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Dirigiéndose al cuarto de baño, el rubio talló uno de sus ojos y después masajeó ambos, terminando por frotar sus manos contra su cara. Bostezó y torpemente intentó abrir la puerta del baño, cosa que no logró.
Arrugó sus cejas e intentó otra vez, no obstante la puerta se abrió por sí sola o así lo percibió quien recién había despertado.
—Ya salí, no sean tan... —el castaño iba a continuar hablando, sin embargo no pudo hacerlo al ver quién estaba del otro lado de la puerta. Se dio unos segundos para procesar la palabra que completaría su frase. Siguió por fin— impacientes.
—Mierda, lo sientoo... —se rió incómodo— No sabía que estabas allí, sigue con lo tuyo. Lamento la interrupción —dijo lo ultimo rápidamente, retirándose cuando terminó. No quería ni tampoco podía mirar a la cara al guitarrista sin recordar todo lo sucedido anoche.
—De hecho ya acabé —lo hizo detener con su habla.
—Nnngh... —se quejó para sí mismo Roger. El ambiente para él ya era demasiado incómodo— No te preocupes, vuelvo después, adiós —habló casi atropellándose con sus propias palabras, retirándose a la cocina. Mientras caminaba en dirección a ésta, sacudió su cabeza rápidamente y esbozó la sonrisa más verdadera que pudo fingir— Holaaas, buenos días.
—Buenos días —respondió John.
—Al parecer Morfeo te trató bien anoche —habló Frederick al verlo tan de buen humor. Roger abrió sus ojos en señal de sorpresa, cosa que para la suerte del rubio, no fue percibida por el persa debido a que no estaba haciendo contacto visual con él.
— ¿Anoche, de qué hablas? —habló a velocidad rápida dándose vuelta por fin mirando fijamente a quien conversaba con él. Se recargó en el lavadero, quedándose parado cerca de donde se encontraba el tostador con los brazos y piernas cruzadas.
— ¿Nada...? Solo digo que parece que dormiste bien.
— ¡Ah, eso! Sí... hace un buen tiempo que no dormía así de bien, eh... me siento renovado se podría decir —soltó una risita de alivio, direccionando sus ojos azules hacia la entrada de la cocina, en la cual, ahora estaba el último integrante de la banda que faltaba. Giró su vista rápidamente, ahora hacia Deacon— ¿Y ustedes, qué tal? Se nota que también tuvieron una buena noche.
  —La verdad es que sí, aunque me dormí pensando sobre mi derrota en el scrabble,
aún así tuve dulces sueños —admitió Freddie—. Soñé con todos mis gatitos, ¿cómo estarán? Hace mucho que no acaricio a uno...
  —Mary tiene que estar cuidándolos bien —lo animó Brian—, no creo que debas preocuparte por ellos.
  —Bri tiene razón —asintió John sonriendo—, deben estar bien.
  El tostador terminó su trabajo y dejó salir de dentro de él las dos rebanadas de pan. Taylor se alejó de donde estaba parado y se sentó al lado del menor de los presentes. Éste le hizo un espacio para que ambos estuvieran cómodos.
  — ¿Y qué tenemos planeado para hoy? —dijo May echándole un par de cosas a lo que comería.
  —Nada, que yo sepa —informó el bajista intentando recordar cuál era la agenda que tenían hoy—. Si quieres podríamos consultarle a Reid...
  —Mmm —asintió el persa y miró el reloj que tenía cerca—. Ah, diez y media. Pensé que era más tarde.
—Pero ¿qué dices? Es aún muy temprano... hubiera sido mejor continuar durmiendo —reveló John soltando un suspiro—, mi cama estaba demasiado calentita y cómoda.
—Tienes tu punto —cerró los ojos el persa y asintió concediéndole la razón al de cabello castaño claro—, pero éstas no son vacaciones. Tómalo como un viaje de negocios.
  —Suena bastante formal si lo dices así —rió el baterista.
  Pasaron unos veinte minutos y mientras el grupo de jóvenes hablaba, entró en escena el manager de la banda. Al verlo acercarse a ellos, todos le dieron los buenos días, le apartaron un lugar y se dispusieron a ponerle total atención.
—Bueno... ¿como la han pasado? —se sentó.
—Bien —respondió la mayoría. Quien continuó hablando fue John—, ¡mejor de lo que esperaba! Ha sido súper divertido, aunque agotador.
—Oh, no se preocupen, el cansancio es totalmente normal. Deben saber como tratarlo eso si, no vaya a ser que caminen luego por malos senderos —miró la mesa en la que se encontraba una caja de píldoras y después, a Roger, quien estaba fumando un cigarrillo. El artista al sentir la mirada de su manager sobre él, dejó el objeto morir en el cenicero—, si me entienden. Pero ya, vayamos al punto: no tengo claro si contaron los días, pero nuestro lapso en Estados Unidos ha expirado. Ahora mismo, nos estamos dirigiendo a Boston para su último concierto que es a las nueve de la noche, después de este, nos iremos directamente al aeropuerto a tomar el avión con destino a Europa.
—Estos meses pasaron rápido, pero bueno, se pasó bien —opinó el baterista—. ¿Cuánto falta para llegar a la ciudad? Aún veo carreteras que hacen parecer que estamos en Texas.
—Llegaremos en dos horas o quizás tres, mientras, deben ordenar todo —miró a su alrededor, viendo que el espacio estaba mucho más que desordenado y sucio— esto.
—Bien, bien. Entendido, pero ¿tendremos la oportunidad de explorar? No quiero irme de este país sin decir que hice un poco de turismo por las ciudades conocidas. En lo personal, creo que hemos tenido muy poco tiempo para conocer —sus colegas concordaron con esto.
—Oh, claro que sí, John —le respondió el representante sonriéndole—. Pero deben estar listos a las siete y estar allá a las ocho, aunque no se deben preocupar por aquello, el bus será su medio de transporte, los llevará adonde quieran. Están libres el resto de la tarde hasta que sea la hora de la prueba de sonido —se levantó—. Casi lo olvido; Deacon, necesito hablar contigo.
Entendiendo la señal y el por qué de la petición, el bajista se levantó y se retiró junto con Reid. Los sobrantes, se quedaron mirando confundidos levemente, pero luego ignoraron el suceso ocurrido y se dedicaron a ordenar la estancia que estaban utilizando.
Frederick, con medio bocado en la boca, se levantó de su asiento y se estiró, haciendo crujir más de un hueso de su anatomía. Los dos restantes se estremecieron al oír los «cracks» que hacían estos, sin embargo no les dio tiempo de quejarse, ya que Mercury se volteó energéticamente hacia sus compañeros. Había terminado de comer su desayuno.
—¿Y qué planean hacer hoy? —la sonrisa del persa era una invitación a salir, sin embargo ninguno captó la señal.
—¿Ordenar? —May tomó un paño y comenzó a limpiar la mesa— John nos dijo que debíamos hacerlo.
—No entiendo cómo sacaste tu doctorado en astrofísica si no eres bueno en analizar... sobre todo si es una simple frase —aludió Mercury al saber que su amigo no había captado la indirecta. No queriendo seguir con el tema debido a que Brian no había captado a la primera, se dirigió al sillón y empezó a ordenarlo a través de estirar y doblar la ropa que había en él.
—Oye, yo también tengo defectos, ¿si? —rió Brian tomando el paño de cocina que estaba en la mesa y parándose para después tomar los platos que habían en la misma e ir a dejarlos en el lavadero.
—Y ese es uno de muchos —murmuró Roger levantándose de su asiento y comenzando a ordenar. La frase que dijo fue escuchada por el castaño.
—Pues claro —Brian dejó el paño colgado en el hombro de Taylor, mirándolo unos segundos—, no soy perfecto. ¿Acaso tú sí?
El rubio, con un aspecto enojado poco disimulado, apretó los dientes y miró con el ceño fruncido a su contrincante, quitando de su hombro el pedazo de tela que había dejado el contrario en aquella zona. May tomó aire.
—Yo iré con ustedes, Fred —le sonrió al que nombró.
  —Ah, perfecto. ¿Y tú, Roger?
  Taylor levantó una de sus cejas, enarcándola finalmente. Frunció su ceño y se cruzó de brazos para después retomar sus quehaceres.
  —Me encantaría.
  —Genial, así nadie de nosotros se perderá la diversión —sostuvo su sonrisa el guitarrista—. Como sea, iré a ordenar mis cosas... si lo hago con tiempo no se me quedará nada.
  Una vez Brian se retiró, Freddie volvió a mirar a Roger, quien aún mantenía su vista en la puerta.
  —Parece que no te apoyó en eso de quedarse, ¿no? —palmeó su hombro, riendo por lo bajo.
  — ¿Qué tal si me ayudas a limpiar los platos y luego sigues con tu papel de chismoso?
  Se volteó y observó a Roger sorprendido al darse cuenta de que los dos sabían las intenciones del otro ahora. Se dejaron de mover y quedaron en silencio mirándose sospechando el uno del otro. El ojiazul le devolvió la mirada mientras arrugaba sus cejas y apretaba sus labios. Mercury sentía que su compañero podía ver su alma con esos ojos azules suyos, por lo que dejando caer bruscamente la ropa que doblaba en el sillón, decidió ayudar a Taylor con su trabajo.
  —Sí —movió sus cejas hacia arriba y se mantuvo serio—, claro.

Uno: tengo un live footage de la wea de Killer Queen así que miren esta foto y recuerden todo lo que sucedió hasta el cap 003. Se ven comibles. La r o p a.
Aber besense

DOSSs:COMO QUE 6000 LEÍDAS HIJES DE SUS MADRESSSSS SKJDKEJEKELES AMAMOS UN MONTÓN

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DOSSs:
COMO QUE 6000 LEÍDAS HIJES DE SUS MADRESSSSS SKJDKEJEKE
LES AMAMOS UN MONTÓN.
ASÍ.
MUCHO.
MUAK.
TENGAN ESTE CAPÍTULO AT THE START OF THE WEEK COMO AGRADECIMIENTO1!1!1!1!
MUCHO AMOR PARA USTEDES.
LES AMAMOS.
FELIZ LUNES
-ELLAAAAAA

CigarettesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora