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La rueda de prensa no fue precisamente la esperada: variados pero sutiles estragos se dieron debido al comportamiento desmesurado del baterista de la banda. Si bien pocas preguntas fueron dirigidas a su persona, cada que respondía causaba que las risas inundaran la sala en donde el evento se llevaba a cabo.

El alboroto a la salida del backstage fue inesperado para la banda, sin embargo, el personal contratado se encontraba preparado para esta situación. A pesar de que los fans bloqueaban el paso hacia la camioneta que se encargaba del transporte de los artistas, éstos habían logrado llegar a ella.
Uno de los integrantes de Queen estaba sosteniendo una conversación con un grupo de chicas —lo cual no era apto hacer en circunstancias como estas— quienes se vieron orilladas a hablar el idioma natal del artista con quien dialogaban. Sin embargo, la más privilegiada de ellas fue la que atrajo más la atención del joven, quien dejando de lado las conversaciones que sostenía con las demás, se dirigió específicamente a ella. Después de hablar un rato con la fémina, se decidió a llevarla con él.
—Entonces —gritaba a pesar de estar cerca de con quien dialogaba— ¿cuántos años me dijiste que tenías?
—Diecisiete.
—Ah, no nos llevamos por mucho —sonrió tiernamente el chico—. ¿Te gustaría venir conmigo?
La joven miró a sus amigas, quienes sin entender mucho de lo que estaba sucediendo le pidieron un resumen de la situación. Dándose media vuelta al parecer ella le explicó a su grupo todo y, después de eso, las chicas sonrieron emocionadas a la vez que asentían repetidas veces en un lapso de tiempo corto.
Se volteó otra vez, aquí su mano fue agarrada por quien la adulaba.
—Será divertido, no te arrepentirás —besó su mano y le guiñó una vez acabó la frase por completo—. Lo prometo.
La muchacha terminó por acceder.
Mientras, tres de los integrantes de la banda habían logrado llegar al transporte sanos y salvos aunque agitados. Dentro del automóvil, los esperaban el representante y ayudante.
—¿Qué tal el resto del concierto? —dijo Prenter volteándose sobre su asiento para ver al trío que había acabado de llegar.
—¿No nos vieron? —habló extrañado el guitarrista.
—Solo hasta la mitad. Nos llamaron desde Ibis para revisar unas cuantas cosas de la recepción que tenemos dentro de poco —aclaró el manager.
—Cierto, la recepción. Lo había olvidado —admitió Frederick mientras que con una toalla anteriormente adquirida secaba su rostro del sudor—. Estoy sudado, pero valió la pena. ¿Podremos ir a darnos una ducha antes de partir a la fiesta?
—Si partimos ahora, será posible —le informó Reid con voz tranquila—. Bien, ¿están todos y completos? —preguntó mientras se arreglaba el cinturón de seguridad.
—Conteo de seguridad: uno, dos, tres... ¡oh, Dios, nos falta Deacy! —anunció el vocalista.
Entraron en pánico.
—¡Se debe haber quedado fuera! —bajó rápidamente la ventana Brian, cerrándola al instante al ver que manos se intentaban filtrar a través de ella— Mala idea.
El auto empezó a avanzar hacia a un lugar con menos gente.
—¡Abran la puerta, no nos podemos ir sin John! —chilló Roger mientras sentía al automóvil detenerse.
En ese instante, la puerta se abrió, dando paso al chico desaparecido.
—Hola, perdón el retraso —saludó sonriendo con los ojos cerrados.
—¡Ah, Dios mío santo ave María purísima ahí estás! —soltó un suspiro aliviado Fred— ¡No vuelvas a desaparecer de esa manera o..!
La puerta se abrió un poco más, permitiendo que se viera a una linda chica a quien traía de la mano; un cabello perfectamente liso pelirrojo resaltaba en su cabeza, ojos cafés y labios amplios. Todos sonrieron como cómplices al verla.
  —Ella es Charlotte, espero no les moleste que vaya con nosotros a la recepción de esta noche.
—Vaya —habló Roger mirándola de pies a cabeza. Sonrió ladino—. ¿Entraste a la jaula de John, pajarita? —rió al terminar.
Le golpearon el brazo, a lo que alegó de inmediato.
— ¡Auch! No tan fuerte.
—Te prefería drogado —murmuró harto el vocalista rodando sus ojos. Al terminar esta última acción continuó su habla—. Si no quieres que te golpee más fuerte entonces sé amable con la dama —cambió su expresión y sonriendo encantado por la nueva visita fue cortes con ella—. ¡Pasa, cariño! Hay lugar para uno más.
El entendimiento entre la jovencita y los demás fue inmediato. El baterista la miraba con ojos distintos, se podría decir que hasta soñadores; secretamente lamentaba no haberla visto antes y tenerla como cita aquella noche.
—Eres una muchacha con buen gusto musical —fanfarroneó y miró a la chica, quien estaba apoyando su espalda en el respaldo del asiento mientras tenía el brazo izquierdo de John al rededor de sus hombros—, digo, no por nada viniste a nuestro concierto.
—En realidad, prefiero otro tipo de música. Mis amigas fueron quienes me invitaron a venir.
—Ah, así que vinieron en grupo —se recargó en el respaldo y después sonrió—, ¿por qué no las trajiste también? Hubiéramos pasado un buen rato aquí entre todos —rió.
  May rodó sus ojos, evitando la mirada de todo aquel que estuviera en el automóvil presente: el doble sentido utilizado en la última frase lo veía ya como un chiste bastante repetitivo.
—N-No pensé que les agradaría —soltó una risita nerviosa a la vez que se cruzaba de piernas—, después de todo no podía llegar y traer a mis amigas...
  —La verdad es que no hubiera habido problema alguno —aclaró Taylor—, nos agrada socializar —dijo lo último en tono distinto—. ¿Cierto, chicos?
  —Claramente —asintió Frederick.
  La conversación se detuvo y con ello el automóvil. Una de las puertas de este fue abierta por Prenter, quien a penas hizo el primer contacto visual con los artistas, habló.
—Bajen rápido.
— ¿Y John? —consultó Mercury.
—Se bajó unas calles antes, se fue a Ibis. Nos estará esperando allá. Vamos, empiecen a moverse. ¿Que no ven que no podemos llegar tarde esta vez?
Hicieron caso de inmediato. Una vez todos bajaron, el asistente los siguió mientras se encaminaban al ascensor del respectivo hotel en el que se alojaban.
En la espera a que llegara, hablaron.
— ¿Hay algún código de vestimenta, querido? —preguntó Frederick haciendo pequeños pasitos de baile al azar mientras aguardaban.
Paul respondió su pregunta.
—Bueno... considerando que van a una conferencia que es casi como una cena de negocios, yo diría que sí. Aunque no hay necesidad de ir con traje y corbata, les recomendaría que se asegurasen de que se ven presentables. Piensen que van a una cita —el ascensor llegó, abriendo sus puertas en frente del grupo—, una muy importante. Con la chica que más les gusta.
El vocalista suspiró airosamente a la vez que entraba en el ascensor, los demás imitaron su acción de adentrarse en el lugar. Mirándose en uno de los espejos que habían en el ascensor, dijo lo siguiente en tono dramático.
— Ah, no se imaginan cuánto extraño a Mary.
— ¿Con la chica que más me gusta? —preguntó Roger. Se decidió después de unos segundos— Imposible de decidir, pero si tuviera que elegir... pues Olive.
— ¿Puedes hacer memoria de desde cuándo la conoces? —lo bajó de su nube Brian.
—Un par de horas —continuó la charla Taylor cruzándose de brazos y cerrando sus ojos algo molesto por la pregunta que le hizo May.
—¡No es cuestión de tiempo, si no de la persona! —aclaró el bajista— Quizás con una persona puedes estar años y aún así te sientes vacío... pero después, al conocer a otra, puedes demostrarte feliz, enamorado y lleno. Es por ello que repito: no es cuestión de tiempo, si no de la persona —sonrió con los ojos cerrados.
— ¿De la persona? —Paul se sumó a la conversación.
Pararon en el piso deseado y Mercury, enérgico, salió del cubículo y caminó hacia la habitación dando vueltas. Los jóvenes ignoraron las acciones del vocalista debido a que veían cosas de ese tipo todos los días, sin embargo, la invitada se le quedó mirando.
—Ya sabes, la media naranja, tú mitad, tu alma gemela... se le llama de varias formas —Deacon se detuvo en frente de la puerta de adonde se dirigían.
  —Bastante específico —rió Mercury.
—Lo sé, lo sé, eso lo respeto. Pero Roger ni siquiera lleva un día de conocerla y más menos piensa que es el amor de su vida —exageró el guitarrista.
—Sabes que no —le dijo Taylor quien ya empezaba a molestarse con las acotaciones que según él, Brian hacía sin la suficiente información.
El de cabello ondulado siguió hablando, ya con la discusión que se había empezado a formar el ambiente empezaba a sentirse algo tenso, cosa que incomodó ligeramente a la única chica presente, sin embargo, este sentimiento se borró rápido por empezar a conversar con John y de ésta forma ignorar al par que prontamente de seguro comenzarían a decirse palabras hirientes.
