La directora Montés está parada ahí con una cara de esas que dice que nos quiere matar a ambos. Nick no se encuentra tan sorprendido, supongo que ya ha de estar acostumbrado a que lo encuentren en este tipo de escenas, pero yo no, en este momento mi cara estaba tirada en el piso por la vergüenza. La mirada frívola de la directora me pone los pelos de punta. Su cabello negro está en un moño alto y su piel canela la hace ver mucho más latina, a pesar tener cuarenta y ocho años, se ve un poco más joven y no digamos de su cuerpo.
—¡¿Qué está pasando aquí?!—sus manos están en su cintura.
De ésta no me salvo. Hoy sí estoy perdida. Veo a Nick buscando una respuesta a lo que decir o hacer.
—Directora Montés, Ludmila y yo solo estábamos hablando sobre la broma que siempre se hace el último día de clases—pasa una mano por su cabello desordenado ¡Que sexy!
Yo me quedo congelada, no sé que decir, nunca he estado en este tipo de situaciones tan vergonzosas.
—¿Es cierto, señorita Montenegro?—se acerca hacia mí.
Lo pienso unos segundos y la sé que pensarlo está demás.
—Si, directora Montés.
—Me parece muy raro que usted y el señor Delacroix decidan organizar la broma de fin de curso juntos.
—Es que...yo—balbuceé.
Veo a Nick para que trata de ayudarme.
—Ahora somos amigos—Nick se acerca a mí y pasa un brazo por mis hombros—, somos inseparables...
—Creo que ya fue suficiente—digo entre dientes.
—Aún no me convencen, a usted—señala a Nicholas—lo he encontrado en lugares como éste y con escenas desagradable para mis ojos—me ahora me mira a mí—Y usted, señorita Montenegro ha tenido una conducta impecable como para no imaginar lo peor de usted.
Bajo la mirada, creo que ella me está intimidando mucho.
—Directora Montés, le estoy diciendo la verdad—Nick nos defiende—, jamás estaría con alguien como Ludmila.
¡¿Qué mierda te pasa por la cabeza, Nick?!
De alguna forma sus palabras hirieron mis sentimientos, quizás es por el hecho de que hay un porcentaje grande de razón en sus palabras. Ningún hombre en el mundo se fijará en un bicho raro como yo. Pero luego recuerdo que tengo una dignidad que defender y se me pasa.
—Él tiene razón, directora Montés. Pienso lo mismo que él, jamás estaría con una persona como Nick, ya sabe, narcisista, mimado y probablemente con una vida muy aburrida.
Unos alumnos de primer año se habían agrupado para ver lo que estaba sucediendo. Las chicas de primer año me miraban con odio y rabia, quizás porque era yo la que estaba a la par de Nick y no ellas. Ambos salimos de la habitación quedando todavía mucho más a la vista de todos.
—Ella tiene razón, yo tampoco estaría con una chica aburrida e inexperta. Seria algo desesperante—él hace una mueca.
Lo veo molesta.
—¿Así? Pues yo tampoco estaría con una persona que ni siquiera sabe besar y es patético—lo veo molesta.
—Quizás si esa persona no fuera tan inocente e ingenua le habría hecho más cosas—masculla.
Reacciono de lo que él acaba de decir.La directora Montés mira de Nick a mí.
—¡Están castigados! Y señorita Montenegro—me señala—, esto dejará una gran mancha en su excelente conducta.
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Desastre Colateral
Teen FictionLudmila, ella se definía como un desastre colatetal. Sus problemas son la mayor carga sobre sus hombros. Pero ella tiene un ancla a la vida, su hermana, Eliana. Nicholas, egocéntrico y la competencia intelectual de Ludmila. Un chico que vive entre...