Capítulo 59⚓

239 40 7
                                    

Han pasado tres jodidos días en que no soy capaz de tan siquiera mirar a Nick. Él probablemente tampoco quiera verme por lo de su Audi, pero vamos ¡Él tiene dinero! No entiendo porque se queja, actúa como un niño caprichudo, patético. En cambio yo iba a utilizar el dinero ganado para pagar deudas, agua, luz, teléfono y comida.

Después de haber cuidado a Natalia me vine directamente a mi casa. Karla , Emilia y Tania estaban reunidas aquí para poder hablar sobre lo sucedido.  

—¡Qué Nicholas hice que!—Tania está muy sorprendida por lo que hizo Nicholas y sus dos zorras.

—Y con eso termino la tregua que había entre bandas—dice Emi.

—Tania, esto va de mal en peor—digo.

Tania tiene la misma expresión de sorpresa y molestia cuando vi a Nick y sus zorras pelear.

—Lo sé, Lud—Karla da una calada a su cigarrillo—¡Mierda! Ahora estamos en conflicto con Devon.

—Quizás yo puedo ir a hablar con él—sugiera Tania mientras acomoda su cabello teñido de rubio oscuro. Su tono natural era negro, pero casi siempre se lo teñia.

—Tú tienes muchas ganas de morir—le digo, y tomo de mi lata de cerveza.

—Él no le hará nada, Lud—Emi cruza sus piernas.

—Es cierto, recuerda que Tania es su amor frustrado, su amor imposible, su crush—Karla eleva las cejas muy divertidamente.

Yo río ante eso. A Devon siempre le ha gustado Tania pero ella no siente nada por él, digamos que lo dejó en la friendzone. Después se enamoró de Emilia, pero paso lo mismo. Pero Tania siempre será su amor frustrado. Aunque quizás si Emilia y Tania iban a hablar con él, no sería mala idea.

Emilia es muy linda, tiene todo el cabello castaño oscuro con pequeñas trenzas, a pesar de ser de piel clara, le lucen bien. Y Tania también es linda, pero no podía arriesgar a las dos.

—Michael no te dejará ir—le recuerdo a Tania que tiene un novio.

—No le diré, pero quiero al menos tener a dos personas cuidando mi espalda, ya saben a lo que me refiero—toma de su lata de cerveza.

Revolver, navajas, cualquier tipo de arma, a eso se refería. Muy pocas veces había utilizado un arma, estábamos en son de paz, así que yo no tenía necesidad de usarla, además la banda de Abraham casi nunca se involucrada con las bandas, así que podría decirse que nuestra banda era paz y amor...hasta lo de Nick, Ryan y Rob.

—No me voy a humillar a los demás integrantes todo por el idiota de Nick—espeto.

—No, no estamos hablando de humillarnos, pero si lo vez de un punto de vista diferente: no tenemos muchos miembros en la banda como la de Devon y nosotros no hacemos cosas malas. Estábamos en el club por pelear, porque necesitábamos el dinero, no por otra cosa. Pero necesitamos seguridad más que todo en este momento, Devon no se quedará de brazos cruzados porque tj lo venciste, Lud—explica Emilia.

—Apoyo lo que dice Emi—Karla se levanta de la silla—No estamos aliados con la mafia, Devon sí. Ya sabes lo que dicen: mas vale tener a tu enemigo vigilado y cerca.

—¿Cuándo irías a hablar con él?—pregunto mientras veo el pequeño jardín trasero de mi casa.

—¿Cuándo quieren ustedes?

—Le avisaré a Abraham. Así no estamos solas en esto—dice Emilia.

Sólo asiento y nos ponemos a organizar todo esto. Sé que Devon va a querer algo a cambio de paz, y la respuesta me preocupa.

Desastre ColateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora