La idea tan patética, rara y tonta de Charlotte y Ashley, estaba dando vueltas en mi cabeza. ¿En serio puede llegar a funcionar? Es un show y una subasta muy rara, hecha para adolescentes con hormonas liberales.
Como tú, dice mi maravillosa conciencia.
Sí, definitivamente yo estoy fuera de control, me estoy dejando llevar por lo que siento y olvido al estar con Nick.
Nick es una mi droga para olvidar todo, un escape de mi vida.
Y yo estoy muy mal, pero muy mal, creyendo eso.
Soy una enferma.
Creo que mis amigas deberían de haber estado presentes en la reunión. Ni siquiera yo entiendo que quieren, Ashley y Charlotte. Es que si lo analizas de un punto, es algo inmaduro, pero si lo analizas de otro lado, ayudarás a una buena causa. El riesgo vale la pena.
Patrick me había dicho que yo era la que tenía que convencer a Sofía para que en su fiesta se llevara a cabo todas estás ideas descabelladas. Y bien, aquí estoy esperando a mi amiga en la piscina del colegio. Después de entrenar un largo rato con la profesora Sanz, la piscina ha quedado desierta, y no puedo ir a cambiarme, porque he olvidado mis cosas en mi casillero, así que Sofía, como buena amiga que es, después de cambiarse y ducharse iría por mi ropa. Aunque eso le lleve una eternidad.
Me dispongo a nadar un rato, pues los profesores están en una reunión de emergencia, así que la última clase que era Ciencias Sociales, no la recibiré. Faltan aproximadamente cincuenta minutos para salir del colegio, estoy muy agradecida por eso. Nado para relajarme y poder ejercitarme un poco. Escucho como Sofía u otra chica vuelve a meterse a la piscina.
¿No se supone que se tendría que estar duchando o trayendo mis cosas?
Pero apuesto a que Sofía es la que está dentro de la piscina. Desde el otro lado de la piscina le grito:
-¡Joder, Sofía! ¡Deja de bucear y ve por mis cosas!-intento salir de la piscina, pero ella me jala, quedo entra la pared y...¡Por la vida de las virgenes, que también es mi vida!
Mi respiración se comienza a acelerar y...
¡Joder! ¿Qué hago?
-Hola, Ludmila-Nick pone sus brazos a ambos lados de la pared de la piscina.
-Hola-intento sonar indiferente. Pongo los ojos en blanco-, sino es tanta molestia ¿me puedes dejar salir de la piscina?
Los ojos de Nick observan todo mi cuerpo. Me alegro de que mi traje de baño se entero, una simple bañador de color negro.
-No, tú y yo aún tenemos asuntos pendientes-dice muy cerca de mis labios. No, hoy no volveré a caer...por centésima vez.
Tengo que demostrar que por lo menos hago una cosa buena en mi vida, y esa cosa es alejarme de Nick.
-¿Asuntos pendientes? ¿De qué hablas?-me hago la desentendida.
-Mila, no finjas, eso ya no te queda. Por fin he derretido tu corazón de hielo, he derribado todas las paredes que estaban alrededor de tu corazón. Sé que tú también piensas en mí como yo en ti, y sé que mueres por besarme en este momento-su nariz pasa por todo mi cuello. Mi cuerpo se estremece y no puedo evitar soltar un pequeño jadeo.
Él sonríe aún con su rostro en mi cuello.
-¿Qué te hace suponer eso? -pregunto tratando de controlar mi respiración.
-Porque miras mis labios cada vez que puedes y en este momento te estás mordiendo el labio-sus dedos delinean mis labios-Tus ojos y tu boca reflejan que me deseas.
Muerde mi labio inferior. Pero esto es un juego, yo no me he enamorado de él ¿cierto? Pero yo quiero algo serio, o quizás nada. Mi padre ha sido y es el primero en romper mi corazón y ahora yo no quiero nada con nadie. Todo lo ha destruido él. Por la forma en que me ha tratado, los golpes y las humillaciones, todo duele aún en mi corazón.
No sé por qué a veces soy inmadura dejando que Nick sea mi droga favorita.
Quizás es la falta de pericia con los chicos, y yo quiero sentir aunque sea una vez en la vida que alguien me protege.
Seguro debe de ser eso.
Pero los golpes y las humillaciones de mi padre vienen a mi cabeza como si de una película de terror se tratara.
Una lagrima se escapa a causa de esos pensamientos.
-¿Qué pasa?-dice Nick. Con su pulgar limpia mi mejilla.
Niego con la cabeza. Intento escapar de su agarre pero es imposible. Intento dejar de pensar en eso, en mi padre, y esa es la razón por la cual yo pienso que no quiero o no merezco una historia de amor.
-Dime, por favor-suplica. Apoya su frente en la mía. Vuelvo a negar-, no me gusta verte así-admite.
No sé porque de un momento para otro me he vuelto tan bipolar. Pero es inevitable que los recuerdos lleguen a mi mente, es algo que no puedo controlar, una parte de mí ya está hecha un desastre. A veces, cuando me la estoy pasando demasiado bien con mis amigos, en un pequeño espacio de tiempo, los recuerdos llegan y golpean una parte de mi corazón, esa parte que ya está dañada y quizás nunca se vaya a reparar. Trato de parecer fuerte, porque pensar en ello, no me lleva a nada bueno, como en este momento.
-¿Puedes dejarme salir, por favor?-vuelvo a recuperar la compostura. Y me atrevo a ver esos ojos azules de Nick.
-Pero con una condición-su voz suena muy dulce, cosa que se me hace raro.
Estar dentro de la piscina ya me está dando algo de frío.
-¿Cuál?-murmuro. Las manos de Nicholas van a mis piernas, haciendo que estás se puedan enrollar en su cintura.
-Bésame-pide. Jamás en mi vida pensé que Nicholas Delacroix pidiera o rogaría por un beso.
No sé, ya no quiero estar así. Me desequilibra emocionalmente, me vuelve una chica inestable.
-Pero que sea el último, ¿lo puedes prometer?-le digo.
-Trataré de cumplir.
No tengo tiempo de replicarle porque él toma mi boca entre la suya. Aún no puedo creer que sea la maldita y típica chica que cae siempre en el mismo juego.
¡Joder! Si esto es una historia, está mal escrita y de seguro yo debo de ser la autora.
A pesar de estar en el agua, siento un calor en mi vientre, y es muy intenso. Sus manos me pegan más a él, su cuerpo reacciona de una manera muy intensa al estar demasiado cerca. Me besa con puro deseo y yo sólo quiero más de esto.
Un carraspeo nos hace separarnos rápidamente.
¡Espíritus de las vírgenes! Todo va de mal en peor.
Y así es como, yo, Ludmila Montenegro, tiene muy pero muy mala suerte.
Gracias por leerme, esta historia significa mucho para mí, ya que es la primera que me animé a publicar.
Gracias por tenerme mucha paciencia.
Besos derivados e integrados.
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Desastre Colateral
Novela JuvenilLudmila, ella se definía como un desastre colatetal. Sus problemas son la mayor carga sobre sus hombros. Pero ella tiene un ancla a la vida, su hermana, Eliana. Nicholas, egocéntrico y la competencia intelectual de Ludmila. Un chico que vive entre...