Todos se miraban desconfiados, era el momento de que Brian jugara su turno en el juego. Freddie entrecerró sus ojos, e intentando adivinar la palabra que el castaño pondría, miró como este dejaba las letras una a una en el tablero, formando una palabra que no sabía si había escrito bien.
—Oxifen... ¿qué? —preguntó el baterista mientras observaba extrañado la situación en que el oponente lo había dejado.
—Oxifenbutazona —el artista acabó de poner la ya nombrada, sonriendo al terminar de.
— ¿Estás bromeando? ¡Esa palabra ni existe!
— ¡Claro que existe! —rebatió el ruloso acercando su rostro al de Roger.
— ¿Ah, sí? ¿Entonces qué es? —miró involuntariamente los labios de su enemigo, quien dándose cuenta de aquello, sonrió ladinamente y se alejó.
John y Freddie miraban interesados la batalla.
—Un medicamento: se usa para tratar la artritis y la bursitis.
— ¿Qué mierda es la bursitis?
—Una inflamación.
— ¿Quieres que te crea, cerebrito?
Brian soltó un grito ahogado, mirando indignado al ojiazul, quien satisfecho de su reacción le dedicó una sonrisa acompañada de notorios ojos soñadores.
John, sacando de su lado un diccionario, buscó la palabra mientras sus compañeros aún debatían sobre lo mismo.
—Chicos... —no lo tomaron en cuenta— ¡Chicos! —los interrumpió, recibiendo la atención de todos los participantes del juego— La encontré —sonrió de esa manera tan suya, acto seguido, leyó en voz alta para que todos lo escucharan—: Oxifen-no-sé-qué-cosa: medicamento antiinflamatorio usado para tratar la artritis y la bursitis en pacientes los cuales padecen de estas —cerró el libro haciéndolo sonar—. Ya está, fin del juego, Brian ganó.
—Otra vez —musitó el jugador, presumiendo de su victoria en esta partida.
— ¡No puede ser! —dijo el cantante levantándose de su lugar y golpeando la mesa con sus manos, asustando un poco a sus amigos por la repentina acción aunque propia de él— ¡Yo debía ganar! ¡Yo iba a ganar!
— ¿Cual era tu palabra? —preguntó el guitarrista.
—Uhm... —el pelinegro vio la que May le pidió y leyéndola mentalmente, prefirió no decirla— ¿Sabes qué? Es mejor perder con dignidad.
— ¿Ibas a poner gato? —reveló el bajista espiando la palabra que el persa formó con la letras que tenía a mano.
Todos rieron al unísono, haciendo a Mercury sonrojar por la vergüenza.
—Eso totalmente podía vencer a oxifenbutazona —dijo entre risas Brian.
—No te pases de listo solo porque ganaste seis veces seguidas.
—Con esta, son siete —le recordó Roger a Freddie—. Yo digo que juguemos Scrabble sin Brian, ¿quién está a favor? —Mercury, él, y Deacon, levantaron sus manos. Taylor le dio un pequeño empujón a su compañero para que dejara la estancia y se fuera a dormir— ¡Vete, no te queremos aquí!
—Aw, vamos, no sean así... no es mi culpa ser más aplicado que ustedes.
—Además de nerd, eres un presumido y altanero —Roger intentó sacarlo de su lugar, cosa que no logró—. Vete a la cama nerd, tú mamá te llama nerd, es hora de dormir nerd —decía en un tono burlesco mientras el pianista y bajista reían por la situación.
—Bueno, Roger tiene razón en una cosa: es hora de dormir. ¿Que tal si ya dejamos de jugar y vamos a descansar?, ha sido un día agotador para todos.
Dos de los presentes asintieron y con la ayuda de quien había hablado de los últimos comenzaron a guardar el juego de mesa, sin embargo, el rubio protestó debido a que pensaba que aún era muy temprano para irse a dormir.
— ¡Awe! ¡Pero no tengo sueñoo! Quedémonos un rato más despiertos jugando, ¿quieren?
Todos negaron mientras reían y cerraban la caja con el juego dentro, después de esto se levantaron y retiraron a las camas, a Taylor no le quedó otra opción que seguirlos. Al llegar a la zona de descanso, Roger se quedó recargado en el umbral de la puerta con sus brazos cruzados mientras observaba cómo sus amigos entraban en sus cubículos, dispuestos a dormir.
—Son unos aburridos —les decía— No tengo sueño y de verdad me aburriré esperando ahí acostado en mi cama a dormirme... ¿nadie quiere jugar aunque sea una ronda más? Prometo que cuando acabemos dejaré de molestar y me iré a dormir.
Nadie respondió, en cambio, recibió el típico sonido que hacían las cortinillas al cerrarse. El último en hacerlo fue Deacon.
—Duérmete ya, Roger —le dijo y cerró la cortinilla finalmente.
—Tsk... genial —rodó sus ojos, resignándose a por fin irse a su cama.
Caminó hacia la misma, sin embargo, su rostro chocó contra algo.
— ¡Auch! ¿Qué mier...? —no alcanzó a terminar, ya que se dio cuenta de lo que era.
La mano de May estaba fuera del cubículo la cual sostenía un pequeño papel doblado varías veces. En la oscuridad de la habitación Roger tocó unas cuantas veces la mano de Brian y finalmente le quitó el papel de las manos.
—Hijo de puta —susurró, dando por hecho que el guitarrista le había escuchado.
El mayor al sentir que Roger agarró el papel, se rió y guardó su mano. El baterista se metió en su cama, lo desplegó, lo leyó y sonrió por lo que decía.
"Quedaste con ganas de una revancha al parecer. No tengo problema en dártela, pero no exactamente en el juego
-Bri:)".
Volvió a doblar el papel, dejando el mismo abajo de su almohada. Una corriente recorrió su cuerpo: si todo salía bien iba a llegar al punto al que hace un largo tiempo quería llegar. Decidió que iría.
Lamentándose de lo fría que las sábanas estaban, dejó la emoción sucumbir su ser, pareciendo un adolescente soñando con su amor de secundaria.
—Hijo de puta, sabe que siempre le encuentro el doble sentido a las palabras y me pone eso —dijo con su rostro contra la almohada. Sonreía a mas no poder.
No veía el momento en que las horas pasaran y se hiciera lo suficiente tarde como para levantarse y dirigirse al cubículo donde se encontraba Brian. Cada vez que se disponía a salir, se resignaba a quedarse en su lugar, con la excusa de ser muy temprano para salir a jugar.
El silencio de la carretera se hizo presente, sin sentirse más el ruido que la maquinaria emitía y la respiración del chico. Sin poder aguantarse más, abrió la pequeña cortinilla, saliendo decidido de su lugar y dirigéndose al de Brian. Acarició la cortinilla, a punto de abrirla, sin embargo, la fuerza tras de esta se le adelantó.
—Ho-Hola.
—Ah, así que te decidiste por venir —susurró sonriendo travieso.
—¿Te puedes apresurar? Siento que tu amiguito Paul o Reid van a venir para acá para ver si estamos durmiendo.
—¿«Mi amiguito Paul»? —preguntó para después ayudarlo a subir.
Una vez ya dentro, Roger se acostó en el lado izquierdo de la cama y se cubrió con las mantas.
—Está tibio —rió mientras frotaba su rostro contra la almohada reiteradas veces. Una vez se quedó tranquilo, miró la carretera por la pequeña ventana que había en el cubículo. Sintió los brazos del mayor rodearlo, terminando en que el castaño lo abrazara.
—¿Así que viniste por una revancha? —le dijo mientras besaba la parte de atrás de su cuello.
Lo hizo sonrojar.
—Si logro quitarte lo presumido con algo, entonces me interesa.
—Me parece bastante osado.
Taylor carcajeó, para al final voltear sólo su cabeza hacia atrás, encontrándose con los ojos avellana que poseía el otro, los cuales lo miraban de manera peculiar. El contrario calló, acercándose silenciosamente a los labios del último que había hablado.
—¿Y cómo planeas hacerlo? —susurró cerca de los labios de Roger.
—Tan solo dime cómo te gustaría que lo hiciera —dijo un tanto nervioso para después morder su labio inferior, reprochándose a sí mismo por decir algo como eso.
Viendo la mueca de victoria que May adoptó, permitió perderse en ésta última para después sentir las tibias manos del último nombrado escarbar bajo su pollera. Estas, ejercían una dulce y suave presión en la blanca piel del menor. Los labios de Brian se curvaron en una sonrisa que daba mucho que decir, y evitando la misma, Roger dirigió su mirada a los ojos del más alto.
Acabaron por observarse otra vez fijamente el uno al otro, aunque en esta ocasión no por mucho tiempo: el baterista enfocó hacia la mano del contrario y al ver por donde esta iba, unió sus ojos por segunda vez con los de su compañero, pidiéndole silenciosamente que siguiera con tan solo la mirada.
—Lento —susurró esta palabra con tono seductivo— y sin prisa. Mientras lo haces me encantaría observarte como si te estuviera desnudando con la mirada. Como nunca nadie antes lo ha hecho... —levantó más la pollera de Roger y sonriendo debido a las reacciones del ya nombrado, subió su mano hasta el pecho del contrario— ¿estás dispuesto a pasar por todo aquello para tener una victoria silenciosamente arreglada?
El más bajo entrecerró sus ojos, intentando escapar de la trampa en la que estaba cayendo debido a las poéticas palabras que el guitarrista le dedicaba. Ya era demasiado tarde como para tratar de huir: había sido atrapado cual insecto en tela de araña. Aún así, se negaba a permitir que el castaño lo continuara cautivando con sus pomposas palabras y el hábil tacto que poseía.
—Quedará entre los dos —susurró levantando aún más la pollera del rubio.
— ¿Solo entre los dos?
—Hmh —sonrió y rió grave, mostrando sus dientes—, solo los dos —al ver que su compañero dudaba, acarició la parte de las caderas del contrario que tenía a su alcance—. Soy un hombre de palabra y lo sabes.
—Todo esto por una partida de scrabble.
—Ambos le tomamos un peso que no debíamos —rió por un corto tiempo besando el hombro del ojiazul.
El corazón de Roger latió más rápido de pronto al sentir una de las manos de su amante en el elástico de sus pantalones de dormir. El más alto aún besando su hombro deslizó los mismos hasta dónde terminaban los muslos del baterista haciéndole estremecer.
Brian dirigió su mano a la entrepierna de Taylor, acariciando por encima de sus bóxers lo que era el pene del menor, escuchando un suspiro de parte del último nombrado.
Roger sintió los labios del guitarrista en su cuello besando el mismo con lujuria y deseo. Llevó su rostro hacia el techo una vez percibió más fuerza en las caricias que el castaño le daba a su miembro, brindándole más espacio a su futura pareja para recorrer.
—Tú olvídate de todo y solo concéntrate en correrte, ¿si, tesoro?
El rubio asintió, estaba un tanto nervioso: ¿y si se venía demasiado rápido? Lo tacharía como precoz. ¿Y si lo hacía demasiado lento? May pensaría que estaba haciendo algo mal. Al sentir que sus bóxers estaban siendo desplazados hacia abajo abrió sus ojos y observó las sábanas las cuales marcaban sólo un poco la mano del mayor que ahora había empezado a masturbar el pene del baterista.
El último nombrado suspiró, agarrando al contrario de su nuca y atrayéndolo aún más a él.
May acariciaba la cabeza del falo de su acompañante suavemente, después agarraba el mismo y comenzaba a hacer movimientos de arriba hacia abajo con lentitud. Roger mordió su labio inferior y arrugó sus cejas.
—Dame pistas, dulzura —susurró el más alto cerca del oído de quien recibía—. Quiero hacerlo como más te gusta.
—L-La yema de tu dedo pulgar debe estar en la cabeza mientras aún mueves tu mano hacia arriba y abajo. S-Si haces un poco de presión en el lugar donde comienza la punta, lo que te dije funciona mejor.
—Te lo sabes de memoria, ¿eh? Pequeño pervertido.
—Tu me pediste indicaciones yo sólo te las estoy dando, hijo de puta.
Riéndose un poco, Brian siguió las indicaciones dadas por Roger y continuó masturbándolo a ritmo lento. Lo escuchó jadear de inmediato.
—M-Mierda, así mismo —suspiró para después gemir por los besos que Brian plantaba en su cuello. Gimió al sentir una mordida en su cuello sumado al auge de velocidad en el trabajo que May hacía—. Ngh, joder, sí...
—Dime —Brian hizo una pausa dejando de masturbarlo y sacando su mano de debajo de las sábanas, ensalivó la misma para después continuar masturbándolo haciendo estremecer al contrario por la mojada sensación que May le proveyó. Su manera de hablar había cambiado totalmente, era seductor, mezclado con un tono grave. Tenía comiendo de la palma de su mano al menor—, ¿has soñado con esto alguna vez, rubio? Con que te toco donde más te gusta, que lo hago como amas que lo hagan...
Roger asintió cerrando sus ojos y soltando un gemido airoso: los movimientos que Brian hacía con su mano ahora eran mas rápidos. Movió sus piernas a la vez que gruñía levemente.
—Te vieras ahora —Brian le sonrió mordiéndose el labio inferior, él deseaba estar en esa situación tanto como Taylor. Bajó su mano hasta la base del miembro de su amante, percibiendo que ahora éste se encontraba bastantemente duro. Siguió masturbándolo—, luces como una cosita tan necesitada... eres una cosita tan necesitada —rió.
—S-Sí, lo soy —el habla se le dificultaba cada vez más a Roger, quien arqueaba su espalda sintiendo la mano del guitarrista jugar en sus zonas bajas—. Sigue haciéndolo ahí, jo-joder...
La mano libre de May recorrió desde el vientre del menor hasta sus labios fue aquí donde los acarició con su pulgar. Abriendo su boca, Roger permitió la entrada de éstos a la ya nombrada, lamiéndolos lentamente mientras aguantaba gemidos. Brian percibía encantado las acciones de su rubio, había logrado que estuviera completamente necesitado, la verdad él había soñado tenerlo en ese estado, estaba por cumplir una de sus fantasías más profundas.
—Mierda, sí que eres bueno con esa lengua —acotó besando el cuello del contrario y después mordió el lóbulo de su oreja. Sacó sus dedos de la boca del menor quien besando los mismos no permitió que Brian los separara de su alcance. May suspiró, la escena le estaba empezando a excitar, fue por ello que masturbó aún más rápido a Roger—. Eso es, sigue hasta que no puedas hacerlo más.
—Ngh, tus dedos son t-tan largos... —dijo, aunque no se le escuchó del todo bien debido a que tenía algo dentro de su boca. Comenzó a salivar.
Apegándose aún más a su acompañante, Brian frotó sus zonas bajas contra los glúteos del baterista, jadeando una vez el contacto fue exitoso. Taylor movió sus caderas sintiendo gracias a esto el erecto miembro del guitarrista haciendo fricción contra su trasero. Sacó los dedos del otro de su boca y se mordió su labio con fuerza.
El ojiazul estaba desesperado, finalmente lo había admitido, sumado a esto, Brian sonriente direccionó el par de dedos que había introducido anteriormente en la boca de su compañero hacia los pezones del mismo, jugando con los ya nombrados, provocándolo cada vez más y más. Roger aún no estaba en su límite, pero quería llegar a él. Bajó su mano derecha hacia la entrepierna de su amante y deteniendo los movimientos pélvicos que ambos hacían acarició el pene del mayor por encima de la ropa que usaba.
—No, no, no —dejando de lado la masturbación que le ejercía, retiró la mano que tenía debajo de la pollera de Taylor para después apartar la mano de este mismo de su miembro, besarla y entrelazar sus dedos con los del ojiazul—. Estamos dándote atención a ti, bebé...
La fuerza con la que Roger agarraba la mano del mayor aumentó cuando el trabajo que el guitarrista hacía continuó. El ojiazul ya estaba temblando.
—B-Brian, no... —gimió— no sé por cuánto más pueda seguir.
—Eso está bien —le susurró cautivador, aunque había un toque de comprensión y empatía en su habla—. ¿Seguiremos hasta que te vengas?
—S-Si... —dijo con un hilo de voz. Su respiración ya estaba demasiado agitada.
Brian sonrió y siguió en lo suyo, esta vez más rápido de como antes lo hacía.
Continuaron un rato así en el que los gemidos del menor ya no eran contentibles: May, aunque le disgustaba hacerlo, le cubrió su boca con el fin de acallar los sonidos que a aquellas altas horas de la noche eran emitidos por Roger y el otro involucrado en el asunto.
—Shh —dijo el más alto besando la parte de atrás del cuello del ojiazul. Éste no dejaba de estremecerse y soltar sonidos sordos apaciguados por la mano del otro músico.
Roger se dio un tiempo para pensar: "joder, sí que lo hace bien" concluyó. Imaginarse qué otras acciones hacía de forma inigualable tan solo le hacía excitarse más; fantaseaba ahora con las capacidades sexuales del otro ya que quería experimentarlas.
Soltó la mano de Brian y se aferró del bíceps correspondiente al brazo del contrario, el que trabajaba sus partes inferiores. Faltaba poco, estaba acercándose, sin embargo se sentía un tanto enfadado al saber que ese ambiente en el que estaban pronto acabaría. May mordió el hombro izquierdo de su acompañante: aquel lado estaba lleno de marcas de sus dientes. Comenzó a hacerle chupones ahora, percatándose de que el cuerpo de su compañero estaba bastante caliente ya.
—Joder como me encanta tu cuerpo, Roger... me descontrola —vociferó con tono grave y rasposo el castaño, frotando otra vez sus partes íntimas contra los glúteos de Taylor—. Sobre todo esta parte de aquí abajo —rió travieso, soltando su miembro y dándole una nalgada, haciéndolo sobresaltar y jadear. A los pocos segundos volvió a masturbarlo como anteriormente lo hacía.
Las piernas del menor se frotaron con recelo hasta que de pronto su mente quedó en blanco: se aferró con mucha más fuerza a su amante y después soltó un gemido que sí no hubiera sido por la mano que cubría su boca, hubiese despertado a los otros dos integrantes de banda.
—M-Mierda —apretó sus dientes y cerró sus ojos. Jadeó.
Era una sensación punzante que rápidamente se expandió por todo su cuerpo, haciéndolo finalmente eyacular. Se estremeció mientras lo hacía y se recargó en el pecho de Brian, quien con movimientos lentos de mano buscaba hacerlo eyacular completamente. Quitando las sábanas de encima de ambos, May sonrío al ver el semen de Roger cubriendo todo su miembro. Por suerte las sábanas no se mancharon.
—Hiciste un pequeño gran desastre allí abajo, Roggie —le habló a quien estaba con su respiración agitada y seguía en la misma posición.
—E-Era solo una puta paja —dijo sin abrir los ojos aún—, no hacérmelo con tus manos...
—Y eso que no me has probado con los dedos —sonrió victorioso, casi fanfarroneando.
Cambiaron de posición, quedando frente a frente de manera fetal. Brian dejó un suspiro escapar, agarró el rostro del otro y besó repetidas veces los labios que se le hacían tan apetecibles. Finalizó la muestra de afecto con un beso más largo que los otros, y cuando se separaron, se quedaron mirando otra vez.
—¿Entonces ahora... —suspiró— dejarás de ser tan presumido? —preguntó extrañado el rubio intentando calmar su respiración.
—Ya veremos —extendió su mano hacia la mejilla de Roger, y al alcanzarla, la acarició.
— ¿Cómo que "ya veremos"? ¿Dejé que hicieras todo esto por nada acaso? —se cercioró de que Brian aún lo miraba— Ugh, deja de mirarme así, me pones nervioso —dijo perdiendo todo tipo de seriedad.
— ¿Así cómo?
— ¡De esa forma! Aprendí a diferenciar cada una de tus miradas... me miras intentando no reírte. ¿Es que no me tomas en serio?
—No es eso... —sonrió acariciando el cabello de Roger, quien se sonrojó al sentir la mirada del guitarrista tan directa frente a él, dándose fuerzas al agarrar una de las manos del castaño.
Se besaron con lentitud y con ojos abiertos, dándole así otra tonalidad al beso, sin embargo, al final cerraron lentamente los ojos acariciando sus labios con los propios suyos.
Brian acarició los dedos de su enamorado. Se quedaron abrazados un largo rato, en silencio mientras con sus manos Brian escarbaba por los rubios cabellos del baterista, logrando que éste calmara su respiración.
—¿Se sintió bien...? —preguntó May.
Una sensación de extraño nerviosismo se hizo presente en el rubio, quien desentendiéndose de lo que experimentaba arqueó una de sus cejas y agachó la mirada. Entró en confusión: ¿dónde había escuchado esas palabras antes? Ahora su corazón corría tan rápido que no podía razonar del todo bien.
—Mejor que nunca —atinó a decir. Se alivió una vez supo que su respuesta fue distinta.
El mayor le sonrió, abrazándolo con más fuerza y apegándolo a su cuerpo. Elevó su mirada encontrándose con la de Brian la cual transmitía ternura, haciéndole pasar por ese agradable transe de no saber qué más hacer para tenerlo cerca. Roger sintió su rostro ser acariciado mientras un silencio se formaba, en el cual, logró preguntarse por qué alguien como lo era Brian había rebajado sus niveles hasta a él: se sintió inseguro al pensar esto. No le dieron las típicas ganas de ir a por su cajetilla de cigarros, retirarse y hacer como que nada había sucedido... se había sentido distinto. Pero se hizo creer que no lo era, ¿acaso haría lo de siempre?: trasladar sus preocupaciones a la gente que lo rodeaba haciéndose sentir de esa manera seguro y amparado. La respuesta era sí. Brian no sería la excepción y tampoco nadie lo sería. Se sintió culpable por lo que estaba haciendo, pero no lo demostraría.
—Como sea, si eso era todo entonces... —se vistió y peinó su cabello hacia atrás. Se sentó como pudo en la cama.
— ¿Te vas? —preguntó confundido.
—Digo, solo eso querías ¿no? —le dedicó una mirada efímera, le hacía sentir un curioso gusto el tratar de aquella forma al contrario.
—Em, bueno, en cierta parte...
La expresión de picardía que esbozaba suavemente Taylor desapareció de inmediato. Se le quedó mirando, casi como diciendo «¿es cierto lo que acabas de decir?»
—No es bueno idealizar a las personas, Roger, tenlo claro —le recomendó May poniendo sus brazos detrás de su cabeza y evitando el contacto visual con el menor.
—Tranquilo, con lo que me dijiste me quedó más que claro —le respondió bajando la mirada.
Se escuchó el movimiento del guitarrista debajo de las sábanas, ahora se sentó apoyado en una de las paredes del cubículo.
Ya veía a Brian con otros ojos, no como el chico de dieciocho años que se limitaba a ser su amigo y a observarlo en secreto con ojos enamorados. Fue por eso que ahora se tomaban otras libertades pero también eran propensos a miles de peligros y ahí fue cuando sintió que estaba el vacío, creyó haberle dicho "hasta la vista" pero no era así. Taylor salió del cubículo perteneciente al guitarrista, y dándole una última mirada de despedida le habló.
—Supongo que... a fin de cuentas no somos tan distintos, ¿cierto? —susurró.
— ¿Creías que lo éramos?
El baterista observó con ojos atónitos al contrario quien con particular avidez lo acercaba a él para besarlo. Sin embargo se negó, dándole la espalda y retirándose hacia dónde estaba el cuarto de baño.
¿Ahora eran esas las verdaderas intenciones de Brian? ¿O es que lo habían sido todo este tiempo y solo hoy tuvo la oportunidad de darse cuenta de ello?[...]
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Cigarettes
FanfictionSiendo casi ya la mitad de la década de los setenta, la banda en auge de fama, Queen, empieza su dominio sobre el rock y otros géneros musicales, comenzando a ser gracias a esto los integrantes de ésta, conocidos artistas en la industria musical. A...