Luego de la pista de patinaje dejé a Amber en la casa de su tía, o al menos eso fue lo que me dijo ella.
No quería que se fuera, pero me dijo que necesitaba hablar con su tía y que por eso no podía quedarse conmigo. Así que solo la dejé, aún sabiendo que lo hacía para escapar de mi, como siempre lo hace.Estacione frente a mi casa, mamá no debe de estar y espero que alguien esté cuidando de David.
Me bajé del auto y ví a James parado en su porche, así que levanté mi mano y lo saludé por amabilidad, el me devolvió el gesto con una sonrisa.Entré a la casa para encontrarme con que mi madre estaba dormida en el sofá, con David arropado junto a ella. Es increíble pensar que la tienes que regañar como si ella fuese una niña para que haga lo que le corresponde.
Aún así, ignore eso, no caería de nuevo por su teatro y se que si soy lo suficientemente rápido, ella no sabrá que estuve aquí.
Subí con rapidez hacía mí habitación, tomé un bolso y una mochila. En el bolso puse ropa, guardé mi computadora,mi cargador,mi parlante, todo lo que uso más. Mientras que en la mochila guardé las cosas del instituto, no puedo perder el año tampoco, de hecho necesito seguir sacando buenas calificaciones, la universidad está a la vuelta de la esquina y no puedo perder eso.
Jamás creí que me iría de mi casa de esta forma, como si estuviese huyendo o como si hubiese hecho algo malo, me siento triste, pero no soporto un día más aquí, ni una discusión, ni más lloriqueos, ni mujeres alcohólicas.
Espero que me ayuden a recatar a David de aquí, porque en estos momentos él es quien realmente importa, pues es el único indefenso aquí.
Salí de mi cuarto colgandome el bolso mientras cerraba la puerta, tratando de hacerlo de la manera mas suave posible.—Alex—oí la voz de dormida de mi mamá.
Mierda.Ella estaba parada frente a mi, con sus brazos cruzados, mirándome como si no pudiese creer lo que veía y quise reírme con ironía, pues yo verdaderamente podría estar internado en un hospital ahora mismo y ella hubiese estado dormida.
Se preocupa mucho, veo.—Ya me iba— informé, pasándole por al lado.
Le ruego a todos los santos que ella no discuta, pero no hay tal suerte.
—No te puedes ir, Alex, yo te necesito aquí— susurró, tomando mi brazo, como si eso fuese a detenerme.
—¿Para qué? ¿Para cuidar a tu bebé? Estás equivocada— me solté de su agarré y empecé a ir escaleras abajo.
Por supuesto me importaba David y trataré de que los abuelos la visiten más para que puedan ver si mi hermano está bien, pero quiero hacerle entender de alguna forma que yo no soy el padre de David y tampoco el suyo, no soy un remplazo para papá.
—No es eso, Alex, eres mi hijo y no soportaría que alguien más me abandone— insistió siguiéndome.
Me detuve para enfrentarla. Se veía fatal, triste y como si no durmiera en meses, pero eso solo son las consecuencias de tanto alcohol y otra vez, no está viendo que esto me afecta a mi también, solo piensa que "otro la va a abandonar", no piensa en que yo me iré solo a Dios sabe donde.
—Solo te daré una recomendación: recupérate, ve al psicólogo, trata tu alcoholismo y deja a David en un lugar seguro, si mejoras quizá vuelvo—dije antes de salir de la casa sin darle oportunidad de decir nada.
Porque si lo hace,se que me va a convencer, ella tiene un poder de manipulación enorme, en especial conmigo y yo ya no quiero caer de rodillas ante ella, ha sido mucho tiempo y he sido un tonto durante demasiado tiempo, ya es hora de despertar.—Alex, Alex— James me llamó y yo paré para esperarlo.
—¿Qué pasa?—pregunto acomodando mi bolso sobre mi hombro.
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Amber (|) [editando]
Teen FictionAmber y Alex se conocen desde que tenían doce años, pero por cuestiones de la vida, dejaron de ser amigos, hasta que una noche de viernes coinciden en una fiesta donde ambos se verán involucrados en un estúpido y nocivo juego que pronto dará sus con...