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  Brian arqueó una ceja intentando adivinar lo que Roy estaba por informarle, y confundido, continuó la charla mientras con su mano libre agarraba su toalla para que esta no se cayera.
  — ¿Las «buenas nuevas»? —Preguntó dudoso.
  —Sí, las buenas nuevas. Planeaba decírtelo ahora mismo, pero... arruinaría en cierta forma la sorpresa, ¿no? Es por eso que he decidido algo; vi que tienen toda la noche de hoy reservada para grabar. No hay ningún problema si voy a chequear como van, ¿cierto?
  —No, para nada. Intentaré coordinarme con los demás para que escuches un pequeño adelanto de la canción esta noche.
  — ¡Excelente!, estaré allí hoy. Qué bien, así veré a Fred —suspiró—. Me tiene preocupado, sería una lástima que una voz como esa se apague debido a las drogas.
  — ¿Él, preocupándote a ti? ¿Qué fue lo que sucedió? —Dijo extrañado. Se había empezado a preocupar por el pianista.
  —Me contestó el teléfono drogado o borracho no sé, el punto es que el tipo me gritó que no me conocía, que no sabía quién era yo y cosas de ese estilo, hasta me dijo un glosario de insultos jamás escrito.
  — ¿Frederick Mercury hablándote así a ti? Se altera a veces, pero...
  —Verás —lo interrumpió—, te recomiendo que tengas cuidado con todo eso del alcohol y las drogas. Sé que recién están entrando en este mundo, pero cuando ya vayan avanzando y tengan todo eso al alcance, verán lo fácil que es caer en ello.
  —Definitivamente, eres «el padre» del grupo. No... No te preocupes por ello. Estaremos bien —dudó y cambió su respuesta—. Estarán bien.
  — ¿Seguro? No suenas tan convencido. No vaya a ser que tú, Rog, o Deacy se vean influenciados por él y acaben siendo una banda de alcohólicos y drogadictos. ¡Amigo, ustedes tienen futuro, no lo arruinen!
  —Deacy dudo que lo haga —rió—. ¿Sabías que continúa creyendo que Santa es real?
  —Oh, ¿es una broma? —Le dijeron que no lo era— Dios santo... ustedes y sus sorpresas, nunca dejo de conocerlos. Pero bueno, debo cortar, mi papá me regaña si ocupo todo el saldo telefónico de la empresa, ¡nos vemos en la noche!
—Nos vemos.
  Brian se despidió de igual forma y colgó, quedándose pensativo por lo que le acababan de decir; Freddie sería incapaz de tratar así a su buen amigo quien era además el productor de la banda. Sabía que a veces algunas de las cosas que hacía o decía caían en la exageración, pero Mercury nunca llegaría al punto de hablarle de tal manera.
  Titubeando, fue a su habitación y abrió su closet para sacar la ropa que se pondría esa noche. Se secó, se vistió, y cuando ya estaba listo, marcó al hogar de John, informándole cuando contestó que el productor de la banda iría en la noche al estudio a exigir un adelanto del single que estaba por ser lanzado al mercado.
  Apenas el guitarrista colgó, Deacon se comunicó con el vocalista para entregarle la misma información que Brian le había dado, pero cuando el pelinegro intentó comunicarse con el rubio baterista, fracasó rotundamente en su misión.
  —Obviamente no va a responder, debe estar flojeando o ligándose a medio mundo, como siempre —Mercury tornó sus ojos, miró a uno de sus gatos, y le habló—. ¿Cierto, Jerry?
  El gato maulló, su dueño tomó aquella manifestación como una clara afirmación de que él estaba en lo correcto. Lo tomó con uno de sus brazos y acarició la cabezita del animal.
—Si esto sigue pasando después de publicar Sheer Heart Attack entonces tendremos que arreglar las cuentas con Rog —continuó Freddie, sentándose y recibiendo a sus demás gatos, quienes empezaron a subírsele encima y a pedir cariños.
—Hmm, sí —corroboró John.
—Nunca pensé decir esto, pero creo que deberíamos hacerle caso a Brian y hablar con Roger una última vez pero ser directos.
— ¿Crees que podamos hacerlo esta noche?
—Si es que nuestro rubio baterista se decide a ir entonces sí. Como sea, si quieres te hablo al rato, no sé si oyes pero mis hijos están maullando para que les dé comida. Tendré que cortar.
—Claro, te llamo después.
  Pasaron unas cinco horas desde la última llamada de Roy. Brian se dio cuenta del tiempo, y apresurado con el miedo de llegar tarde al estudio, tomó sus llaves, su guitarra y salió. Entró en su auto, encendió este, e inició su marcha al estudio.