El enojo de los dos músicos, que al parecer era recíproco, solo acrecentaba al recordar que tenían aún temas pendientes y una vibra de enfado que disolver desde el último concierto en Estados Unidos.
  May quería seguir hasta el final con aquella pelea para ver si podía arreglar las cosas con el baterista, pero por como iban, parecía que solo formarían problemas nuevos. Brian continuó.
—Quizás no es así pero sólo déjame decirte que demuestras que así es.
  —Pero bueno, al fin y al cabo ese es mi problema ¿no? Aún no comprendo por qué te metes en ello —Roger murmuró lo último que dijo a regañadientes, creía tener una corazonada del por qué el más alto seguía avivando la discusión de ambos. Sus sospechas eran correctas, por lo que creyendo hacer lo correcto esperó a que abrieran la puerta de la habitación y que todos menos él y Brian entraran en la misma.
  Se adentraron al mismo tiempo en la estancia, peleando aún, quedándose debatiendo en la sala ya que sus demás compañeros se dispersaron por la habitación en un intento de no escuchar lo que para ellos era una absurda pelea.
  —Solo estaba dando mi opinión, tampoco entiendo por qué la tomas en cuenta. Primera vez que lo haces y quién sabe por qué... —se escudó a la vez que cerraba la puerta.
  Roger se paró en frente de él con su ceño fruncido y sus manos en la cintura.
  —Solo deja de meterte en mis asuntos, Brian. Yo puedo salir con quien quiera, cuando quiera y como quiera, ¿entiendes? No me voy a detener porque alguien me dice que no lo haga, menos si tú me lo dices.
  —Nadie te está prohibiendo nada, tampoco lo hicieron antes... tampoco lo hice antes —le respondió en volumen bajo.
  — ¿Y eso qué importa? Estamos hablando de ahora, no de años atrás, Brian, ya supéralo.
  May, encorvándose un poco para llegar más cerca de la oreja del menor le dijo lo último que hablaría con él ese día.
  —El problema es que lo que es "de años atrás" e incluso días te está haciendo pagar la cuenta ahora, Roger —dejó de encorvarse, metiendo sus manos a los bolsillos de sus jeans y caminando hacia su habitación—. Date cuenta.
—Pues no soy el único al que le está sucediendo —proclamó, no logrando a simple vista afectar al guitarrista—, ¡créeme! —notó que el contrario no le respondía— ¡No te atrevas a dejarme hablando solo!
—Ya lo hice.
— ¡Agh! —alegó para después apretar sus labios, negando con esto el hecho de que salieran palabras de su boca, las cuales se rehusaba a decir.
Lo único que se oyó después de la trifulca fue que Taylor se dirigía hacia la puerta del baño, abriendo la misma y deteniéndose antes de entrar.
—Si no les importa, entraré yo al cuarto de baño primero —gritó, avisando—. ¡Al que le moleste puede irse a la mierda!
Cuando entró al cuarto de baño debió abstenerse de hacer una escena que nadie más que él presenciaría, haciéndolo sentir un poco avergonzado de lo tanto que sobre reaccionaba a las palabras de May. Sentía que cada cosa que Brian decía era motivo de pelea y en el fondo quería dejar de experimentar aquello.
Pero no entendía, no se entendía. Intentó buscar un punto de comienzo para aquel sentimiento, estableciéndolo en esa noche en Estados Unidos en la que el guitarrista lo llevó hasta su mayor etapa de placer.
Algo en lo dicho por el castaño lo tenía así ahora, pero ¿qué era lo que había en las palabras de Brian que tanto le afectaba?

HOLAAAAA ALJSKEJEKEJE YA VOLVIMOS CONCHEYKAMRE CREÍAN QUE HABÍAMOS MUERTO PUES NO
lo que sucede es que:
1. No sé si lo saben pero Chile está en una situación bien brutalita y la cosa es que andamos con la caeza en otra parte
2. Flojera cabrxs flojera
3. Cigarettes está siendo editado DE NUEVO porque un día dijimos "oye weon que chucha esto está mal esto hay que arreglarlo esto no pasa esto si pasa" ya saben estamos arreglando cosas que se nos fueron y cositas de la historia MUY importantes
4. Flojera otra vez Kbskajak perdón
Ya pero la cosa es que VOLVIMOS Y NO NOS VAMOS A IR PORQUE VOY A EDITAR PORQUE NO ESTAMOS YENDO AL COLEGIO POR LAS MARCHAS 😎🤘🏻🤘🏻🤘🏻
How ever, un placer volver a verlxs
#renunciapiñera
#asambleaconstituyenteya
ALSO VIERON CHAT BLANC CONCHETKAMKRJEJE
Besitos besitosssss
Xaoooooo<3
💕💕💕💕💕
-Ella

CigarettesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora