Capítulo 35⚓

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Estoy muy mojada gracias a la venganza de Nick. Antes de ir a limpiar el gimnasio busco si tengo ropa seca en mi casillero y para mi buena suerte ¡Sí tengo ropa! Una blusa que es parte del uniforme del colegio y unos pantalones que utilizo en deportes. Voy al baño de las chicas a ponerme la ropa, agarro una toalla  y me meto en la ducha. Dejo caer el agua sobre mi cuerpo y aún no entiendo lo que acabo de hacer.

¡Le di mi primer beso a Nicholas!

Eso me frustra porque no sé que sentir, es como si un remolino de emociones habita en mi interior, así que lloro de la frustración, lloro por lo que me ha pasado, lloro porque mis padres no me quieren, lloro por un mal cumpleaños. Es uno de esos momento en que he aguantado demasiado y llegó el momento de sacar todo de mí, es momento de soltar por un momento el ancla que me mantiene cuerda y sujeta a la vida, aunque sea por unos diez minutos, pero Eliana, mi ancla de acero, no puedo soltarla ¿Qué será su vida sin mí? Pero descarto ese pensamiento tan horrible de mi pensamiento.

Salgo limpiando mis lagrimas y me coloco la toalla para cubrir mi cuerpo. Escucho pasos detrás de mí.

—¿Qué haces aquí, Nick?—lo veo molesta, no puedo controlar la bipolaridad en mí.

—Yo...yo sólo quería verte Lud—la melancolía está en su voz—Y quería disculparme por lo de hoy.

—¿Por qué? ¿Por ser un idiota?¿Por torturarme de esa manera tan sexy para tener mi primer beso?

—Por obligarte de esa manera a que me besaras...aunque admite que lo disfrutaste.

—Deja de molestarme, ya te di lo que querías, así que por favor, déjame en paz—siseo muy molesta

—¿Vendrás al partido de está noche—sus manos se meten en los bolsillos de su pantalón.

—No sé, hoy perdí tiempo—digo la verdad—Por tu culpa—lo apunto con mi dedo acusatoriamente.

—Lo siento, pero necesitaba tener ese beso, necesitaba besarte—se acerca a mí—Entonces ¿Vendrás?

Quizás ir al partido ayudaría a despejar mi mente.

—Está bien—ruedo los ojos—Ahora vete del baño de las chicas y déjame ponerme la ropa en paz.

—No, no quiero que te la pongas—tira de mi mano y me abraza—Aún no.

—¿Qué te pasa? Suéltame—intento apartarme de él, pero es un intento fallido.

—Aún no—me da la vuelta y mueve mi cabello a un lado, dejando mi espalda al descubierto, agarro más fuerte la toalla para que no se caiga—Lindo tatuaje—dice dando pequeños besos en él—¿Por qué el sol y la luna?—toca la parte de arriba de mi espalda. El tatuaje es minimalista, así que no pasa los cinco centímetros.

—Ambos se complementan—digo recordando el motivo por el cual lo hice—El sol le da luz a la luna para que brille, y sin la luna, el sol no pudiera hacer brillar algo más que no fuese sólo el planeta en el día. La noche sería monótona.

—¿Y el ancla?—agarra mi muñeca entre sus manos, hace que yo vea el tatuaje.

—Es el más importante.

—¿Por qué?

—Nosotros somos un barco y tenemos un ancla que nos sostiene a la vida, sin ella, nosotros nos iríamos y probablemente sin esa ancla el barco puede naufragar y los tripulantes morir—mis palabras salen automáticamente de mi boca, mis ojos están fijos en un lugar pero mi mente está en otro lugar.

—Eso fue muy metafórico e inspirador—me atrae a su cuerpo y mi espalda choca con su pecho.

—Sí, lo sé—suspiro.

—Lud—me voltea y quedo frente a frente con él—¿Me darías otro beso?—acomoda mi cabello en mi espalda.

—Me estás pidiendo demasiado, no puedo bajarte la luna y las estrellas en un solo día, al menos, yo no podría—mi voz sale monótona.

—Lo sé, pero lo necesito, por favor—su voz y su mirada suplican.

Las emociones hacían estragos en mí, los problemas, la vida, todo. Necesita el trago de tequila y las tic-tacs para calmar esto, pero no sé si podría controlarlo un tiempo después, definitivamente me volvería una adicta. Así cuando te vuelves adicta a las redes sociales, a los libros...a wattpad. 

Asiento y no pasan ni dos segundos cuando tengo sus labios sobre los míos, su lengua busca desesperadamente entrar a mi boca, le permito el acceso y juega con mi piercing, muerde mi labio inferior y exclamó de dolor, pero la verdad se siente bien. Mis manos se sujetan a su cuello y las de el están en toda mi espalda moviéndose desesperadamente. Esto era un éxtasis exquisito.

Nunca pensé que besar se sintiera de esta manera.

Todo se borra de golpe, y en este momento no soy Ludmila Montenegro, la chica a la que sus padres tratan mal. En este momento, simplemente soy Ludmila Montenegro, la joven chica que está dando sus primeros besos, la chica que disfruta de los labios de otra persona.  

Pero no todo es perfecto, no todo dura para siempre, ambos fuimos interrumpidos por la voz profesora de deportes, la señorita Sanz.

Ambos nos separamos rápidamente, gracias a los espíritus de los primeros besos, su voz se escucha fuera del baño, pero obviamente gritando mi nombre.

—¡Montenegro! Todo tiene que estar impecable para hoy, deje de holgazanear—dice con su típica voz fuerte, al mismo tiempo que toca la puerta.

—Lo siento, señorita Sanz pero tuve una emergencia femenina.

—¿La que le viene cada mes?—pregunta ella, Nick comienza a reírse suavemente y esconde su rostro en mi cuello.

—Sí, señorita, ese tipo de emergencia —respondo, Nick comienza a dar pequeños besos en mi mandíbula y cuello—Estate quieto—le digo en un murmuro para que ella no nos escuche.

—La entiendo, señorita. Espero que usted se de prisa, que ese gimnasio no se limpiará solo.

—¡Sí, señorita!—grito. Escucho como se aleja del baño de las chicas.

Nick se ríe muy fuerte todo por el inconveniente con la señorita Sanz. Me ve curiosamente y dice:

—¿En serio? ¿La regla?—lo veo ruborizarse—¿No se te ocurrió una mejor excusa? Hubiera sido más fácil decir:—muerde mi labio inferior—Señorita Sanz, estoy besándome muy apasionadamente con el chico más bueno del colegio, así que no moleste—imita mi voz.

—¡Callate! ¡Así no hablo yo!—lo golpeo en su pecho.

—Ya lo sé, pero te vez tierna cuando te enojas.

—No digas eso—cubro mi rostro con las manos.

—¿Puedes darme un otro beso?—él pregunta.

—¿Cuántos besos piensas pedirme?—frunzo el ceño.

—Los que sean necesarios.

Esta vez la que inicia el beso soy yo, y con eso iniciamos una segunda ronda de besos. 











Hola, copitos integrados y derivados. Espero estén muy bien.

Se me ha hecho muy difícil actualizar por mi curso de matemática intensiva.

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Besos derivados e integrados. Gracias por leerme.

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