Desastre Colateral

Capítulo 34⚓

Después de la clase de Matemática, que se volvió tan peculiar gracias a Nick y a Jennifer, todo transcurrió tranquilo, aunque las miradas extrañas que los demás alumnos presentes en la clase les daban no se hicieron esperar. Ryan y Rob estuvieron felicitando a Nick, por el "maravilloso trabajo" que le había hecho a Jennifer. La compadezco, no he sufrido nunca ese tipo de dolor, pero por lo que se ve es muy pero muy incómodo.

Mis amigos y yo estábamos en la cafetería hablando sobre el partido de esta noche, Sofía estaba muy emocionada, puesto que iba a traer a uno de sus "amigos".

—¡Felices dicisiete, Mila!—Anthony me abraza y me entrega una caja de bombones de chocolate y avellanas.

—Gracias, que amable.

—¿Vendrás al partido de hoy?—pregunta él.

—Pues no sé, tengo que pensarlo—le respondo.

—¡Ludmila! Dijiste que vendrías y además Eliana se quedará con Lola—me reclama Mónica.

—Ok está bien, lo pensaré.—pongo los ojos en blanco.

Yo no era ese tipo de chica que le gustaba socializar, pero mis amigas si lo eran. Tenía que pensarlo, no me agradaba la idea de estar entre muchas personas. Además Eliana quería pasar tiempo conmigo.

—Esa es mi chica.—dice Anthony feliz.

Cuando estaba por hablar Jennifer pasa muy cerca de nuestra mesa y "accidentalmente" deja caer comida encima de mí y eso llego a molestarme más que cuando Tambor de Bambi, cuida a sus hermanas. 

—¡¿Qué te pasa estúpida?!—me paro y me pongo en frente de ella, obviamente ella me saca unos doce centímetros demás.

—¡Ups! Lo siento, no te vi—se hace la ofendida.

—Que imbécil eres.

—Digas lo que digas no me quita lo buena que estoy, estúpida—me ve de pies a cabeza—En cambio tú, ni el hada madrina de Cenicienta te salva.

—¡Cállate!—le arrojo parte de mi comida—¡Ups! Lo siento, no te vi—la imitó con su mismo tono de voz tan chillón.

—No seas, estúpida.—me arroja la soda de dieta que tenía en su vaso.

—Te pasas, cara gallina—es el mejor insulto que se pudo ocurrir, le tiro parte de mi helado, que hoy, era el postre.

Me tira más soda y con eso me le tiro encima tratando de darle un buen par de golpes para que me deje en paz, ella logra ponerse encima de mí, pero gracias a mis habilidades atléticas y al boxeo logró estar otra vez encima de Jennifer, ella jala mi cabello y yo el de ella, al mismo tiempo que un mechón de cabello falso es arrancado de su cabeza, algunos alumnos ríen, otros se enojan.

Una de sus largas uñas pasa por mi mejilla, dejando el rastro con un poco de sangre, iba a darle un golpe cuando unos brazos me quitan del cuerpo de Jennifer piernas largas.

—¡Señorita Montenegro!—escucho la voz del profesor Cheng, en este momento hubiese preferido a la directora—¡Señorita Benson! ¿Qué es este show?

—¡Ella lo comenzó todo!—ambas decimos al unísono y nos señalamos la una a la otra.

—¿Alguien puede decirme la verdad?—el profesor recorre la cafetería con sus ojos buscando una respuesta.

—Yo, profesor Cheng—dice él, sí el tipo que en un momento me humilla y luego hace que este sentada en su regazo.

—Hable, joven Delacroix—lo mira molesto.

—La verdad Jennifer venia caminando tranquilamente cuando Ludmila le arrojo la comida—termina por decir.

—¡¿Qué?!—mis ojos se salieron de sus orbitas—Él esta mintiendo profesor, en serio...