Me veo en el espejo y arreglo mis dos trenzas, ajusto mi banda azul en el brazo, que indica que pertenezco al bando de Abraham. Gracias al espíritu de Rocky Balboa pude llegar a tiempo. Al parecer mi contrincante se había retrasado un poco, así que eso me daba ventaja para calentar y practicar. Abraham y yo practicamos unos quince minutos, y me aconsejo como el entrenador que es.
El club estaba muy lleno, había demasiada gente dentro y fuera de él, puesto que después se harían las carreras de autos y motos, incluso iban a ver competencias de baile callejeras y rap. Si señores, esto pasa cada vez que la mafia patrocina a ciertas personas, así que esto es una fiesta de locos.
Las apuestas estaban a la orden del día, por eso la mafia y bandas pertenecientes a la misma estaban presentes. El botín de hoy era en euros, cosa que sucedía cada dos meses. Hoy se aprovechaba también para la entrega de mercadería y yo sé a lo que me refiero, se entregan maletas por aquí y por allá con drogas dentro de ellas. Mis padres de vez en cuando venían a éste club, hoy era una de esas noches, mi padre tuvo una pelea unas horas antes que yo, por lo que sé, fue el ganador, cosa que no me sorprende.
Supongo que ahorita ellos han de estar en algún bar con sus amigos malgastando el dinero que mi padre ganó hoy.
A lo lejos veo a la chicas, que discretamente tienen sus propios guardaespaldas.
—¡Hola!—Abby me saluda—que sexy te ves vestida así—me ve de pies a cabeza.
—Abby, no comiences—entrecierro los ojos.
—¡Vi a Ryan, Rob y a Nick!—grita Mónica por el ruido que hace la multitud al presenciar una riña.
Pensé que Nick no iba a venir, supuse que iba a estar ocupado con su exclusiva zorra.
—¿En serio?—Mónica asiente, pongo los ojos en blanco—Este lugar ya se contagio de puros niños de papi y mami.
—¡Ludmila!—gritan mis tres amigas presentes.
—Lo siento, no me recordaba de que ustedes viven en un palacio hecho de oro—bromeo.
Ellas me dan una mirada de total molestia, pero sé que lo hacen en broma.
Muchas personas se están inscribiendo para las peleas extra que habrán está noche, la diferencia es que son peleas callejeras, sin reglas, sólo personas listas para lanzar puños. Emilia y yo haremos pareja está noche, es mi primera pelea callejera, así que no sé que pueda pasar, pero tenía que arriesgarme. Todo sea por ganarle a la banda de Devon. Dylan también estará en una pelea, así que no dudo que Jess y Leila estén por aquí.
Veo a Abraham y se acerca a mí.
—Tu contrincante está aquí—
automáticamente volteo mi rostro para verla mejor.Era un poco más alta yo, quizás ¡diez centímetros más alta! Es una chica morena, su tono de piel es un poco más oscuro que el míl, su cabello negro con rizos negros está atado en un simple moño.
—Su nombre es Yadira—dice Abraham—, su padre es de Guatemala y su madre de Cuba, colaboran con algunos estafadores, así que ten cuidado. Aunque por lo que sé, ella es diferente a sus padres, le gusta jugar limpio.
¡Mierda elevada a la décima potencia por mil! Creo que la pelea doy estará muy reñida. La morena me sonríe, pero yo sé que como mi contrincante quiere que su puño de directamente a mi cara.
—Creo que es mejor ir a los vestidores—sugiero.
Abraham asiente y me despido de las chicas. Caminos hacia los vestidores, de repente Nick y sus dos zorras, Ryan y Rob, aparecen en mi campo de visión. Se acercan a mí y Abraham.
ESTÁS LEYENDO
Desastre Colateral
Teen FictionLudmila, ella se definía como un desastre colatetal. Sus problemas son la mayor carga sobre sus hombros. Pero ella tiene un ancla a la vida, su hermana, Eliana. Nicholas, egocéntrico y la competencia intelectual de Ludmila. Un chico que vive entre...