Capítulo 5⚓

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Me bajo del autobús y meto lo poco que compre en la tienda en mi mochila. Baje una parada antes solo porque quiero ir a la tienda de Libros Usados, Livre Rouge. Entro a la tienda  Livre.

Me pongo en la sección de Jóvenes y busco, pero veo que a pesar de ser usados tienen un precio que no entra en mi presupuesto. Así que decido por un libro más pequeño, de Astronomía, a mi me encantan todo lo que tenga que ver con los astros. También las galaxias.

Voy con el cajero, Ted. Él ya me conoce, muchas veces he venido por aquí a comprar libros, obviamente que no me alcanzan para los que están de "moda" o un Best-Seller, que obviamente por ser los más vendidos son los mejores. Aunque he descubierto que hay buenos escritores detrás de cada libro aunque no sean un Best-Seller, incluso Wattpad, ¿si conocen esa aplicación muy buena, donde hay libros e historias muy buenas? ¡Obvio que si la conocen!.

Le doy a Ted el dinero para pagarle el pequeño libro de Astronomía. Otras veces esta Wanda, la otra cajera, pero igual los dos ya me conocen.

—¿Sólo eso?—me pregunta Ted.

Yo chasqueo la lengua.

—Tristemente si. Ya sabes que no puedo comprar todo los libros que veo—hago un gesto dramático con las manos.

—Si, lo sé

—Adiós, Ted—me despido de él y salgo por la puerta de la tienda.

Voy directo a casa para ver a Eliana.

Espero que ella haya llegado luego. Camino lo más rápido que puedo, pues es de noche y me da algo de miedo, tanto que me provoca dolor de estómago.

Camino unas cuantas calles más y al fin estoy en casa. Abro la puerta con mis llaves. Entro a la casa y voy directo a buscar a Eliana a su habitación.

Abro la puerta de su habitación sin siquiera tocar la puerta primero.

—¡Eliana!

Ella da un respingo por el susto que le acabo de causar.

—¡¿Qué!?—camina hacia mi.

—Estaba preocupada por ti. No llamaste y siempre pensaba que quizás llegarías tarde a casa—entro de lleno en su pequeña habitación.

—Discúlpame, ¿si? Es que se me fue el tiempo hablando con las chicas.—veo un atisbo de tristeza en sus ojos. Se sienta en su cama.

—Pero ¿si compraste algo con el dinero que te regale?

—Pues si, habían algunas cosas en liquidación y oferta en algunas tiendas—agarra una blusa que tiene una frase que dice: Mucho sarcasmo. También tiene un emoji que cierra solo un poco los ojos.

Lo sé no es la mejor blusa del mundo pero es divertida, además estoy acostumbrada a utilizar cosas así de raras.

—Me gusta—digo.

—La verdad me hubiese gustado otra cosa más linda, como las que llevaban mis amigas—se para de la cama y guarda la blusa.

—Algún día, pequeña. En serio te prometo que haré todo lo posible para que seas feliz y sacarte de este infierno—mis palabras suenan firmes y seguras. En serio me voy a esforzar para que mi hermana sea feliz.

—Discúlpame porque a veces soy muy materialista y egoísta—baja la mirada y pone una cara triste. Veo que quiere llorar.

La verdad admito que a veces me preocupo más de lo normal.

—Shh, ya tranquila, para tu edad es completamente normal así que vamos, que traje algo de comida. No te pongas así, que me pondrás mal a mí—la guío hasta la puerta para poder salir de su habitación.

Desastre ColateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora