[Tres de la tarde. Residencia Deacon – Reino Unido, Inglaterra. Finales de 1974]
El joven muchacho escuchaba la radio mientras limpiaba su cuarto, oyendo que uno de los locutores de la misma, solo tenía palabras para hablar del reciente álbum lanzado por la banda de la que era integrante, pero en específico hablaba de una de las canciones; Killer Queen, la cual había llegado a ser el top dos en la lista nacional de hits británicos.
—Describiría la canción como algo original, algo fresco, más bien como lo que necesitaba la música de hoy en día, no sé si me doy a entender —decía lo último entre risas.
—Mi opinión es exactamente la misma. Pero le estamos dando demasiado crédito a la canción y no a las verdaderas estrellas de la situación, ¡Queen! La gente dice que salieron de la nada, como un brote pequeño que de repente se convirtió en flor.
—Así es, Sean. Solo espero que esa flor se convierta en árbol, estos chiquillos tienen en verdad un futuro brillante, más brillantes que los trajes que Elton empezó a mostrar —rió—. Lo que tenemos aquí, es una prueba viviente de la frase «los niños son el futuro».
Causó carcajadas al otro.
— ¡Hablo de verdad! —Prosiguió Alan— Están marcando su territorio ya: yo les diría a los otros artistas que mejor se cuidasen porque auditores, auditoras, niños, niñas, lo que estamos viendo y escuchando es el nacimiento de los próximos reyes del power pop. Si es posible basta de la industria musical.
—Concuerdo totalmente contigo. Pero bueno, basta de charla. Damas y caballeros, les presentamos el placer auditivo, el cielo en la tierra, más conocido como el hit del momento. Con ustedes, directo del álbum de Sheer Heart Attack: Killer Queen.
Apenas el hombre terminó de hablar, la canción empezó a reproducirse. John esbozó una sonrisa de satisfacción al escuchar que la canción en la que tanto habían trabajado él y sus amigos había logrado llegar a ser hit en su país natal.
Mientras ponía todos los libros e historietas que poseía en su lugar, el teléfono empezó a sonar.
Dejó lo que estaba haciendo y fue lo más rápido que pudo hacia el ya nombrado. Cuando ya por fin lo alcanzó, contestó.
—Buenos días, ¿hablo con John Deacon?
—S-Sí... —el ya nombrado se puso nervioso, la persona al otro lado de la línea sonaba como un policía que estaba a punto de citarlo a un interrogatorio por asuntos legales— ¿quién habla?
—Oh, claro —rió el hombre—. Permíteme presentarme de la manera correcta; mi nombre es John Reid, supongo que Roy ya les habrá hablado sobre mí. Verás, te estoy contactando por la siguiente razón...[Seis de la tarde. Restorán On The Rocks – Reino Unido, Inglaterra.]
Había cuatro personas sentadas en la mesa.
Quienes habían llegado primero, conversaban animadamente sobre temas varios mientras esperaban a que llegara el último —pero infaltable— integrante de Queen.
Cuando lo vieron caminar hacia a ellos sonrieron. A diferencia de otras veces, quien llegó de los últimos fue el vocalista de la banda.
—Mira, te guardamos un asiento —señaló Roger cuando el persa estuvo lo suficientemente cerca de ellos como para que lo escuchara.
Mercury saludó al rostro nuevo que estaba por conocer y cuando terminó, se sentó, respondiéndole esta vez a Roger.
—Bueno, a la reina siempre se le guarda uno, ¿no es así? —Rió Freddie mientras se acomodaba sus gafas de sol—. El día está encantador, ¿no lo creen?
—Sip, igual que yo —interrumpió Roger mientras ponía sus brazos detrás de su cabeza.
—Roger, el día está encantador, no feo —dijo Deacy logrando sacarle un par de risas a sus amigos.
Reid, sentado en un lugar en el cual todos podían observarlo sin problema, se aseguró de que todos estaban presentes. Al estar seguro de esto, los miró uno por uno, examinándolos, notando nerviosismo en cada uno de los integrantes de Queen.
—Caballeros —habló, rompiendo el silencio expectante—, es un agrado estar aquí esta tarde junto a ustedes.
—Igualmente —le respondió el guitarrista cortésmente sacándole una sonrisa al manager.
—Bueno, primero lo primero, ¿a quién tengo el placer de conocer? —preguntó el representante.
—Oh, uhm... —John miró a sus compañeros, y señalándolos, los presentó uno por uno— Tenemos a Roger Taylor, baterista y cantante —éste levantó la mano en señal de saludo—, después a Frederick Mercury, vocalista principal y pianista. Luego a Brian May, guitarrista y también cantante —el último nombrado hasta el momento sonrió— y, por último, yo: bajista solamente, eso de cantar no se me da...
—Gusto en conocerte, «yo».
Deacon rió un poco avergonzado por no haber dicho su nombre
Reid se recargó en el respaldo de su silla, tomó aire, y retomó.
—Esto es Queen. Los preferidos del joven Roy Baker... —cruzó sus piernas, observando la mesa—. Encantador tipo, me cae bien. ¿Saben qué tiene él que ustedes no?
—Dinero —respondió Roger.
—Una discográfica —afirmó John.
—Un auto lindo —lamentó May.
—Un tapizado feo en su oficina —Frederick habló y sus amigos se voltearon a verlo—. Ah, y de paso una oficina.
—En cierta manera tienen razón, pero la verdadera respuesta aquí es: reputación. Me explico: en el mundo de la música, ustedes son otros «don nadies» que intentan alcanzar la fama; nadie nunca ha oído de ustedes —acotó.
—Se equivoca —respondió Brian.
— ¿Ah, sí? Entonces dime: ¿a cuántas giras han ido? ¿Cuántos discos de oro han ganado? ¿Están en el paseo de la fama en Hollywood? —No recibió réplica alguna, tampoco la esperó— Tengo certeza de que las respuestas a todas esas preguntas es un no —Dejó sin palabras al guitarrista y al resto de la agrupación.
Reid tomó aire, para seguir con su monólogo.
—Pero no se preocupen, resolveremos aquello. Y «¿cómo?» se preguntarán. En este caso es fácil: ustedes tienen talento puro, talento que deben aprovechar y compartir con el mundo antes de que la puerta de su tumba se cierre sobre ustedes.
Roger sonrió, las palabras y envolvente elocuencia del manager parecieron alumbrar nuevos senderos que lo llevarían a cumplir sus metas de vida planteadas a una temprana edad.
Estaba allí por ser él. No era por su cara bonita, no por sus acciones, sino que era por su talento puro y ramé. Esa serendipia lo llenaba de vitalidad, encontrándose con una gran felicidad debido a las llanas palabras de alguien.
— ¿A cuántas bandas y solistas les has dicho eso, tesoro? —dijo Mercury bajando sus gafas de sol y dejando estas reposar en el puente de su nariz, viendo por el espacio superior que ahora había a quien habló.
—Varios y todos ellos ahora están en el pick de su carrera —aceptó, evitando mirarle, aunque terminó por hacerlo de igual forma al acabar de hablar. Sonrió, esbozando victoria a través de su expresión facial—. Amigos míos, como ya brevemente les informaron después de su primera presentación en el programa, BBC no quitó sus ojos de encima de ustedes y, con el lanzamiento de Sheer Heart Attack, lograron que la atención que la cadena ya tenía en Queen llegara más rápido que abeja al polen: BBC confirmó que los quiere de vuelta en Top Of The Pops...
Toda la banda se miró boquiabierta entre sí, intentando disimularlo, siendo esto inútil. Se quedaron un par de segundos así, hasta que Roger habló y, sin poder articular una frase más elaborada que la siguiente, captó a pesar de ello la atención del mánager.
—Debe estar bromeando.
— ¡Claro que no! BBC vio su potencial... lo bueno es que ellos no fueron los únicos que se dieron cuenta de que ese potencial existe. Si me permiten representarlos puedo conseguirles un buen trato con alguna discográfica importante para que tengan un sello. Eso conlleva la creación de vinilos, publicidad, giras...
Los artistas guardaron silencio, siendo uno de ellos, específicamente el bajista quien lo rompió.
— ¿Podría disculparnos unos minutitos? —al recibir la aprobación del representante, llamó a sus compañeros a formar un círculo con el fin de llevar a cabo una pequeña reunión. Fue aquí donde continuó—. No lo sé, ¿acaso no es esto muy oportuno? Nos llaman de la televisión, nos llama un manager reconocido, nos dice que nos puede representar y de paso conseguirnos un sello... algo me huele mal.
—Oh, querido tenle un poco más fé a nuestra banda. Además ya hemos asistido a Top Of The Pops anteriormente y no es de extrañar que nuestro inmenso talento y carisma los haya deslumbrado lo suficiente como para volver a pedirnos una aparición.
—Debo admitir que tengo un poco de preocupación al igual que John, sin embargo no muchas bandas tienen una segunda oportunidad y... yo creo que debemos aprovecharla —opinó Brian.
—Esperen, esto es algo más importante —todos le prestaron atención al rubio—; ¿qué opinan de Reid?
Los cuchicheos se detuvieron y, sin disimular, alzaron sus cabezas, logrando mirar al representante. Una vez lo observaron, volvieron al pequeño círculo en el que la conversación se desarrollaba.
—Parece un buen tipo, algo duro nada más —dio su opinión el de pelo rizado.
—Sí, pienso lo mismo —el bajista asintió de ojos cerrados mientras sonreía. Abrió sus ojos y continuó hablando entre risitas suaves—, además sabe combinar bastante bien su corbata con su traje.
—Sí, sí. Tiene pinta de ser comprometido con su trabajo y todas esas mierdas... —estipuló Frederick.
—A mi me cayó muy bien —dijo en volumen bajo Roger—. Yo digo que aceptemos que sea nuestro representante, tiene experiencia en el rubro y todo... no creo que encontremos una mejor opción.
—La mejor opción no siempre es la más barata —les recordó a sus amigos May—. ¿Cómo le vamos a pagar si ni siquiera tenemos suficiente dinero?
—Hay miles de formas de pagar, cariño, no solamente con dinero —les dijo a sus compañeros haciendo reír a dos de ellos—. No sean malpensados, amores —rió un poco.
Mientras hablaban entre sí, apareció un chico de cabello castaño claro, quien le traía un vaso de café a Reid. Se quedó parado al lado del hombre, éste le ofreció asiento un poco alejado de la mesa, ya que no había suficiente espacio en ella.
El recién llegado lo tomó sin problemas y luego, tomó aire para hablar.
—Lamento la tardanza, había fila.
Al escuchar la voz, los cuatro muchachos dejaron de hablar e hicieron silencio para observar al segundo rostro nuevo que conocieron aquél día.
—Oh, por poco lo olvido —el representante tomó un sorbo de su café, y luego, señaló al joven que estaba a su lado—: éste joven que ven aquí es Paul Prenter, si desean trabajar conmigo será su asistente. Se ocupará de todo lo que hagan, así que trátenlo bien y no le hagan cargar tantas maletas, ¿entendido? —Paul golpeó suavemente el brazo de John, éste rió mientras respondía— Sabes que es broma.
— ¿Asistente? —preguntó Deacon.
—Es un placer —dijo el persa amistosamente.
El recién llegado les sonrió cordialmente, señalando que era un gusto para él también conocerlos.
Luego de saludar, Prenter se dispuso a mirar a todos. Al final, sus ojos se detuvieron en quien le daba la espalda. De inmediato, Brian se dio la vuelta para dirigirle la mirada.
—No me he presentado —rió suave—. Soy Brian, es un gusto —habló el guitarrista mientras sonreía con una particular calidez.
El asistente se quedó observándolo detenidamente, hasta que reaccionó luego de unos segundos y extendió su mano para saludarlo. Después de un apretón de manos entre ellos, el grupo se dispuso a continuar conversando.KEEJEJIEJEKEBR HOLA AIEBEIEBM
publicamos este cap porque es el cumpleaños de la red special de Brian!1!11!1!1! Cumple 54 años uwuuuu eso quiere decir que la terminaron el 15 de marzo de 1964 como lo sé? Es que un familiar mío cumple 54 este año y me sé su fecha de nacimiento so uwuwuwuw
Y bueno, que les pareció el cAPITULOOO EKEJEJJEJE Paul ha llegado a la vida de los integrantes de Queen, y ya no hay vuelta a t r a s
Debería estar leyendo el libro para mi colegio pero que paja aaaa, anyways, Paul está para quedarse, así que si les cae mal aguántense porque viene lo bueno amikxs1!!1!1!1miren, estoy escribiendo los caps 034-035 y ufffff, confesiones más no pueden haber. Espero poder publicar lo más rápido posible hasta llegar a esos capítulos JEBEJEJJE ALSO PRONTO SE VIENE OTRO FANFIC MUY BUENO EKEBEKEBEJ un AU PORQUE SOMOS GENIALES ya y eso, xaooo
Ella💕
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Cigarettes
FanfictionSiendo casi ya la mitad de la década de los setenta, la banda en auge de fama, Queen, empieza su dominio sobre el rock y otros géneros musicales, comenzando a ser gracias a esto los integrantes de ésta, conocidos artistas en la industria musical. A...