—Arriba,sal del auto, no te lo diré una vez más— dijo Nara sacándome a rastras del auto de su padre.
—¿En serio hay que entrar a esta fiesta de niños mimados?— pregunté dejando que me arrastre.
Por el amor de Dios, es viernes, tengo ganas de ver películas, me gustan mucho las películas y podría estar ahora, aplastando el culo en el sofá de mi casa, leyendo 50 sombras o mirando la novela con mi señora madre, pero aquí estoy, siendo arrastrada a esta estúpida fiesta.
—Sí, hay que entrar, pasas mucho tiempo encerrada, no es bueno para ti— dijo Nara, aún sin soltar mi mano.
—Ella tiene razón— dijo Keila mirando su celular,seguro tratando de localizar a Max, quién se supone la estaría esperando el la puerta. Cuando los tortolitos se localizaron, se saludaron con un apasionado y largo y asqueroso beso.
Dios me libre de estar así con alguien, qué horror.Entramos a la fiesta y lo primero que hice fue conseguirme un trago, no voy a ser capaz de soportar a todos estos idiotas sin un poco de alcohol en mi sistema y no, probablemente no debería estar bebiendo con los antecedentes de mi familia, pero si soy sincera, me importa una mierda.
La cocina de esta pobre casa, que por la mañana estará hecha mierda, estaba llena de idiotas, hablando del culo de las chicas que vienen a buscarse un trago o algo por el estilo y realmente me pregunto qué sentirían ellos si nosotras nos pusiéramos a comentar su pene.
En fin, me distraje con alguna otra cosa, así sea una mínima mancha en la pared.—Vamos, a bailar— Nara me arrastró a la sala.
En serio me siento una idiota aquí, todas las chicas están vestidas hermosas, todas saben que son lindas y lucen sus outfits con estilo, con confianza. Mientras que yo estoy aquí, con un jogging diez tallas más grandes, una camiseta que encontré por ahí y una campera deportiva, si me pongo la capucha seguro me confunden con un chico. Es una ropa horrible, pero cómoda, mierda, tan cómoda.
Estuvimos bailando un rato hasta que Nara no pudo contener más su vejiga y me pidió que la acompañe al baño, así que lo hice, pues la regla número uno que hemos tenido desde que empezamos a salir es que vamos a todas partes juntas... aunque, bueno, Keila rompió la regla al irse a besar con Max a alguna parte. Pero en la puerta del baño nos cruzamos con Laura, ella no es de nuestra clase, de hecho no va a nuestro instituto, pero siempre nos la encontramos en algunas salidas. Ella y Nara han estado llamando la atención la una de la otra todo el último mes. Apenas ví como se miraron y ya sabía lo que querían hacer, así que no entre yo al baño, sino que entró Laura junto a Nara.—Juro que no voy a demorar—dijo Nara antes de cerrar la puerta.
Genial.
Me quedé parada, con la espalda apoyada en la puerta. Saqué mi celular y empecé a leer un libro electrónico, pero apenas lo abrí me llegó un mensaje de mi papá.*Hola, mi amor, acabo de terminar el libro que me recomendaste, quisiera saber si tienes la segunda parte, porque este final FUE UNA PUTA MIERDA ¿COMO VAN A DEJARLO ABIERTO DE ESA FORMA?* decía el mensaje.
Sonreí, papá es la única persona que lee los libros que recomiendo y los vive de la misma forma que yo. Le respondí que sí y que la próxima que viniera se la daría, mientras deseaba que esa próxima vez sea pronto.
—Hola, preciosa— ví unos pies enfrente de mi,así que subí la vista para encontrarme con Marco.
Este chico realmente no se rinde, está mal de la cabeza y además no entiendo como es que puede seguir insistiendo después de todo lo que hemos pasado, realmente es un cara dura.
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Amber (|) [editando]
Teen FictionAmber y Alex se conocen desde que tenían doce años, pero por cuestiones de la vida, dejaron de ser amigos, hasta que una noche de viernes coinciden en una fiesta donde ambos se verán involucrados en un estúpido y nocivo juego que pronto dará sus con...