  Al llegar, estacionó su auto y salió lo más rápido que pudo para entrar al edificio. Mientras caminaba a la sala, pensaba ya en la disculpa que daría por llegar tarde, pero, al abrir la puerta, notó que no había nadie, estaba solo.
  Cerró la ya nombrada, se sentó en uno de los sillones y suspiró, aprovechando el momento, se puso a ensayar su solo, concluyó que era un buen momento para fallar sin que Freddie lo regañara por lo mismo.
  Unos minutos después, el vocalista apareció, haciendo una entrada fabulosa, igual que él.
  — ¡Muy bien niñitas, hoy trabajaremos como nunca! —Mercury hizo una pose digna de un modelo, pero al notar la solitaria presencia del guitarrista, se sacó sus lentes de sol, indignado— ¿Y los demás?, ¿se quedaron durmiendo o qué? ¡No hay nadie y preparé esa entrada hace dos días!
  —Estoy yo, ¿sabes? —dijo entre risas May.
  —Uy, cierto. Lo lamento, dulzura.
  —No te preocupes. Respondiendo a tus preguntas; no tengo la menor idea de dónde están los demás, llegué no hace más de treinta minutos y no había nadie... y eso que pensé que yo venía tarde —May dejó la guitarra descansar junto a él.
  Freddie pasó delante suya y miró por todos los rincones, buscando algún alma que no fuese la de ellos dos dentro de esas cuatro paredes.
  — ¿No te das cuenta de la gravedad de la situación? ¡Siempre es lo mismo, todos llegando tarde! No... —el discurso de Freddie que trasmitía molestia, se vio interrumpido por Deacon, quien llegó agitado. Aparentemente había corrido.
  — ¡Perdonen! El bus nunca llegó y ningún taxi quiso parar, así que preferí caminar hasta aquí. De verdad, lamento llegar atrasado —John suspiró aliviado al encontrarse con la tranquilizante mirada de Brian. Entró cabizbajo y dejó su bajo junto al gran sofá para luego tumbarse ahí a descansar.
  —No te preocupes, corazón. Yo también llegué hace poco, el problema es que todos llegamos recién. ¡Si se vuelve a repetir puede significar el término de Queen!
  —Oh, vamos, no seas tan dramático, Fred, solo hoy sucedió esto.
  —No estoy siendo dramático, ¡estoy siendo realista! Y sí, solo hoy ocurrió, pero acontece que justo sucedió el día en que Roy vendrá a ver nuestro progreso y si no tenemos listo el avance que solicitó, prepárense, porque nos comerá vivos.
  Los tres resoplaron casi al unísono, para luego dejar de bartolear y ponerse manos a la obra.
  Cuando ya consiguieron el fragmento de la canción que estaba destinada para la audición de Roy, decidieron darse una pequeña pausa, y aprovechando el momento, Freddie preguntó notablemente molesto.
  — ¿Ustedes no sabrán dónde está Roger, cierto? Aún no llega y ya son las... —el vocalista observó su reloj, había pasado ya una hora y media desde que empezaron— una veinte de la mañana.
  Mercury miró a John, éste dirigió su mirada hacia la batería en un intento de no hacer contacto visual con el cantante, aunque después, volvió al guitarrista quien por otro lado, alzó la mirada, encontrándose con la de Frederick, quien lo miraba fijamente junto con Deacon.
  — ¿Por qué me miran así? No sé nada de él desde que ayer se fue en medio de la grabación —el atacado volvió hacia su guitarra, escuchando un fuerte suspiro por parte de Mercury.
  —Oh, lamento si te incomodamos. Te preguntamos a ti porque pensamos que se contaban todo —soltó el pianista.
  —Pues sí, eso hacíamos —miró la batería y después se sentó en el sillón.
  El persa agarró aire y arqueó una de sus cejas intentando comprender lo que su amigo intentó revelar, ¿qué es lo que estaba pasando entre ellos?
  —Brian, tesoro, necesitamos de tu ayuda —se sentó consiguiente al guitarrista—. Queremos hablar con Roger y preguntarle si esto seguirá así. De verdad, últimamente está raro y me preocupa.
  — ¿Él?
  —Mejor dicho me preocupa el bien de la banda y sé que se oye feo decirlo. Por otro lado no sabemos qué pasará después de que se publique el álbum, ¿qué haremos si Rog sigue haciéndonos esto cuando todo lo de Queen se convierta en un tema más serio si Dios quiere?
  El pomo de la puerta fue girado, en consecuencia la nombrada se abrió y debido al sonido emitido por ésta, todos giraron hacia la entrada, viendo cómo una de las personas que esperaban hacía acto de presencia en la escena.
  Interrumpió su conversación.

CigarettesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora