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  En el aeropuerto la prensa los había esperado con sus cámaras fotográficas para recopilar en papel el regreso de Queen.
  De aquél caótico evento habían pasado ya dos semanas.
  Los integrantes de la banda sabían que tarde o temprano se les acabaría su tranquilidad en las calles, sus canciones y nombres habían empezado a sonar por todo Londres.
Era raro encontrarse con un kiosco que no tuviera los periódicos que adjuntaban de portada el fenómeno que había empezado a ser la banda. Finalmente estaba sucediendo.
  "¿Qué es este nuevo fenómeno que carcome al mundo? ¿Es algo parecido a lo que fue en su momento la Beatlemania?"
  "Gran Bretaña espera el regreso de su nueva reina; cuatro chicos que en vez de llevar la corona en sus cabezas las llevan en sus instrumentos"
  "Más que sólo un álbum: Sheer Heart Attack SIGUE en los charts después de MESES DE SER LANZADO"
  "UN NUEVO PRODUCTOR: Roy Baker lanza a la fama a su primer grupo"
  "¿Lazos ROTOS con ELTON JOHN?: John Reid ahora representa en un setenta por ciento a QUEEN. ¿Habrá olvidado lo que fueron sus comienzos con el solista?"
  — ¿Sabes qué odio de las primeras planas de los periódicos? Los putos títulos —comentó Reid enrollando el que leía y guardándolo en un espacio del auto en el que iban. Acto seguido vio la hora en su reloj de muñeca, cuando terminó observó por la ventana el camino por el que iban—. Los distorsionan a más no poder para llamar la atención de la gente.
  —Hmm, tienes razón... Pero ¿es cierto que ahora no representas completamente a Elton? Si me permites decírtelo, no es lo más atinado de tu parte: por más que Queen produzca, sería un verdadero riesgo dejar de representarlo. Piensa en los ingresos.
  —Yo no dije nada, es él el que anda con otro de esos ataques en los que despide a medio mundo, después llora y la contrata otra vez porque se da cuenta que solo no puede. Ya se ha vuelto repetitivo, hasta patético, no te imaginas cuántas cosas me tiró por la cabeza cuando le dije que no lo representaba sólo a él —habló aburrido del comportamiento del artista.
  El coche se detuvo frente a un alto edificio, fue cuando la dupla se bajó y comenzó a caminar en dirección a la entrada del mismo.
  El movimiento en las oficinas hoy era más agitado de lo normal: varias personas se movían entre sus lugares de trabajo y los pasillos del lugar debido a que de pronto el trabajo por hacer en las últimas semanas había incrementado.
  El largo abrigo de piel, al igual que su cabello, se mecía con el caminar de su dueño, quien a paso normal se dirigía hacia su oficina en donde dentro de unos minutos comenzaría la reunión que tanto ansiaba tener con sus clientes favoritos. Los tenía esperándolo y ya no quería alargar más el tiempo que faltaba para su reencuentro.
  Cuando pasaba por las oficinas de sus trabajadores varios de ellos se encontraban haciendo nada, pero no le interesaba, estaba de buen humor por todo lo que estaba sucediendo. A mitad de camino su secretaria se le sumó al pequeño paseo que estaba dando, el cual estaba por terminar.
  —Aquí están los papeles que me pediste —se los entregó y después, viendo la agenda del día de hoy, continuó—. Jim Beach llamó, dijo que venía atrasado debido a que su cita anterior se retrasó, oh y John Reid y Paul Prenter acaban de llegar.
  —Diles que pasen.
  —Jim estará esperando abajo al llegar, ¿le digo que pase cuando el portero dé el aviso de que ya está aquí o que espere hasta que la cita de las tres termine?
  —Dale una buena recepción y tráelo a mi oficina, quiero que los chicos lo conozcan.
  —Entendido —la mujer asintió y desvió su camino hacia el ascensor.
   Llegando a la puerta de su oficina, Roy giró el pomo de la misma y causó que todos los presentes dentro de la estancia lo observaran una vez se presentó. Sonrió, feliz de ver sus amigos de nuevo.
  — ¡Llegaron los putos amos del rock! —hizo escándalo, el cual fue seguido por Frederick y John. Se levantaron enérgicamente para abrazarlo y en cuanto se separaron, el primer nombrado tomó la mano del productor y le hizo darse una vuelta para que luciera su vestuario.
  — ¿Buscas hacerme la competencia? —Le causó risas a Baker—. ¡Por fin me hiciste caso y te compraste un abrigo de piel!, déjame decirte que te sienta como anillo al dedo, corazón. Además, se te ve muy chic.
  — ¿Es real? —habló Roger.
  —No, claro que no. Es sintético pero es uno de los más caros —aclaró Roy posando para sus amigos con su nueva adquisición. Aprovechó de cerrar la puerta.
  —Al parecer el álbum y la gira dieron bastante dinero —bromeó Roger, haciendo reír a todos los presentes.
  —Pues eso es cierto, ¡pero no te confundas! Esto me lo regaló mi papá para navidad, me dijo que lo había comprado en una tienda de Kesington que ya no me acuerdo el nombre... —suspiró un poco apenado—. Le estoy sacando partido, ya va a empezar a hacer calor y no lo podré ocupar sin asarme.
  —Podrías irte al sur o a la costa, ahí siempre hace frío —le recordó John.
  —Cariño, recuerda lo que te dije: si la facha está buena el calor es psicológico —la frase la terminaron diciendo todos en conjunto, se rieron al final.
  —Oh, los extrañé tanto —dijo Roy entre risas dirigiéndose a su asiento y sentándose en él cuanto pudo.
  —Y nosotros a ti —le respondió May—. Supongo que tú papá debe estar feliz al leer el periódico.
  — ¡Mierda, sí! En sus propias palabras está feliz de que su retoño haga crecer el negocio familiar..., obvio debe estar más feliz porque sus ahorros de vida están creciendo —soltó una risita—. Pero bueno, basta de hablar de mí, ¡que yo solo di vueltas por Londres esperando a su regreso! ¿Cómo les fue en todo eso de la gira?
  — ¡Bastante bien en realidad! —Dijo el vocalista regresando a su asiento, acción que fue imitada por John—. Tesoro, deberías haber ido con nosotros: Europa es simplemente maravillosa, Estados Unidos es muy grande y la gente de Japón de verdad es muy cariñosa. Amé Japón, no hay duda que en un futuro volveré.
  —Así que el territorio nipón... Me han dicho que esas tierras son bastante alocadas.
  —Sí que lo son, no llevábamos ni un día ahí y perdí un zapato y eso que recién habíamos llegado —informó Brian—. Asumo que se lo llevó algún fan... espero que lo cuide bien.
  —Después nos hicimos amigos de unas geishas junto con Roger —agregó Deacon orgulloso de esto.
  —Así que fue toda una experiencia —carcajeó suave.
  —Una loca experiencia.
  —Ah, ah, casi lo olvido —Deacon se estiró hasta el escritorio de Roy y dejó un par de instantáneas sobre el mismo—. Para que veas un poco de lo que fue el viaje, las otras fotos las mandamos a revelar y como son muchas aún no las tienen.
  —También te trajimos unos regalitos de cada país al que fuimos —reveló el guitarrista poniendo una bolsa sobre el escritorio del productor.
  —Qué considerados son —Roy guardó la bolsa y acto seguido le entregó al bajista las fotografías—, se merecen el sol. Pero ya, ahora debemos hablar de... –se detuvo porque en ese mismo momento golpearon la puerta. Dejó pasar a quién fuera que estaba detrás de ella—. Pasen, pasen... —dijo Baker aburrido de no poder hablar sobre lo que los convocaba.
  Cuando la puerta se abrió, esta dio paso a la secretaria de Roy, quien se abrió paso por la oficina, dejando pasar detrás de ella a John, Paul y por último a un hombre con traje que apenas entró inspiró cierta seriedad.
  Todos habían volteado a ver a los que habían llegado recién, mas Deacon, paralizado, se fijó solamente en la mujer que había entrado. Pareció quedar embobado y sin habla al verla.
  —Miren quiénes llegan tarde —Roger presumió de no ser impuntual por primera vez. Se cruzó de brazos, intentando imponer autoridad frente a Reid y Prenter.
  —Buenos días, estábamos justo por empezar.
  — ¿Necesitas algo más, Roy? —vociferó la única fémina presente.
  —Trae agua y vasos, siempre hay que estar preparados. ¿Alguien tiene una petición especial?
  —Uhm, yo tengo una petición especial —dijo Roger tocando el brazo de la secretaria para atraer su atención y bajando sus lentes de sol—. ¿Podrías traerme un cenicero, por favor? Sería genial que lo hicieras... —se quedó callado al no saber el nombre de la mujer.
  —Ella es Verónica —informó el productor—, entró a trabajar aquí hace poco. Preséntense, aunque yo creo que ya los conoce.
  —Yo soy Frederick pero puedes decirme Fred, tesoro.
  —Ah, el vocalista principal —dijo la muchacha.
  —El mejor que hayas conocido —hizo reír a la chica con su vanidad.
  —Brian, Bri o... como quieras en realidad —intercambió risas con Verónica, quien volteó hacia el rubio esperando una gran introducción de su parte.
  —Roger —dijo cortante sin siquiera mirarla. La actitud que tomó le extrañó a Roy.
  Deacon sacudió su cabeza y después giró hacia la chica. Sonrió.
  —Y-yo... —habló tartamudeando un poco—. Yo soy John. John, John Deacon.
  Ambos se quedaron observando fijamente.
  — ¿Bajo? —consultó Verónica.
  —Alto —respondió. Al ver que se equivocó y que sus amigos se reían en forma de burla, se sonrosó—. Digo sí, sí, bajo, bajista, ya sabes, bajo. Bajista.
  —Debes disculparlo, es un poco distraído —especificó Freddie riéndose aún.
  —Todos somos distraídos de vez en cuando —sonrió—. Si me disculpan, iré a buscar lo que me encargaron —se fue una vez acabó la conversación.
  Cuando la puerta cerró, Deacon escondió su rostro detrás del hombro de Roger.
  — ¿Del uno al diez que tan mal estuvo eso?
  —Un treinta —bromeó el rubio. Cuando se dio cuenta de que John soltó quejidos, se empezó a reír y a darle palmaditas en la espalda, intentando reconfortarlo—. Ya, no estuvo taaan mal, sólo debes aprender a controlar tus nervios. De hecho, podría decir que lució hasta un poco tierno.
  — ¿Ser casi tartamudo, distraído y ponerse nervioso es tierno? ¿Qué mierda con sus estándares?
  —Mientras más tonto y distraído es el chico, ¡más lo querrán las mujeres! —afirmó Mercury.
  —Si fuera así estaría rodeado de ellas, créeme —John recargó su cabeza en uno de los hombros de Roger—. ¿Podemos empezar con la reunión?, estos temas amorosos me deprimen.
  —Con gusto —le dijo el productor, ahora adoptando una pose más seria—. Bueno, espero que hayan disfrutado su primera gira y sus dos semanas de vacaciones pero ahora hay que volver a la realidad —puso sobre la mesa los papeles que tenía guardados y los examinó—. El porcentaje de ganancia en la gira fue de unos setenta y cinco por ciento, cinco dígitos menos de lo esperado pero se comprende. Ahora el cuarenta por ciento de aquello lo dedicaremos a la grabación de un nuevo disco y el treinta y cinco restante lo dividiremos entre el equipo de producción, ustedes, Paul y John.
  — ¿Solo el treinta y cinco por ciento para nosotros? Pensé que sería más... —manifestó May.
  —En realidad es menos del treinta —leyó el papel que contenía información sobre los gastos—, gastaron mucho en escenografía y... en pagar cosas que rompieron en los hoteles.
  Los músicos rieron incómodos, de alguna u otra forma donde estaba el desastre estaban ellos. Roy continuó.
  —De todas formas —se agachó y sacó un maletín el cual al ser abierto, reveló que estaba lleno de dinero. Sacó doce fardos del mismo, dos para cada integrante de la banda y un par para Paul y John—, ¡feliz día de paga!
— ¡Debes estar bromeando! —Vociferó Roger emocionado, comunicando después que ya había contando de cuánto dinero disponía—, ¡aquí hay más de mil libras! ¡Pensé que habría mucho menos!
  — ¡Con esto podría comprarme un apartamento e irme de casa! —Enérgico, John daba saltitos en su lugar.
  —Es bueno tener dinero por fin —Freddie sonrió y lo dejó en su regazo—. Duerman mientras papá está en su reunión de negocios.
  —Oh, sí, continuando... se preguntarán quién es ese que está ahí —apuntó a Jim, quien movió su mano, saludándolos—. Ese es Jim Beach, será su nuevo abogado personal. Mi papá me dijo que los artistas suelen meterse en problemas y que es imprescindible que tengan un representante jurídico. En sus propias palabras «ustedes los jóvenes son muy maldadosos. Sobre todo en ese negocio de la música, no saben ni hablar sin meter la pata».
  — ¿Jim Beach? —preguntó Roger.
  —Roger, no hagas... —el guitarrista se vio interrumpido por su pareja.
  — ¿Como Miami Beach?
  Solo tres de los integrantes de la banda se rieron estrepitosamente, fueron John, Mercury y Taylor, quienes diciendo cosas in-entendibles al oído de los otros presentes dejaban salir sus risas sin intentar detenerlas.
  Ni siquiera era un buen chiste.
  —Debes perdonarlos, son algo especiales —Brian volteó hacia Jim, quien mirándolo con cara de comprensión dejó una risita escapar cuando suspiró.
  — ¡Ya está!, le diremos Miami porque suena más divertido y fácil de recordar que Jim —decidió el vocalista.
  — ¿Estás de acuerdo, Miami? —le preguntó Roger mirándolo por arriba de sus gafas de sol, recargando su voz en el nuevo nombre que le habían dado a su abogado.
  Jim asintió, solo para no darle más vueltas al asunto. Creía que con el paso de los días la broma se gastaría y quedaría en el pasado.
  —No veo por qué no —respondió.
  — ¡Ah, genial! Ahora se llamará Miami Beach.
  La reunión avanzó sin más interrupciones, excepto la reaparición de la secretaria en escena dejando lo que se le había sido encargado. Pronto la estancia se llenó del olor inevitable que saldría de los cigarrillos fumados, más al abrir la ventana se ventiló un poco. Mientras eso era hecho por uno de los presentes John y Roger conversaban no poniendo atención sobre lo que Roy decía.
  —Te digo, debes decirle lo que te dije, es creativo y la hará reír.
  —No sé... ¿y si tiene novio?
  —Pues se la quitas y después te casas con ella, ¿me entendiste? —aplastó su cigarro en el cenicero—. Cuando terminemos aquí, vas a ir a confrontarla y la invitarás a una cita, ¿hecho?
  —No lo sé, ¿no será muy pronto?
  —Oye, no le estás pidiendo que se casen —carcajeó, recargándose en el respaldo de donde estaba sentado. Sintió que jugaban con su cabello, volteó de inmediato hacia su pareja—. ¿Y tú qué?
  — ¿Que no puedo tocarte el cabello?
  —Hmm, depende de en qué contexto lo hagas —cruzó miradas con el guitarrista, aunque al notar que ya estaban considerablemente cerca se alejó de él.
  — ¿Tienes algo que hacer después de esto?
  —Solo acompañar a Deacy a su muerte, pero no me consumirá mucho tiempo. ¿Por?
— ¿A su muerte? —Se rió, no comprendiendo—, ¿de qué me perdí?
  —Le gustó la secretaria de Roy, así que le dije que le pidiera una cita, pero me está poniendo puras excusas del por qué no quiere...
  —Oigan, ¿no pueden prestarle atención a Roy? Es importante lo que dirá ahora, luego siguen conversando —los interrumpió Deacon con la verdadera intención de que Taylor dejara de contarle a su novio el problema que tenía. Baker le agradeció.
  —Lo siento... ¿de qué hablaban? —Consultó Roger.
  —En resumen, deben volver a trabajar. Tienen un plazo de dos meses para vacacionar, luego de eso será hora de que vuelvan a trabajar. Cabe decir que pueden empezar a grabar antes del término de sus vacaciones, pero no después de ellas —le informó Reid—. Ha llegado la hora de que firmen un contrato con alguna disquera y de paso que formalicen el contrato con John. Necesitan tener un sello discográfico, es por eso que hoy está aquí Jim, digo, Miami.
  — ¿Es necesario?, ¿no podemos simplemente seguir como estamos? Tenemos dinero, podemos hacerlo solos —rebatió el rubio.
  —Podrían seguir así pero no crecerían nada más que esto. Las radios solo siguen tocando Killer Queen porque les trae audiencia, si no fuera por eso, no lo harían debido a que no está bajo la autoría de un sello discográfico —explicó Jim sacando de su portafolio ocho hojas las cuales fue entregando a los integrantes de la banda.
  —Sumado a que necesitan de las discográficas para producir y vender los discos... lo más atinado sería firmar. Si tienen a alguna de estas discográficas de su lado podrán seguir escalando —completó el manager.
  —Estos son los ofrecimientos de contrato que les llegaron, uno es de Emi Records y el otro de Capitol Records —anunció Jim.
  — ¿Que acaso Capitol Records no está en Estados Unidos? —preguntó May.
  —Efectivamente. Quizás si firman con ellos haya más cobertura de alguna u otra forma, es un país grande y obviamente hay más personas que aquí —continuó el abogado.
  —Por otro lado, Emi también tiene lo suyo —rió Reid—. He estado en varias ocasiones bajo un contrato de Emi y ha funcionado. Pero los dejaremos de presionar y leer cada uno de ellos.
  —Recuerden, lean con cuidado —avisó Beach.
  Y así comenzaron a analizar los documentos, cada uno empezó con el que más le parecía, eran varias hojas las cuales había que leer y completar. Con el paso de los minutos los jóvenes fueron cambiando de posición, tomando un poco de agua, caminando por la habitación mientras leían y de vez en cuando parando. Al finalmente acabar la mayoría, Roger era el último que faltaba.
  Sus compañeros empezaron a apurarlo.
  —Sería increíble que terminaras ahora —le dijo Frederick yendo a ver en qué parte iba.
  — ¿Estás leyendo el de Emi o el de Capitol? —habló John poniéndose detrás de Roger quien ya había comenzado a cambiar la cara por la molestia que le causaba que le hablaran mientras leía, mucho más porque debía concentrarse.
  —Creo que es el de Emi —le respondió May a Deacon.
  —Carajo, ¡¿se podrían callar?! Intento concentrarme para leer bien esto y no cagarla con lo que elija —echó a todos de su alrededor y continuó leyendo. Acercó aún más la hoja, aunque ya estaba bastante cerca de ella.
  —Si te quitaras las gafas de sol quizás leerías más fácilmente, solo digo —hizo la observación Reid. Recibió una mirada aburridamente harta del artista, casi diciéndole con ésta que se callara.
  Roger volvió al texto, enarcó una ceja y luego despegó su mirada de éste, girando hacia Jim.
  —Aquí dice que nos controlarán el trabajo que hacemos, ¿no? Si algo no les gusta simplemente lo tirarán a la basura y nos dirán que hagamos otra cosa. Y yo por lo menos vi el mismo patrón en el contrato de Capitol —informó el baterista descolocando un poco a los demás músicos quienes agarraron el papel y buscaron la parte que leía Roger. La examinaron otra vez mientras escucharon a Jim hablar.
  —La verdad en cualquier contrato aparecerá eso, depende de con quién firmen en realidad...
  — ¿Podrían darnos unos momentos a solas? —preguntó Frederick viendo cómo salían quienes no formaban parte de la Banda. Vio a Deacon pararse y lo detuvo—. Tú no, corazón.
  —Ah...
  —Tanto leer me turba. Yo digo que no firmemos con ninguno de ellos dos, ¿no creen que tanta parafernalia de hojas y hojas sea sospechosa? —Roger dejó los documentos en la mesita de centro y sacando un cigarrillo, lo encendió. Le dio una calada y se levantó, yendo hacia una de las ventanas de la oficina.
  —Tesoro, necesitamos dinero ahora mismo. Por más ingresos que hayamos conseguido a partir de la gira no son los suficientes para seguir con esto. Tenemos que costear la producción de los discos, del estudio de grabación...
  —Debemos ceder de alguna u otra forma, si queremos seguir en el negocio hay que entrar de lleno en él —Deacon se dio vuelta y observó al baterista quien se encontraba abstraído, aún pensando en si hacerlo o no—. No nos estamos aliando con cualquiera, tenemos a dos industrias conocidas, diría que hasta confiables.
  —Textualmente la de Emi dice «cada producción del (los) artista(s) será supervisada por los productores», es decir, Roy y otros más «altos funcionarios de la discográfica y jefes de marketing, sonidistas», bla, bla... en todo caso, si leemos la parte que nos informa de cómo sería el proceso de renuncia, no dice nada de que no podemos renunciar por esas razones. Así que si te preocupa lo de la libertad a la hora de escribir o grabar simplemente revocamos el contrato y ya... —observó a Taylor, haciendo contacto visual con él.
  —Firmaremos en algún momento de todas formas —decidió dejar de lado la pequeña inseguridad que tenía, pero sabía que esta seguiría presente, molestándolo cada día—, así que decidamos de una vez.
  —Bien, manos arriba quién quiere Capitol —Frederick observó que nadie levantó las manos, por lo que la respuesta era obvia—. Entonces ahora somos de Emi.
  — ¡Yey! —John se levantó y dio saltitos. Se dirigió a la puerta, la abrió y vio a las cuatro personas que habían salido recargadas en la puerta, especialmente a Roy con un vaso en mano. El productor habló.
  —Perdón... se demoraban mucho y hablaban muy fuerte, era inevitable espiar. Como sea —entró, seguido de los otros tres presentes. Se dirigió a su puesto y se sentó—, como eligieron a Emi, ahora sólo falta firmar... ¿Necesitan lápiz?

[...]


SONNN??? LAS SEIS PUTAS???? DE LA MAÑANA??? COMO DIJO ROGER EN EL PRÓLOGO????
les juro que ocupar esa referencia sin planearlo ha sido lo mejor de mi 2020, confirmo
Bueno son las 6:15 de la mañana yo no sé qué hago despierta aún
Después de esto me voy a ir a dormir lo juro pero es que no tengo sueño y estoy cagá de hambre 😞😞😞
Also wEON los capítulos están tan *inhales* FOMES es que les juro que no séquémepasaquehagocapítulostanfomes
Como no parezco estar satisfecha con mi trabajo últimamente, me dedicaré a
e d i t a r
Así que chequen los capítulos del principio porque quizás tengan diálogos nuevos (((((o hasta escenas nuevas)))))
PERO LO IMPORTANTE:::
SABEN QUÉ SE VIENE AHORA???
Bohemian Rhapsody OMG
.
así que
La dejo ahí
Xavela cabrxs VOTEN Y COMENTEN POR FAVOR LES TKM MUCHO
-Ella

CigarettesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora