[Hotel Metro Paris - París, Francia. Lunes, ocho y media de la mañana. 1975]
Se percibía un agitado movimiento en la habitación del hotel en el cual la banda se alojaba. Freddie estaba sentado frente a frente con el manager mientras los otros hacían los preparativos para todo el día.
Reid sobaba el espacio entre ceja y ceja que poseía, intentando con esto amainar la rabia que le causaba la situación. Prenter observaba atento la charla entre los otros dos hombres.
— ¿A qué te refieres con que no ha vuelto?
—No ha pasado por esa puertecita que deja entrar a la habitación en la que nos encontramos, no lo vimos entrar, no sabemos dónde está. Se esfumó, hizo ¡puf! Como un fantasma —el cantante iba a continuar, sin embargo, dejó espacio a que John hablara.
—Era una pregunta retórica —suspiró pesadamente a la vez que se levantaba de su asiento y acomodaba las mangas de su camisa y se ponía su saco, continuando con su habla al final—. Irresponsables de mierda: desaparezco solo un día y se les pierde uno.
— ¿Nos echas la culpa a nosotros siendo que él la tiene? ¡Por favor, John! Tiene veinticinco, casi veintiséis: ya está bastante crecidito para saber dónde y a qué va —Mercury continuó hablando con él—. Además, viene haciéndolo desde el sábado en la noche, creímos que no se repetiría.
—Más les vale que llegue porque yo no pienso cancelar esa junta con el staff. Nos iremos con él o sin él.
—Yo creo que por ahora no hay necesidad de cancelarla, aún estamos a tiempo y todavía hay chance de que Rog llegue —el bajista se sumó a la conversación mientras se ponía su hoodie.
—Hmm, Deacy tiene razón —el de pelo ondulado le dio la razón a su compañero. Destinó sus palabras hacia el hombre de traje el cual, ahora, se ponía su reloj de muñeca—. No hay por qué precipitarse, aún puede llegar.
—Dios —suspiró pesadamente Reid—, este chico me sacará de mis casillas algún día.
—Es su especialidad hacerlo, créeme —le dijo Frederick.
Apenas acabaron de dialogar, la puerta se abrió a velocidad normal, dando paso a un rubio despeinado y desaliñado quien con lentes de sol puestos, entró sonriente en la habitación.
Las personas presentes se detuvieron a observar los movimientos del recién llegado, el cual, cerraba con claras dificultades la puerta. Al por fin sellar la apertura, se recargó en la misma.
—¿Dónde andabas? —preguntó Paul temiendo un poco la reacción y respuesta de Roger.
El ojiazul empezó su respuesta por reírse suavemente, aunque, la risa, fue subiendo de volumen y acabó en una ruidosa. Le miraron extrañados por su comportamiento, más bien no sorprendidos del mismo.
—Uhm, ¿qué fue lo que dije para...? —la actitud del otro descolocó al bajista, quien observó a los otros testigos de la escena.
Uno de ellos le planteó que lo dejara, ese era Paul. El ya nombrado se acercó a Taylor.
— ¿Estás drogado o algo? —intentó quitarle sus lentes de sol.
El artista mientras se reía y esquivaba las manos de Prenter para que no le arrebatara sus anteojos, balbuceó in-entendibles palabras que parecían las primeras sílabas dichas por un bebé. El guitarrista, manager y bajista observaban la escena.
Mercury se decidió por intervenir cuando vio que la pelea de manos de Paul y Taylor no iba a llegar a ninguna parte.
— ¡Por Dios, Roger! Responde algo de lo que te preguntamos —ordenó, cansándose de lo infantil que se estaba comportando el baterista por causa de quizás cuál sustancia.
—Mou... —comenzó a hablar por fin, aunque se detenía por las risas que soltaba de vez en cuando— ¡Moulin Rouge! —anunció.
— ¡¿Fuiste a un cabaret y no me invitaste?! —gritó furioso Deacon.
Todos miraron a John, sorprendidos de lo que él acababa de decir, haciendo que éste se ruborizara al ver que toda la atención recayó en él después de haber dicho algo de aquel índole.
—Estuvo genial —rió y alzó sus brazos—, ¡wuuuh! —caminó torpemente hacia Brian, y, para no caerse, se agarró de él— Cuatro —señaló tres con sus dedos.
El guitarrista algo descolocado por lo repentina que había sido la acción acometida se echó hacia atrás, haciendo que Taylor intentara aferrarse aún más a él. Sonriendo distraídamente, Roger cayó rendido en los brazos del castaño, descansando su cabeza en el pecho de éste, esbozando por último una sonrisa que indicaba que estaba bastante cómodo. Cerró sus ojos.
—Emily, Christine, Olive y Amelie. Son tremendas mujeres, eeeh —rió hundiendo su rostro entre las ropas del más alto, quien ahora intentaba quitárselo de encima—. Oh, pero esa tal Olvia, Olivia- digo Olive, ah, qué chica más —soltó un beso al aire y abrazó a May, abriendo sus ojos a la vez— merveilleux! Mira, tengo hasta su número —intentó mostrarle su muñeca a quien era víctima de su agarre.
— ¿Estás ebrio?
— ¡Noo! —chilló.
A continuación, Reid se acercó al baterista y lo alejó del otro. Oliendo consiguiente su ropa y levantándole los lentes de sol, tuvo la oportunidad de ver los ojos del rubio, los cuales estaban rojos. Teniendo en cuenta esto, John dijo por fin su diagnóstico.
—Fumó marihuana. Se nota que es su primera vez y que de paso se excedió. Agh, ni siquiera una semana cumplen aquí y ya están drogados como hippies en Woodstock... —suspiró, pidiendo paciencia para no hartarse.
— ¿«Están»? —preguntó Brian— El único drogado aquí es Roger, por lo que veo.
—Como sea —lo dejó en paz, permitiendo que Taylor en su libertad moviera sus brazos como si se trataran de fideos recién hervidos. Deacon imitó a Roger, haciendo que la escena se viera un tanto divertida—, que se dé una ducha, se vista, coma cualquier cosa y después nos vamos. En el camino se le pasará o eso espero... alguien ayúdelo a llegar al cuarto de baño, después veremos qué haremos con él.
A medida que Taylor se fue retirando junto con John se oyó un diálogo, el cual era el siguiente.
— ¿Hace cuantas horas fumaste? —preguntó el bajista preocupado.
El más bajo rió bajando su mirada. Cuando se decidió por responder, miró sonriente a Deacon.
— ¿Qué es una hora? —preguntó desorientado.
John, a punto de decir algo, decidió que era mejor callarse. Pelear con Roger en ese estado no lo llevaría a ninguna parte, así que sólo lo dejó ser.
Una vez lo dejó frente la puerta del baño, vigiló que estuviera un poco más lúcido antes de encerrarlo en el cuarto. Cuando se aseguró de esto, lo abandonó, volviendo a la sala.
— ¿Preguntó qué era una hora? —Prenter, sin poder creer lo que escuchó, lo interrogó.
John asintió e interpeló a la vez.
— ¿Alguien sabe en cuánto tiempo se pasa el efecto?
—Depende de hace cuanto fumó —respondió Frederick, exponiendo que era un experimentado en el tema—. ¿Sabes hace cuanto fue?
—Me preguntó que qué era una hora, ¿crees que está en condiciones de responder hace cuanto hizo lo que hizo?
—Buen punto... —rascó su mentón el vocalista.
—Como sea, ya lo hizo. ¿Les parece si nos vamos moviendo para empezar el día? Ya pasaron un par de minutos y ya son casi las nueve. Sería buena idea irnos ahora, ¿no creen? —propuso Paul.
El bajista continuó hablando del tópico.
—Tienes razón, pero no podemos dejar a Roger en este estado solo.
—Yo me ofrezco —expuso Freddie—, Tengo experiencia en este tipo de casos —se ganó miradas que lo juzgaban—. ¿Qué? Tuve mi etapa hippie, es todo. Ahora bajen, yo me quedaré tomando el rol de buen amigo.
—Conocer a gente nueva drogado no es buena idea —musitó Brian abriendo la puerta y saliendo de la habitación.
— ¡Es por eso que intentaré des-drogarlo!
—Esa palabra no existe —dijo Paul.
—Ah, ¿pero si existía ayer en la noche cuando jugamos scrabble? Doble cara tramposo.
El asistente rió saliendo de la habitación y siendo seguido por Deacon y al final, John, quien por ser el último en abandonar la estancia, debía cerrar, aunque decidió no hacerlo sin antes avisar ciertas cosas al artista lúcido que iba a quedarse con el que se encontraba indefenso.
—Nos iremos de inmediato, volverán por ustedes a penas nos dejen en el lugar de la junta. Llama a la recepción si cualquier cosa sucede.
Se escuchó fue como la puerta se cerró y, lo último que resonó fue el click del pomo para que, al final, la habitación quedara en llano silencio. Mercury al ver que finalmente habían quedado solos en la habitación, corrió hacia donde estaba su amigo y abrió la puerta del baño, viendo que éste estaba sentado en el retrete respirando con los ojos cerrados.
—Anda, Roger, levántate —agarró el brazo del menor y jaló el mismo hacia a él en un intento de hacer que el rubio se levantara, mas no lo consiguió, ya que el baterista se rehusó a pararse haciendo algo parecido a un berrinche a la vez que fruncía el ceño aún con sus ojos cerrados.
Gruñó.
—No quiero —negó con su cabeza.
— ¡Pero tienes que hacerlo! —ordenó, agarrándolo de sus ambos brazos ahora y haciendo que se parara por fin. Suspiró ruidosamente y giró el grifo del lavamanos, dejando de esta forma que el agua corriera. Mojó una de las suyas y con la misma tocó el rostro de Taylor, haciendo que abriera sus ojos finalmente. Cortó el agua.
—Tengo ganas de dormir ¿sabes? —sonrió y abrazó al cantante, dejando caer todo su peso en él a la vez.
—Ugh, Rog... ¿qué tal si te das una ducha y después te pones el pijama y duermes? —ofreció de mentiras. El rubio asintió y dejó de abrazarlo, desplazando la cortina de la bañera hacia un lado y metiéndose en ella— ¡No, Roger, con ropa no!
—Uuh, ¿entonces me tengo que desnudar? —lo observó con torpe seducción en sus ojos.
—Sí, sí, hazlo, yo no miro —lo apartó del camino y saliendo del baño, lo dejó solo. Dejó pasar unos minutos y entró una vez escuchó el agua correr, sentándose en el inodoro a esperar. Suspiró—. Entonces... ¿andabas en un cabaret?
—Noo, ¿quién te dijo eso?
—Tú mismo.
—Oh, ese tal tú mismo es un mentiroso —rebatió, mojándose su rostro con agua, riéndose al final—, aunque ¿sabes? No te creo. Lo más probable es que haya sido el chismoso ese de Brian...
Una ampolleta imaginaria pareció aparecer y encenderse arriba de la cabeza del vocalista, quien poniéndose derecho en su lugar se preparó para interrogar al que se estaba dando un baño.
—No, cariño, él no fue... y ahora que estamos hablando de Brian: me debes una respuesta a la pregunta que te hice el sábado cuando llegamos.
— ¿Pregunta? Ah, podré estar muy drogado —apartó la cortina de la bañera asomando solo su rostro para responderle al otro— pero no lo suficiente como para llenar tus necesidades de chismoso.
—Valió la pena intentar —resopló Frederick para que Roger supusiera que se dio por vencido, cosa que no era así.
—Debes dejar de ser tan chismoso.
Escabulléndose otra vez detrás de la cortina de la bañera Taylor tomó aire y siguió hablando, sin embargo, lo que dijo era una incoherencia respecto a lo que conversaban.
—Espera, ¿te has fijado?, Brian es como un perro poodle con guitarra... —rió—. ¿Te imaginas?, con sus patas tocando esos solos que hace él —siguió riéndose, pero después murmuró—. Lo odio.
—Sí, como sea, ¿puedes apresurarte? No tenemos mucho tiempo y por si no lo sabías o no lo recuerdas tenemos una rueda de prensa en menos de una hora.
—Ah, Freddie cállate: suenas como John —se quitó el jabón que había aplicado en su cuerpo y finalmente cortó el agua. Sacó su mano buscando una toalla, la cual le fue facilitada por su amigo presente.
Cuando el baterista finalmente se arregló por completo, ambos salieron de la habitación claramente con Frederick como la guía del dúo. Roger a pesar de estar un poco más recuperado aún se encontraba bajo los efectos de la droga y de paso, del alcohol. Mercury sin darse por vencido aún siguió con su interrogatorio exprés.
— ¿De verdad no me dirás?
—Oh, Freddie ya deja de preguntarme esooo —alegó tirándole un manotazo, el que por suerte no le llegó en el rostro al mayor—. Lo que se pregunta no se ve.
—Como sea... —asumió que lo que su compañero intentó decir en realidad era "lo que se ve no se pregunta" por lo que rindiéndose solo por unos minutos, lo dejó ser.
Pero ya vería la forma de orillarlo a que dijera la verdad, estaba seguro de aquello aunque la pregunta aquí era ¿cómo lo haría?OMAGASHHHHH HOLA CABRes que hacen NUEVO CAPÍTULO DE CIGARETTES DESPUÉS DE UNA (o dos?) SEMANA(s) AAAAA QUE MARAVILLA!!!1!11!1!1
Bueno equis ahora voy a jugar láser tag😎👊🏻💦🤘🏻
Ya volví bueno la wea es que
QUE LES PARECIÓ EL CAPÍTULO AAAA
Muchos amores
YA YA
CHAO
-Ella
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Cigarettes
FanfictionSiendo casi ya la mitad de la década de los setenta, la banda en auge de fama, Queen, empieza su dominio sobre el rock y otros géneros musicales, comenzando a ser gracias a esto los integrantes de ésta, conocidos artistas en la industria musical. A...