Capítulo 54⚓

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Neale se ofreció para cuidar a Natalia por el tiempo que fuera necesario, Nick al final de todo no quiso acompañarme al entrenamiento, así que Nate está conmigo. Tenía que ir a entrenar para evitar recibir la paliza de mi vida. Al parecer la chica con la que me iba a enfrentar tenía experiencia, era un poco más alta que yo. Aún no la conocía en persona.

—Vamos al cuadrilátero—dice Abraham ya con los guantes de boxeo puesto.

Yo lo sigo. Saludo a Emi que está entrenando al igual que yo.

—Que sexy te ves vestida así—dice Nate viéndome de pies a cabeza.

—Deja de molestar—pongo los ojos en blanco.

Nate estaba en el cuadrilátero, y no entiendo porque, probablemente hoy tenía ganas de recibir un golpe por estar donde no debe.

—¡Ay!—exclamó de dolor al recibir un golpe bajo por parte de Abraham.

—Tienes que estar concentrada, Montenegro—ordena.

—Ok.

Abraham comienza a dar golpes, en este momento yo los tengo que evitar, según él tenía que aprender a ser más rápida al momento de esquivar golpes. Poco a poco voy hacia atrás. Abraham es muy bueno en el boxeo.

—No lo estás haciendo mal, pero trata de no moverte mucho—ordena.

Yo asiento y vuelvo a repetir el ejercicio. Pasado media hora decide practicar los ganchos y golpes. Se coloca los guantes al igual que yo.

—Bien, tienes que dar golpes y a veces esquivar los que yo daré—dice él.

Yo asiento. Él siempre me dice lo que yo tengo que hacer, aunque ya lo haya repetido mil veces.

Comienzo a golpear lo más fuerte que puedo, él me trata de golpearme pero lo esquivo. Supongo que voy  bien. Me muevo rápido y doy golpes rápidos y fuertes. Nate por estar de metido en el ring, le di un golpe sin querer.

—¡Ludmila!—dice cuando mi mano con el guante de boxeo impacto en su mejilla.

—¡Mierda, Nate! ¿Por qué rayos estás en el ring?

—Quería ver más de cerca.

—Por ver más de cerca ahora tienes un lindo color morado en ma mejilla—me burlo.

—Me debes una—sonríe de una forma muy sexy.

—¿Por qué?

—Por ésto—señala su mejilla.

—En mi defensa: fue tu culpa por estar metido en donde no debes—me encojo de hombros.

Él agarra mis brazos y me pega a su cuerpo.

—En mi defensa: tú me golpeaste—acerca sus labios a mi oído—Me debes una—muerde el lóbulo de mi oreja.

Lo alejo de mí y lo veo de mala manera.

—No te pases del Polo Norte al Sur, Nate—le doy un suave golpe en el pecho.

—Después de tu entreno, saldremos—anuncia.

Niego pero a la vez me causa un poco de diversión ésta situación.

                            ⚓⚓⚓⚓

Nate parquea su costoso Audi en en frente del Big Bang. Extrañaba éste lugar y a Julissa. Él abre la puerta del copiloto para que yo baje.

Le agradezco el gesto. Caminamos y entramos al Big Bang. Es muy colorido y está decorado con algunas pinturas de planetas y todo de acuerdo a la temática. Nos sentamos en una mesa al fondo.

Desastre ColateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora