[031]

248 43 18
                                    

Brian se removió, levantó de su asiento y luego, le dedicó una mirada incómoda a Roger.
  El menor sabía lo que estaba por venir, por lo que preparó su respuesta de inmediato.
  —E-Escucha, yo... —suspiró, aún no estaba preparado para hablar.
  Para su suerte, el baterista lo detuvo, interrumpiéndole de esta forma.
  —No, no lo digas. Solo déjame preguntarte; ¿Por qué me besas? ¿Por qué me abrazas? ¿Por qué me hablas de esa forma si en realidad ni siquiera sientes lo mismo que yo? Escucha, yo sé lo confundido que estás, pero no es excusa para jugar conmigo de esta manera.
— ¿Jugar contigo? ¿Por qué crees que estoy haciendo eso?
—Sé distinguir cuando alguien lo hace.
—Entonces deberías saber que no lo estoy haciendo...
— ¡Lo único que sé es que me estás confundiendo, hijo de puta! —La voz de Taylor resonó en la sala de estar.
Brian se sorprendió al verlo actuar de aquella manera. ¿Era cierto que sólo estaba jugando con Roger?
Se formó un silencio, en el que miró a Taylor compañero, intentando encontrar una forma de enmendar la situación.
  Roger escuchó lo tranquilo que estaba el lugar, lo único que se oía era la televisión de fondo. Supo que no recibiría respuesta, por lo que suspirando entrecortadamente y con resignación en su rostro, observó el suelo para al final hablar.
—Cierra si sales después de mi.
Agarró sus maletas, abrió la puerta, y se dirigió al auto de Brian. Abriendo la puerta del maletero, vio las maletas y la guitarra de May. Echó su equipaje con rabia encima de ellas. Cerró con fuerza, regresando a por las últimas cosas que le faltaban, encontrándose con Brian en la entrada.
  Se quedaron mirando, hasta que Roger culminó el contacto visual apartándolo de su camino con un empujón suave que le dio con el hombro al pasar.
  Brian, viendo como su compañero subía las escaleras, botó aire pesadamente y observando la hora en el reloj de su muñeca, dejó la puerta de la casa abierta, entrando en el auto finalmente para tomar el puesto de piloto y encender el coche. Arregló su cabello con ayuda del retrovisor, y moviendo rápidamente su pierna izquierda, empezó a reflexionar sobre si era verdad que solamente jugaba con Roger. La probabilidad de que aquello fuera cierto, causó que el remordimiento le comenzara a trepar por la espalda.
  Miró por la ventana de su automóvil, y viendo como su acompañante cerraba con llave la entrada de su hogar, volvió a sumirse en sus pensamientos, haciendo un descubrimiento.
  "No... ambos lo estamos haciendo".
  May tenía razón, y no solo desde ahora, sino, que desde mucho antes. Era un caso de manipulación mutual, Brian sabía que Roger tenía un objetivo, y viceversa, ¿era que intentaban disfrazar sus verdaderas intenciones con sentimientos que no existían? ¿O quizás confundían el interés con amor?
  "¿No crees que es momento de decidir finalmente si quieres o no estar con él, Brian?" se cuestionó.
  Su momento de reflexión se vio interrumpido por la persona que le quitaba el sueño durante las noches.
  May, esperando a que el menor subiese al asiento copiloto, se llevó una sorpresa al escuchar la puerta de los asientos de atrás abrirse, aunque no lo juzgaba; después de un rechazo como ese, lo menos que uno quería hacer era mirar o mucho menos hablar con la persona que acababa de declinar sus sentimientos.
  Al verlo ya acomodado y asegurar que la entrada anteriormente utilizada fue cerrada correctamente, lo miró por el retrovisor una última vez antes de partir, el muchacho le devolvió la mirada. "¿Qué quieres de mí, Brian?" Se interrogó el baterista.
  "Por dios Roger, ¿qué necesitas que te dé de mí para que estés satisfecho?" Ambos fruncieron el ceño con confusión en sus rostros y después de esto, el coche finalmente partió en dirección a su siguiente destino; el hogar de John.
  Luego de un silencioso viaje, finalmente llegaron al hogar del menor de la banda, y con prisa, quien manejaba fue hacia la puerta y tocó el timbre. No pasó mucho tiempo para que la puerta fuera abierta por el padre de a quien buscaban, el guitarrista saludó al pariente de su amigo, y de inmediato vio a la hermana de Deacon salir, quien fue directamente al auto a saludar al muchacho que estaba dentro de este.
  John de inmediato hizo acto de presencia.
  —Julie insistió en ir a dejarme. Sí quieres, luego se puede llevar tu auto y así te ahorras el dinero del estacionamiento en el aeropuerto.
  —Sí, claro, no hay problema. Siempre y cuando no lo choque —le sacó risas al padre de John y a este de igual manera—. Deberíamos irnos.
  El bajista se despidió de su progenitor, y sonriendo, lo abrazó y frotó su espalda.
Cuando el abrazo se cortó, Brian se despidió de igual manera recibiendo deseos de buena suerte para él y toda la banda.
  Se dirigieron al coche y una vez guardadas las maletas y el bajo de John en la guantera, Deacon subió en el asiento de copiloto, dejando su mochila en el espacio libre que había en los asientos traseros.
  Cuando ya estaba todo listo, partieron en dirección al aeropuerto.
  Julie mientras, estaba acomodada al lado de Roger, quien la abrazaba y besaba como si nunca en la vida lo hubiera hecho. Acariciaba su cintura mientras recibía besos y caricias en su mejilla derecha.
El rubio reía al escuchar los susurros de su acompañante.
  — ¿Me vas a extrañar? —Preguntó el baterista acariciando esta vez el cabello de la chica.
  La joven asintió, sonriendo mientras mordía su labio inferior, el cual, al igual que el superior, estaba teñido por un llamativo labial rojo.
  —Sí, de todas maneras, ¿como no voy a extrañar a mi bebito?
  Se escucharon risas de parte de John y Brian, quien por el tierno apodo que la chica le había dado a su amigo, se burlaron.
  Roger se sonrojó, y sabiendo que si no le seguía el juego a la muchacha, esta se enojaría.
  Sonrió tímidamente y la besó. Cuando el beso se dio por terminado, la hermana del bajista, curiosa preguntó.
  —Y ¿cómo lo hiciste con tu batería?
  —Ah, uhm, irá viajando en el avión junto con nosotros, supongo. Luego, la trasladaremos en el bus de gira, o eso tengo entendido. Eso es lo malo de tocar batería, ¿sabes? Siempre debes andar preocupado de quién la transporta y de quién la cuida.
  —Mmm, entiendo. ¿Y los demás?
  —En cuanto a ellos no lo tengo muy claro, pero obviamente a tu hermano y a Brian se les hará más fácil —miró el retrovisor, encontrándose con la mirada del último nombrado. El guitarrista lo estaba mirando desde antes—. ¿No es así, Bri?
  El ruloso dirigió sus ojos hacia el camino, y asintiendo, pisó el acelerador.
  Cuando por fin llegaron al aeropuerto, la única mujer del grupo, fue a buscar un carro para transportar el equipaje de los tres chicos y de paso, los instrumentos de su hermano y del mayor de los cuatro.
  Una vez se vieron frente a frente, John burlesco, dijo:
  —Oh, ¡viniste con tu abrigo de piel, Rog!
  El rubio alzó sus hombros, preparándose para las burlas que estaban por venir. Emprendieron camino hacia el interior del recinto mientras escuchó las risas burlescas de sus dos amigos, pero la chica los detuvo.
  —Aw, vamos. Se ve bien con él, déjenlo ser.
  Roger, satisfecho por la defensa que tenía de su lado, sonrió ladino y abrazó a la muchacha que llevaba el carrito con el equipaje por detrás, posicionando sus manos en el vientre de la misma.
  Besó un par de veces su cuello, y luego, escondió su rostro en él, causándole cosquillas.
  El par que los seguía, se les quedó mirando en silencio, dejándolos caminar a un par de metros de distancia a ellos.
  El más alto, miró al bajista, observando la amplia sonrisa que estaba tallada en su rostro.
  —Pensé que estabas enfadado con el hecho de que Julie estaba con Roger.
  —Al principio un poco... —hizo una pausa, y luego continuó hablando, cruzándose de brazos—. Hablé con ella sobre el tema, y supongo que si Jul es feliz con él, entonces yo también estoy feliz de que esté feliz —rió por utilizar la palabra repetidas veces—. ¿Y tú?
  — ¿Yo? —Brian quedó confundido por el inesperado giro que dio la pregunta.
  — ¿Estás feliz por Rog o no?
  El atacado dejó de respirar por unos segundos, y frunció su ceño, separando levemente sus labios, dejando escapar aire de su boca.
  Pensó lo que diría, aunque no sabía con certeza si lo que su boca decía era la verdad.
  Miró hacia adelante, observando la romántica escena en donde el baterista y la hermana de su acompañante eran protagonistas.
  Inhaló cortando su respiración de nuevo, sabía que algo dentro de él no estaba bien, pero, ¿que era?
  —Sí... sí lo estoy.
  Entraron al aeropuerto, y siguieron caminando en dirección a la plataforma en la cual su vuelo los estaba esperando.
  Al llegar a revisión, Roger, despidiéndose de su chica, besó sus labios por última vez.
  No se lo había dicho a nadie aún, pero Julie no estaba en sus planes a futuro.
  Susurraron un mutuo «te amo», y luego de un corto abrazo, se separaron.
  Una vez el rubio se adentró en el área de check-in, Julie suspiró para al final sonreír e ir a buscar a su hermano para despedirse de él y aprovecharlo unos últimos minutos.
  Cuando la despedida de los familiares acabó, Brian se dirigió a ella, y tocando su hombro llamó su atención.
  —Jul, las llaves del auto.
  La muchacha las recibió contenta, y escuchó el pequeño encargo que le había dejado Brian
  —Cuídalo, ¿si?
  —Tranquilo, lo haré —dio dos palmaditas en su hombro y sonriendo cálidamente, también dejó un encargo para él—. Y tú cuídalo a él.
  —Se lo podrías haber pedido a John o a Freddie, ¿no crees?
  —Pude haberlo hecho, —la chica suspiró, y sonrió melancólica.— pero ambos sabemos que la relación entre tú y Rog es distinta.
  —¿Distinta?, no entiendo a qué...
  La joven lo interrumpió, haciendo una seña con su mano para que no hablara.
  —Brian, no es un secreto.
  Al escuchar su nombre siendo dicho por Julie, el mayor sintió nerviosismo y cierto nivel de preocupación, esto aumentó de forma crítica cuando pronunció la continuación de la frase.
  —Yo ya lo sé... que no lo haya dicho es otra cosa. Por eso lo digo; cuídalo y de paso, también cuídate a ti mismo.
  —¿Cómo planeas que lo haga?
  —Bueno, si no puedes cuidarte tu solo, —ambos miraron al rubio, quien con la mano, desde el espacio del área de revisión, llamaba al más alto.— entonces va siendo hora de que alguien más lo haga, ¿no crees?
  El castaño la miró una última vez antes de que la chica se diera media vuelta para emprender su camino al estacionamiento.
  Agarró aire, y sonriendo cabizbaja, continuó con lo que se había convertido en un monólogo.
  —No tolero a personas como él o como tú, así que dile que no me busque después de la gira.
  El joven artista frunció el ceño, pero logrando controlar su recién nacida irritación, arqueó una ceja, la volteó, haciendo que la mirara y continuó.
  —Te lo doy por hecho que no lo hará.
  —¿Cómo estás tan seguro?
  —Porque yo mismo me aseguraré de que no lo haga. Solo espera.
  —No podrás hacerlo. Él es muy difícil.
  —Para una novata como tú lo es. Pero en realidad... esto es más sencillo de lo que crees.
  Tomó el carrito con las maletas, y se fue caminando cabizbajo dejando a la otra con palabras que no pudo pronunciar.
  En el trayecto, el músico sonrió para sí, por fin sabía lo que debía de hacer. Julie le ayudó a decifrar la complicada situación por la que hace un poco rato antes estaba pasando.
  Levantando la mirada, vio a sus dos amigos ya juntos con el tercero. Freddie había llegado.
  Los cuatro integrantes de la banda Queen se miraron seguros de que lo que iba a suceder, asintiéndose mutuamente casi al mismo tiempo para después comenzar a caminar hacia revisión de pasaporte, y cada uno entregando el suyo.
  Una vez acabaron, tomaron sus bolsos y mochilas nuevamente y siguieron su camino por el gran pasillo que conectaba la pista con el gran establecimiento.

Brian indeciso culiao me recuerda a alguien
EQUISSSS
Niñes aquí está el capituLOOOOO hijo de puta su conchetujarnejejejje me estresa Brian
Perdón
ESPERO LO HAYAN DISFRUTADOOOOO❤️❤️
Xaitoooo
-Ella

CigarettesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora