Narra Alex: Mi despertador sonó, en vano, pues he estado toda la noche despierto y ni siquiera he intentado dormir. David durmió bien durante toda la noche, yo estuve atento a cualquier sonido durante toda la noche, esperando a que mamá llegué, pero no lo hizo.
En fin, me levanté y me vestí para ir al instituto. Hoy tengo que ir a lo de Amber por el libro de literatura, supongo que iremos juntos desde el instituto.
Ojalá no hubieran aceptado el juego, pero creo que lo hice más por ardido de la vez que me rechazó, supongo que me dolió más de lo que voy a admitir.Antes de ir al instituto deje a David por la casa de la abuela, como de costumbre. No se de que maneras agradecerle a la abuela por ayudarme con esto, no sé cuanto más mi madre va a tenernos de esta forma, como si fuésemos los niñeros de David y además los suyos.
Una vez que llegué al instituto entré al salón.Keila y Nara estaban sentadas juntas, Nara tenía un nuevo look, ahora es pelirroja, le queda bien. Keila se veía bastante tranquila y cabizbajo, como siempre, excepto cuando empieza a hablar de feminismo. No veo a Amber a su alrededor.
El profesor entró al salón, los alumnos que quedaban por entrar lo hicieron, hasta Dylan, pero Amber no. No quiero ser ridículo e ir a preguntarle a sus amigas, no quiero parecer desesperado aunque obvio tengo curiosidad de saber porque no vino.
Es mejor para mí, me ahorro un viaje hasta su casa y no la tendré que ver.No hay tal suerte.
Nara se acercó a mí.—Hola, Alex— dijo en un intento de ser amable, pero desde que éramos pequeños Nara es incapaz de fingir lo que siente y no disimula que yo le caigo mal.
—Hola—respondí
Ella se ve incómoda al parecer no le gusta mucho hablar con gente, en especial conmigo.—Dice Amber que puedes ir solo a su casa, está enferma... ten la dirección—me dió un papelito y luego se fue.
Bueno, tendré que hacerle una visita a la enferma.
[...]
Antes de ir a la casa de Amber pase por un lugar donde venden hamburguesas, hubiese ido por Mc Donald's, pero en ese lugar venden unas cheeseburgers deliciosas,por eso compré ahí, aunque no estoy realmente seguro de que le gusta a Amber.
Luego de llegar a la dirección dicha, me baje del auto y toque timbre.
La puerta se abrió dejando ver a Dylan, su aire de macho alfa es claro, espalda recta, manos a los costados, fosas nasales abiertas para oler el miedo...pero a mí no me importa una mierda y solo lo miré.—Tu...—susurró molesto —Amber está arriba, entra y dile que me fui—salió de la casa dejándome parado en la puerta, otro que tampoco me quiere mucho.
Nadie me quiere mucho, en realidad.
Entré a la casa y cerré la puerta. Me ubique en la sala, luego vi la escalera, subí y creí que me sería difícil encontrar el cuarto de Amber, pero no, había una puerta con una cartel que tenía su nombre, así que toqué.—Adelante—dijo ella, sonaba resfriada.
Abrí la puerta y la ví de espaldas a mi, sentada en una banqueta, pintando en un lienzo. No sabía que tenía talento para la pintura, que está pintando a su mamá.
La observé unos segundos, viendo la destreza con la que movía sus manos, la suavidad de cada trazo, ella es increíble.—Hola–dije antes de cerrar la puerta detrás de mí.
Un perro Golden salió de debajo del escritorio y vino hacia mi.
—Hola—acaricié su cabeza.
Siempre quise tener un perro, pero mamá nunca me dejó, dijo que sería molesto y ahora que está David dice que es peligroso para el. ¿Cómo podría un ser tan puro lastimas a alguien?—Parece que le caes bien—Amber sonrió desde su asiento antes de pararse.
Ella traía unos jeans clásicos y una sudadera de Harvard. Estamos lejos de Harvard, muy lejos de estados unidos.
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Amber (|) [editando]
Teen FictionAmber y Alex se conocen desde que tenían doce años, pero por cuestiones de la vida, dejaron de ser amigos, hasta que una noche de viernes coinciden en una fiesta donde ambos se verán involucrados en un estúpido y nocivo juego que pronto dará sus con...