Capítulo 37⚓

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Pasé lo que restaba se la tarde con mi hermana. Ella siguió insistiendo en saber el nombre de la persona en la que estaba pensando, aunque yo no diría que mis pensamientos se basaban totalmente en Nicholas Delacroix, creo que me mi mente pensaba de todo un poco, si es posible. Estoy preocupada, seguro que cuando llegue a casa habrán muchos problemas, no les dije a mis padres que vendría al partido, así que llegaría algo tarde y eso implicaría problemas por no haber tenido la cena preparada a tiempo y quizás por ser una vagabunda buena para nada, como ellos solían decirme a veces.

Nos sentamos en unos asientos del medio para poder ver el partido, al llegar casi todos los asientos estaban llenos, sino fuera por Mónica y Lola, mi hermana y yo nos hubiésemos quedado paradas como dos troncos de árbol en algún lugar por ahí. Todas las chicas están muy emocionadas, era de esperarse...el motivo: Nick, Ryan, Anthony, Rob y quizás uno que otro jugador más. Las chicas gritaban como locas, aunque no solo habían chicas también habían chicos, pero ellos solo venían a ver los traseros de las porristas. Kelsey y Jennifer eran co-capitanas, ese fue el chisme muy bueno de este día, según Sofía.

Jennifer por molestar a Kelsey, presento las pruebas para ser porrista junto con sus amigas y como la mitad del equipo apoyó a Jennifer para ser capitana y la otra mitad apoyo a Kelsey, quedaron siendo co-capitanas. La verdad es raro que Kelsey sea capitana, puesto que con ella todo es arcoiris, mariposas y unicornios, es muy pasiva y amable, y lo más importante ¡No es rubia! Su cabello natural es negro, pero a ella le encanta teñírselo de muchos colores, así que en este momento su cabeza parece la de un unicornio, como dije antes arcoiris, mariposas y unicornios. Aunque por lo que he escuchado cuando se acuesta con los chicos, ella se convierte en tigre, león, puma o lo que sea que tenga que ver con la palabra salvaje.

No contaba con la pericia suficiente para saber sobre chicos, y tampoco es que fuera una persona bonansible con ellos. Me gustaba mantenerme al margen.

Dejo a Eliana con sus amigas, al menos se que esta noche ella dormirá tranquila y como todo un angelito, se quedará en casa de Lola.

—¡Ey, Ludmila!—Abby levanta su mano en modo de saludo—Pensé que no vendrías.

—La verdad tenía un dilema gracias a eso—hago una mueca, meto mis manos en los bolsillos de mi chaqueta de cuero.

—Siempre tan cortante—la voz se Karla llega a mis oídos ¡¿Pero que carajos hace Karla aquí?! Ella sonríe.

—La verdad me sorprende verte aquí—le sonrío.

—Ya sabes, quería distraerme de todo el trabajo de este colegio, además por un momento quería dejar de ser la enfermera que todos conocen—se encoje de hombros—.Además algunos chicos son demasiado guapos.

Todas ríen por su comentario y me limito a poner los ojos en blanco. La noche está muy fría, pero trato de soportarlo. El partido está a punto de comenzar, así que me siento en el lugar que ellas apartaron para mí, y juntas comemos hot-dog y tomamos una Coca-Cola, simplemente delicioso.

Todos los jugadores salen a la cancha y toman sus posiciones correspondientes, se mueve el balón y  comienza el juego.

Todas las chicas gritan muy emocionadas al ver a los chicos jugar. Creo que todas ellas andan muy alborozadas, y no conservan nada de mesura al verlos, pienso que se loa devoran con la mirada. Obvio que los demás chicos sentados por acá, ven los traseros de las porristas y hablan principalmente de Jennifer y Kelsey.

—Me encanta como se ven los chicos con ese uniforme—dice Sofía soltando  un suspiro enorme—hace que su trasero se vea mucho más grande y no decir de las otras cosas—Sofía muerde su labio en una forma muy pero muy pervertida.

Desastre ColateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora