunque recuerdo que una vez sí, incluso llegue a vomitar, fue verdaderamente asqueroso. Anthony siempre se ríe cada vez que recuerda eso.
Coloco mi bebida en el piso para abrir la puerta y no votar el plato con mis rebanadas de pizza. Intento mover el pomo de la puerta de una habitación, y está ocupada, y para mi mala suerte, en esa habitación habían dos chicas y un chico semidesnudos, qué verguenza. Mi segundo intento con otra puerta, también fallido, y ésta vez es Rob con otra chica, ambos semidesnudos, la verdad no quiero imaginarme la razón o el motivo de que el resto de habitaciones estén ocupadas y totalmente con la puerta cerrada.
—¡Qué asco, Rob!—le digo. Él sólo me ve con una sonrisa burlona.
—¿Qué tiene de malo?—sus ojos avellana se posan en mí.
La chica que está con él de ve incómoda por la situación.
—Pues...pues—comienzo a balbucear.
—Pues tú deberías de estar aquí, virgen.—otra vez se burla de mí.
—No, prefiero tirarme desde un precipicio a que pase algo tan horrible como eso—hago una mueca.
—Bueno, tú te lo pierdes—se encoge de hombros y continua con lo que estaba haciendo—, aunque ya seas de alguien más.
—No sé de qué estás hablando.
—Es una lástima que ya seas de Nick.
La chica que está debajo de él parece como si le hubiese caído un balde de agua fría en la cabeza.
—¡¿Nicholas Delacroix?!—ella se reincorpora rápidamente.
—Sí, cariño—Rob vuelve a ponerla en la posición que estaba.
—Yo no soy un objeto para que digas a quién le pertenezco y además no sé de que rayos hablas.—me acerco un poco más él y la chica.
—Cómo tú digas, Ludmila.—dice él con una sonrisa pícara.
—Vete a la quinta mierda.—le digo por último antes de salir de ahí.
¿Quién se creía él para estar diciendo puras estupideces? Él había logrado sacarme un poco de mis casillas.
Yo cierro la puerta para evitar ver cosas indebidas y que probablemente podrían profanar mi mente de la manera más vulgar.
Sigo en mi buscada de una habitación decentemente vacía. Cinco minutos después la encuentro.
¡Por fin!
Entro a la habitación, la luz esta apagada, así que enciendo una pequeña lámpara que esta en la mesita de noche. Cierro la puerta detrás de mí para bloquear el ruido de proviene de afuera, saco mi celular de una pequeña bolsa que traía conmigo y marco el número de mi hermana. Al otro lado de la línea comienza a sonar, no me contesta. Vuelvo a intentar y esta vez si descuelga si celular.
—¡Ludmila!
—Espero y no me dejes sorda.—le digo—¿Cómo va tu noche, Eli?
—Pues bien, Tania me llevó a comer comida y helado, fuimos un rato al parque y ahora estamos por ver una película.—dice con una emoción notoria.
—Qué bien por ti. Espero comiences a hacer tu tarea.—le recuerdo. De un sólo doy un largo trago a mi vaso con soda y vodka.
—¿Estás bien?
—¿Por qué lo preguntas?
—Estás un poco borracha, se te escucha en la voz.—la voz de Eliana se escucha preocupada.
—Quizás bebí un poco más de la cuenta, pero mis piernas aún tienen equilibrio. No te preocupes, no creo que vaya a pasarme algo malo.—mi vaso tiene mitad de soda y mitad de vodka. Doy otro sorbo.
—Espero llegues bien a casa ¿Y papá y mamá?
—Fueron a pasar la noche en casa de unos amigos, según tenía entendido es una fiesta o algo así—me siento en la cama.
—Ludmila, en serio, cuídate.
—Eliana, estoy bien. Sólo trato de ser una adolescente normal, haciendo cosas de adolescentes. Por una vez en la vida quiero olvidar lo que pasa en casa y todos esos problemas ¿si?—doy un largo suspiro—. Tú trata de pasarla bien con Tania. Eso te ayudará a dejar de preocuparte por mí y por todo lo demás. Michael está aquí, así que puedo pedirle que me lleve a casa.—comienzo a tener frustración.
—Está bien. Te veo mañana, Lud—se despide Eliana.
—Adiós, Eliana. Cuídate.
—Ok, pero cuídate tú más.
Cuelga. Se escucha silencio al otro lado de la línea. Apoyo mi espalda en una almohada y comienzo a comer mis rebanadas de pizza.
Despejo todos mis pensamientos, esta habitación es tranquila, y disfruto estar en tranquilidad. Veo mi la hora en mi celular, apenas son las once de la noche, pero mañana tengo que ir a trabajar. Pasare solo un pequeño rato más en la fiesta y le diré a Michael que me lleve a casa. Sé que Sofía estará muy ocupada para llevarme.
Me pongo los auriculares y le doy Play a la canción Asleep de The Smiths. Me concentro totalmente en la letra, en el ritmo, ese sonido que hace que todo lo malo se me venga de golpe, pero también me da una chispa de esperanza.
I really want to go
There is another world
There is a better wordl
Well, there must be
Canto la última parte de la canción, deseando que mis palabras se hicieran realidad.
Una lágrima resbala por mis mejillas, no sé si por la emoción de la canción o los recuerdos.
Well, there must be.
Bye...Y eso quería decir.
Ya se merecían el capítulo. Gracias por votar y comentar, me alegran mucho.
Actualizaré más seguido, sino se me van a ir de la historia.
¿Qué le quisó decir Rob a Mila? ¡Saquen conclusiones!
Instagram: dgldeleon
Twitter: DGLDeLeonBesos integrados y derivados.
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Desastre Colateral
Novela JuvenilLudmila, ella se definía como un desastre colatetal. Sus problemas son la mayor carga sobre sus hombros. Pero ella tiene un ancla a la vida, su hermana, Eliana. Nicholas, egocéntrico y la competencia intelectual de Ludmila. Un chico que vive entre...