Cigarettes

[033]

  El baterista continuó en lo suyo, pero en su mente aún resonaban las palabras que le había dicho Brian. Saludó a cada una de las personas las cuales ansiaban conocerle.
  Cuando acabó y dejó que las personas le hablasen, fijó totalmente su vista en la dupla que conversaba fluidamente, notando que Prenter había intercambiado las posiciones, causando que por frente de la mirada de May, se cruzase la figura del rubio sin siquiera quererlo.
  El más alto de los tres, sintiendo los ojos de Taylor sobre su persona, lo miró para confirmar sus sospechas y efectivamente, el otro lo estaba mirando, atento, como buitre volando por encima de su carnada. En el momento en que sus miradas se encontraron, Brian notó el sonrojo causado por la vergüenza de ser descubierto «con las manos en la masa». Sonrió entretenido debido al aspecto del rostro de Roger, quien había dejado de observarle porque lo habían sorprendido en el acto.
  Ahora, centrándose en las personas que parloteaban frente a él y esperaban una respuesta de su parte, suspiró, replicando con vagas palabras las preguntas que le habían formulado minutos antes. Una vez le dejaron en paz, el ojiazul suspiró y por fin lo decidió: se negó a seguir sintiendo enojado por las repentinas acciones del guitarrista, las cuales, probablemente venían cargadas sin intención alguna y por lo mismo, decidió que se relajaría, pero solo por ahora. Utilizaría el tiempo que tendría en la gira al máximo y con un solo motivo: enamorarlo, tal como había acordado que lo haría.
  Una vez que el asistente dejó de hablar con el artista, el primeramente nombrado se alejó para revisar que todo se encontrara en orden para despegar y el guitarrista, aprovechando la soledad en la que se encontró, fue a presentarse ante las nuevas caras que estaba conociendo, al igual que sus otros compañeros.
  Cuando acabó, viendo que el baterista ahora se encontraba libre —y de paso de espaldas—, caminó hacia su posición lentamente con intenciones de hablarle, aunque sus planes se vieron interrumpidos al ver que ahora, el rubio hablaba con John, el cual seguía admirado por el viaje que estaban por realizar.
  —¡¿Notaste a ese grupito de gente que había allá fuera?!
  Roger negó lentamente, aún sin notar que el ruloso se encontraba tras de él.
    El rubio sintió su piel ponerse de gallina al sentir una mano en su hombro, notando después que era la del guitarrista, quien, incluyéndose en la conversación llegó de repente, incomodando a Taylor.
  John, sin entender el por qué de la actitud de Roger, siguió hablando, ignorando esto.
  —¡Fue todo por nosotros! ¿No es así, Brian?
  —La verdad es que no lo vi, —se cruzó de brazos, sonriendo con superioridad, mirando al ojiazul, quien evitaba el contacto visual.— estaba conversando con Paul cuando cerraron la puerta del avión así que, no me dio tiempo de mirar hacia afuera.
  El rubio entrecerró sus ojos y miró a Brian, quien ahora sonreía hacia Deacon, mirando de reojo a Roger, haciéndolo sentir un tanto irritado.
  —Oh, es una lástima, fue increíble... —el bajista frotó sus manos. La mueca de felicidad no se le iba de la cara— El solo imaginar que en la gira van a haber esos mismos grupos pero aún más grandes me pone los pelos de punta...
  John daba pequeños saltitos de emoción, lamentablemente, hablaba solo, ya que la discusión que el rubio y el ruloso estaban teniendo telepáticamente los mantenía concentrados.
  John no tardó en notarlo, por lo que se retiró de la conversación en cuanto pudo.
  —Como sea, buscaré a Freddie. Hace un rato John me dijo que nos debíamos ir a la otra cabina y el despegue está por comenzar así que... —se excusó, dejándolos solos.
  —Sí...  —habló Brian— ¿Qué tal si vamos a la otra cabina?
  —Si va a ser a solas contigo, yo no voy.
  —Vamos, Rog...
  El menor se cruzó de brazos y lo miró sin alzar su rostro, cosa que lo hizo ver tierno.
  El castaño le habló en un tono diferente, intentando persuadirlo. Musitó lo siguiente mientras acarició con su mano la mejilla del muchacho.
  —No seas así.
  —¿Así cómo? Yo estoy actuando perfectamente normal.
  —Te conozco y no lo estás haciendo.
  —¿Ah, sí? Entonces demuéstralo.
  Apartando la mano de Brian la cual estaba tocando su mejilla, se retiró no sin antes confirmar el hecho de que nadie los había visto. Debía disimular la probable existencia de sus celos, pero no podía, disimular no estaba en su diccionario y ese era uno de sus peores defectos.
  Brian suspiró, viendo al baterista caminar hacia la otra cabina, siguiéndolo desde detrás observando sus movimientos con sutileza. Cuando llegaron a primera clase, se quedaron mirando embobados lo que era su lugar de vuelo. Cada uno tenía a su disposición dos lugares con acolchonados sillones; uno que daba hacia la ventana, y otro para el lado de pasillo.
  —¡Pido la ventana derecha! —el rubio corrió hacia su lugar elegido y dejando su mochila tirada en el otro asiento, se tiró en el que estaba libre, y cerrando sus ojos, puso sus brazos detrás de su nuca— Bien, estoy listo. Quiero un martini y un par de galletas de soda para acompañar.
  —¿A quien se lo pides? No hay ninguna aeromoza por aquí, —el castaño escogiendo el asiento que estaba al lado de la ventana izquierda, dejó su mochila en las repisas de arriba y se sentó— así que tendrás que esperar.
  —Ah, eso lo sé. —le habló cortante. Se dio la vuelta dándole la espalda y se acomodó en posición fetal.
  —Rog, no puedes ignorarme estos cinco meses.
  —No planeo hacerlo, pero no puedes quitar el hecho de que esté enojado contigo.
  —¿Estás enojado porque según tú "no me gustas"?
  —No estoy enojado por eso, tarado, estoy enojado porque has estado jugando conmigo —abrió sus ojos, y lo miró con el ceño fruncido— y no puedes negarlo.
  —Eso no es cierto. Es solo que... —se escucharon pasos, y luego, entraron los dos integrantes restantes de la banda.
  —Oh, ¡Dios mío! ¡Esta cabina está simplemente divina! El estampado de las paredes es súper bonito, combina totalmente con los asientos. Espera, ¿es esa una televisión en el techo? —el pianista emocionado corrió al primer par de asientos del lado derecho, y sentándose, desplegó una pequeña mesa de la pared de la misma— ¡Oh, hay un menú en la mesita desplegable!
  —¿Puedo pedir algo? —John, quien venía detrás de él, dejó su mochila reposando en los últimos asientos disponibles. Se sentó al lado de Freddie, y poniendo su cabeza en el hombro más cercano que tenía del cantante, recibió la aprobación de su compañero— ¡dos pasteles, no, cuatro! ¡Uno para cada uno!
  Mientras el pianista y bajista descubrían toda la comida qué había en el menú, Roger y Brian se quedaron mirando. El castaño le habló mientras se removía de su lugar.
  —Hablaré contigo más tarde, ¿si?
  El guitarrista fue hacia el par que se encontraba discutiendo sobre qué pedir y se sumó a la conversación, dejando al rubio solo en su asiento. El baterista se quedó en silencio, pensando en sobre si aceptar o no, tenía el presentimiento de que todo terminaría mal, y que gracias a las palabras de Brian, el acabaría cediendo y estaría a su completa merced de nuevo.
  Se quejó por lo bajo y enojado por la situación que estaba por venir, decidió no hacer caso a la petición del mayor y quedarse dormido toda la noche hasta llegar a los Estados Unidos. Se puso su cinturón de seguridad, reclinó su asiento, miró por la ventana, y cerró los ojos. Cuando lo hizo, escuchó la voz del piloto del avión decir que ya estaban por despegar y que por favor, todos tomaran sus respectivos lugares y siguiesen las medidas de seguridad necesarias para el vuelo.
  Oyó los pasos apresurados de sus amigos en dirección a sus asientos y cuando ya no los percibió, relajó todos sus músculos y se dedicó a intentar caer dormido.
  ¿Qué era lo que pasaría después de esa conversación? Creía tener la respuesta. Quería saber la respuesta.

[...]

Weon Cameron Boyce murió
No puedo aceptarlo
No
Estoy en shock
No

Rip
No weon no puedo
Bueno
Espero que les haya gustado el capítulo amikes
Comenten que creen que sucederà
Adiosinnnn
Cuídense
Vivan como si fuera el último día de su vida:(
Adiosin
-Ella