Capítulo 18⚓

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Después del mensaje, trate de no ponerme paranoica. Quizás podría haber sido una broma.

Al día siguiente tenía que volver a ir a la casa de Ashley. Lo cual ya me parecía algo absurdo teniendo en cuenta que yo no era su amiga. Como siempre cada quien hacía lo que habíamos decido en grupo. Hoy solo Rita está con Ashley, pero falta Charlotte, ella sí es una integrante de este grupo.

—¿Cómo vas?—me pregunta Anthony.

—Pues yo digo que bien, ¿y tú?.

—Pues bien, aunque Ryan no entiende ni una sola palabra de lo que investigamos.—él esboza una sonrisa.

—¡Que raro!—digo con evidente sarcasmo.

Creo que Ryan me escucha porque me lanza una mirada molesta con esos ojos verdes que tiene. Yo le doy una sonrisa finjida, para ignorar su mira con desdén.

—Creo que ya me canse de investigar—dice Rita, como si ella estuviera en nuestro grupo.

—Tú no estas con nosotros, Rita. Además le estás quitando el tiempo a Ashley, no entiendo porque la necesidad de estar siempre juntas
—suelta de repente Ryan. Creo que por fín él dijo algo tan considerable y razonable.

—Yo puedo venir aquí a la hora que se me de la regalada gana, Ryan.—le espeta Rita.

—Por favor, ¿pueden parar de pelearse?—dice Ashley.

—¿Cómo van todos?—les pregunto, miro a Ashley—No hagas lo que tenía que hacer Charlotte, que se ponga al día.

—Tú no eres quien para decirle a Ashley lo que tiene que hacer.—me espeta Rita.

—Está bien, Ludmila—se limita a decirme. Que raro que ella me haya contestado tan normal. Creo qui quizás si entiende que si hace lo que le correspondía a Charlotte terminará mucho más tarde que todos nosotros.

—Creo que haremos un poco más y nos vamos.—me dice Anthony, yo asiento.

Se escuchan pasos cerca, acompañados de unas voces tan familiares, pero a la vez tan estresantes para mis oídos. Charlotte y Rob.

—Perdón por llegar tarde, tenía algunas cosas que hacer.—dice ella, viendo a su acompañante, Rob. Vienen agarrados de la mano.

—Me disculpo por ella, es que le hice perder mucho tiempo.—dice Rob con una sonrisa de picardía y viendo a Ryan. No me quiero imaginar por qué perdieron mucho tiempo.

—Me imagino el por qué.—dice Ryan.

Yo prefería mantenerme al margen todo esto. Seguí escribiendo el ensayo extra que el profesor Kirck había pedido a última hora para el trabajo.

—Todos los presentes aquí se imaginan el por qué.—dice Nick apoyándose en el marco de la puerta de la habitación de Ashley.

Hoy habíamos decidido mejor trabajar en la habitación de ella, igual era de espaciosa como el comedor y tenía una pequeña mesa donde solo yo trabajaba, los demás estaban sentados en el suelo o en la cama, con la laptop en las piernas.

—Cállate, Nick—le dice Charlotte.

—Amigo, no vuelvas a dar opiniones—dice Rob, riéndose.

La verdad me sentía más fuera de lugar que nunca, no sólo porque todos los que me rodeaban tenían dinero, sino experiencias en algunas cosas que yo no había experimentado aún. Besos, citas, caricias demás...sexo, etc.

—Ni que fuera cosa del otro mundo—dice Ryan, se encoge de hombros—.Además, todos aquí ya han hecho esas cosas de las que Charlotte y Rob a veces niegan—él se ríe.

Desastre ColateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora