Desastre Colateral

Capítulo 63⚓

Me visto con unos simples jeans azules, que por cierto, ya están algo desgastados de tanto uso, y apenas tengo ropa. Me pongo una blusa de Star Wars color blanco y con las letras de color negro, y obviamente me pongo unas Converse negras, igual que mis jeans, ya están desgastadas, pero que mas da. Mi cabello con puntas azules lo recojo en una simple trenza de lado, por último me pongo mi chaqueta de cuero, el clima está algo helado, así que mi chaqueta me dará calor.

Cuando salgo de la habitación choco con el duro pecho de Nick.

—¡Joder! Fíjate por donde vas—le digo haciendo una mueca.

—Tú deberías de fijarte por donde caminas—espeta. Luego su mirada me recorre de pies a cabeza, cosa que hace que yo sienta avergüenza—¿A dónde vas?

—Qué te importa—últimamente estoy muy bipolar. Hasta yo me doy dolor de cabeza al tener esas actitudes.

—Sí, me importa—dice. Sus ojos azules se tornan un poco oscuros—Joder, dime a dónde vas.

Ignoro su comentario porque Neale se acerca a nosotros y ¡joder! Se ve muy guapo, pero realmente no tengo sentimientos por él.

—¿Nos vamos, Mila?—pregunta Neale.

El cuerpo de Nick se puso totalmente tenso. Podía ver su mirada de molestia total.

—Sí—respondo. Y le doy una mirada igual de molesta a Nick.

—Tú no te la llevas—Nick tiene un tono de voz molesto.

—Tranquilo, hermano. Sólo es una salida de amigos, además ya sabemos a quien pertenece ella—Neale sonríe, y hace una mirada de suficiencia, aunque Nick creo que se relajó del todo.

—Más te vale, Neale—espeta Nick.

Neale agarra mi mano y bajamos rápidamente los escalones.

¿A qué se refería con el hecho de decir que "pertenezco a alguien"? Es totalmente absurdo, yo no soy de nadie, soy libre, exceptuando que aún tengo dieciséis años, pero pronto cumpliría mis diecisiete años. Eso me molesta, no soy un jodido objeto para que hablen así de mí.

Neale me abre la puerta de su Dodge deportivo ¡Es increible! Soy mis autos favoritos, en el colegio he visto como unos cuantos estudiantes de penúltimo y último año, tienen éste tipo de autos.

El Dodge de Neale es de color negro con naranja, no le quedan nada mal esos colores. Por dentro los asientos son grises y de cuero.

—Lindo auto—digo dentro de éste.

—Lo sé—se encoge de hombros y sonríe.

Todo el trayecto al cine nos mantenemos en silencio, pero la verdad no es un silencio de incomodidad, sino tranquilo, y eso me agrada.

                        ⚓⚓⚓⚓ 

Neale y yo salimos del cine, charlando muy animadamente. Hoy el cine había un festival de películas basadas en una novela literaria. Obviamente muy feliz le dije a Neale que viéramos Catching Fire, es una de mis películas favoritas y me encanta como se da todo en la relación de Katniss Everdeen y Peeta Mellark.

Creo que por eso los libros de ciencia ficción son los mejores, el amor pasa a segundo plano, y la prioridad del personaje es salvar a su familia y hacer una rebelión. Los personajes principales de ese género, no son sumisos, es decir, algo en ellos los lleva a rebelarse contra el sistema de gobierno o algo que les molesta. Es simplemente genial. Vamos ¿quién en su vida querría ser una sumisa?

¡Ah, sí! Anastasia Steele. Quedé muy pero muy traumada al leer 50 Sombras de Grey, en mi vida volveré a leer algo así.

Y yo que venía con mi blusa de Star Wars, y ni siquiera estaba en el festival. Que lástima.

Neale y yo caminamos hacia su auto.

—¿Te gusto la película?—le pregunto a Neale.

—La verdad sí. Aunque más me gusto Katniss—eleva ambas cejas juguetonamente.

Pongo los ojos en blanco.

—¿En serio? Pensé que te había interesado la trama de la película.

—La trama está demasiado buena, pero Jennifer Lawrence, con cabello castaño, está mucho mejor—admite, mientras enciende el auto.

—Eres un caso perdido, Neale Delacroix—le digo, y hago una mueca.

—Lo sé, pero aún así sé que me amas—dice bromeando.

—Estás muy loco.

—Ludmila, no es por ser arrogante ni nada pero sé que tú vas a caer muy perdidamente enamorada de alguno de nosotros tres—dice, refiriéndose a él y sus dos hermanos.

Lo que dice me causa un poco de gracias. Admito que éste trío de hermanos son como ángeles caídos, pero ¿enamorarme de ellos? Ni en broma, apenas soporto mi bipolaridad junto con la de Nicholas. Y no sé por qué pienso en él, sí lo que Neale dice resulta ser cierto, juro que me pongo el nombre de Pocahontas. Aunque mejor no pensarlo, porque Nicholas ya está afectando una gran parte de mi sistema emocional y sentimental, cosa que no debería de hacer. Estoy haciendo de está mierda un típico cliché, ¡qué horror!, pero no a todas las personas les gusta lo cliché, pero hay algunas que sí.

Espíritus de los Delacroix ¡Ésto va de mal en peor! Estoy actuando tan inmaduramente, y yo que pensaba que ya era una persona madura. Que lindo ¿no?   

Últimamente he estado actuando muy inmaduramente, pero es parte de crecer. El problema es que no le tengo que dar a conocer esa faceta mía a mi hermana, no quiero que esto le afecte en algo. Quiero que mi hermana tenga una buena imagen de mí para que no cometa los mismos errores que yo.

—¿Por eso me trajiste al cine? ¿Para ver si me enamoraba de ti?—digo, con un tono de molestia en mi voz.

—No, claro que no—responde, y yo lo veo de mala manera—Ok, admito que al principio sí lo hice, pero después descarte esa idea. La verdad te veo como una buena amiga y una buena hermana.

—¿Amiga? ¿Hermana? Pero si tú y yo apenas hemos cruzado palabra—frunzo el ceño.

—Lo sé, pero eso no implica que no podamos hacerlo en un futuro muy próximo—sonríe.

Bueno, quizás sí podríamos llegar a ser muy buenos amigos. Desde que estoy en séptimo grado me aleje un poco mis amigos hombres, por juntarme con Abby, Sofía y Mónica, quizás es la hora de tener un buen amigo, al igual que Anthony. Los chicos suelen ser muy directos, y admiro eso, por eso me gusta tener chicos como amigos aunque no tenga muchos.

—Bueno, hay que pensar positivo—le digo. Él me sonríe.

Llegamos a su casa y ya está muy oscuro, se nos hizo tarde, pero valió la pena, ya que Catching Fire, es una de mis películas favoritas.

Neale y yo escuchamos música en toda la casa, ambos nos miramos como sino supieramos lo que está pasando, y la verdad, no sabíamos. Entramos a la casa, y nos sorprende ver a Nick completamente borracho y a muchas personas bailando y riendo.

Que emoción, ahora tenía que soportar a muchas personas borrachas diciendo ridiculeces.  

Un nuevo capítulo. Muchas gracias por leerme.

Besos derivados e integrados.