—Anthony—digo apenas en un sonido audible, pero el si pareció escucharlo. Detrás de él están Jeremy y Michael—Hola, chicos—finjo una sonrisa—, linda noche ¿no es así?
—Para ti, es más que una linda noche—Michael está molesto. Espero no le diga nada Tania ¡Tania! Ojalá y no este por aquí.
—Yo...yo—tartamudeo. Veo detrás de ellos que Nick está burlándose de mí y disfrutando el momento.
—¿Hay alguna explicación para esto—Jeremy, al igual que Michael y Anthony, está molesto.
—Sólo estaba ¿bailando?—digo, y trago en seco.
—¿A eso le llamas bailar?—Anthony se cruza de brazos y frunce el ceño.
—¡Calláte!—veo acusatoriamente a Michael—Y tú porque no mejor te vas con Tania.
—Ella tenía muchas tareas de la universidad, ya la lleve a su casa, pero me pidió que te vigilara—termina por decir.
—¿Qué me vigilaras?
—Tania sabía que vendrías—dice Jeremy.
—¿Cómo, cuándo y dónde?—exijo saber.
Me cruzo de brazos y los veo molesta ¿Desde cuándo me tienen muy vigilada?
—Yo sabía que Abby te había dicho lo de la fiesta, así que le dije a Jeremy, que se lo dijo a Michael, y él se lo dijo a Tania—me explica Anthony, muy detalladamente.
—¿Es una broma?—pongo los ojos en blanco.
—Ya ves que no, Ludmila—Jeremy me agarra del brazo y me guía hacia dentro de la casa.
Anthony se pone tenso y me ve de pies a cabeza.
—Jeremy, yo la cuidaré. Tú y Michael pueden irse, si es lo que quieren—la voz de Anthony, que derrocha amabilidad.
Ellos me ven, y asienten. Ambos se despiden de nosotros y se van.
—¿Quieres bailar conmigo?—pregunta Anthony, con una sonrisa adornando su rostro.
—Está bien—acepto.
Que más da, somos amigos, bailar con él no me incomoda en nada. Sus ojos verdes esmeralda se clavan en los míos, no sé pero veo algo más en él que quiere decirme pero no puede. Pero no, no quiero tomarle importancia a cualquier detalle, sólo quiero disfrutar el momento y ya.
Miro a donde se supone que está Nick, y sí, él sigue ahí, ahora ya no está con la pelirroja, sino con la chica de cabello de colores como los de un unicornio, Kelsey. Ella se ve un poco más decente con el vestido rosado que al menos está diez centímetros más abajo de su trasero. Por otro lado la rubia, Jennifer, está que explota, creo que debe de estar más enojada que Hulk cuando se transforma, pero rápidamente se consigo un chico.
Que relación más rara, pienso.
Aunque las relaciones de poliamor, son similares a ésta. Sonrío para mis adentros. Últimamente he tenido pensamientos muy raros y locos.
Anthony pasa sus manos por mi pequeña cintura. Yo sólo sonrío, no quiero hacer el momento incómodo. Tomo un largo trago de mi cerveza, cosa que hace que baile "más sexy". Hago lo mismo que con el chico anterior que estaba bailando; pongo las manos de Anthony en el dobladillo de mi blusa, y él adentra sus manos. Eso me hace dar escalofríos, sus manos estaban muy frías en comparación con mi piel cálida. Sus manos tocan la piel de mi espalda y cintura, y me acerca más a su cuerpo.
Ya no decido mirar a Nick, sólo quiero disfrutar el momento. Anthony acerca su rostro al mío, y trata de besarme pero antes de que eso suceda, otra vez, alguien me aleja de mi acompañante. Pensé que Jeremy y Michael se habían ido, me doy vuelta para encararlos.
—¡¿Pero qué demonios les...—oh mierda. Nick está con Nate, y ambos parecen molestos.
¡Espíritus de los sexys! ¡Tengan piedad de mí y misericordia de ésta pobre mortal bicho raro!
—Hola, Ludmila—saluda Nate. En su sonrisa es de suficiencia.
—Hola y adiós—digo para volver a bailar con Anthony.
Una mano me jala y choco con los pectorales de acero de Nicholas. Nate le da una mala mirada a Anthony y Nick me aleja de él.
—¡Suéltame!—le digo golpeándolo en el brazo.
—Deja de hacer eso que ni siquiera me haces cosquillas—da fuerza a su agarre haciendo que gima de dolor.
—Me estás lastimando—le aviso. Afloja su agarre y pone una expresión en la mirada que podría decirse que es de arrepentimiento.
—¿Por qué diablos bailabas con Anthony?—me espeta.
Ambos entramos a lo que parece ser el estudio de su padre.
—¡Qué te importa! Mejor vete con la pelirroja o con la cabello de unicornio de Kelsey.
Hay una sonrisa de malicia en su rostro. Eleva una ceja.
—Ludmila Montenegro—me llama—, ¿estás celosa?
Definitavamente, Nicholas Delacroix, enloqueció más que el Sombrero de Alicia En El País De Las Maravillas.
—Ni en tus sueños más húmedos—enarco una ceja.
—Créeme que en mis sueños más húmedos te estoy haciendo mía de todas las formas posibles—da un paso hacia mí.
Los espíritus del sexo han tomado posesión del cuerpo de Nicholas, aunque pensándolo mejor, quizás sea porque está borracho.
Mi cara arde de la vergüenza. A mí nadie me ha dicho que decir en este tipo de situaciones demasiado incómodas y con la tensión sexual hasta el tope.
—¿Te gusta Pikachú o Mickey Mouse?—logro balbucear.
¡Que pendeja eres, Ludmila! ¿acaso no se te ocurrió preguntar sí aún veía Winnie Pooh?
Que desastre soy.
—Sí, cuando era niño, pero en este momento me interesa otra cosa—sus labios se juntan con los míos. Su beso es lleno de lujuria y deseo.
Su boca sabe a cigarrillo, alcohol y a tic-tacs, es jodidamente delicioso, es un sabor demasiado adictivo, mi cuerpo en cualquier momento puede perder el control y llevarme a hacer cosas imaginables e inexplicables.
Su lengua me pide acceso a mi boca, y se lo doy. Comienza a jugar con el piercing de mi lengua, y me crea muchas sensaciones en mi estómago. Esto se sienta malditamente bien, más que bien. Es como tocar el cielo con las manos y los labios.
Lo bueno no dura para siempre, así que cuando nos faltaba el aire nos tuvimos que separar. Nuestras respiraciones muy agitadas se mezclaban. Él apoya su frente en la mía.
—Bésame—suplico. Una parte de mi quería seguir con esto y ver hasta donde podía llegar.
Nick sonríe y vuelve a besarme. Vuelvo a sentir ese sabor tan magníficamente adictivo.
Hola, criaturas de wattpad, aquí un capítulo nuevo. Muchas gracias por la paciencia y por leerme.
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Instagram: itspandemoniumBesos derivados e integrados.
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Desastre Colateral
Teen FictionLudmila, ella se definía como un desastre colatetal. Sus problemas son la mayor carga sobre sus hombros. Pero ella tiene un ancla a la vida, su hermana, Eliana. Nicholas, egocéntrico y la competencia intelectual de Ludmila. Un chico que vive entre...