70

10.9K 608 109
                                    

Narra Amber: Juro que la busque...

Pase horas y horas frente a mis libros, buscando uno en el que quizá pueda encontrar una respuesta a estos sentimientos confusos que tengo, pero solo me sigo confundiendo aún más.
Estaba haciendo mi mayor esfuerzo por mantener la calma, pero cada día se me estaba haciendo más difícil convivir conmigo misma y me empezaba a doler el hecho de no saber que hacer para dejar de convertirme en esta persona nefasta en la que me estoy convirtiendo.

Convivir conmigo misma se ha estado haciendo aún más difícil de lo normal en estos días y aunque he estado intentando distraerme, solamente pienso en lo que le hice a Alex y me siento un monstruo... pero por otro lado pienso en lo que él me hizo a mi y no, eso no justifica mi venganza, pero solo quiero saber si él también se sintió un monstruo igual que yo.

¿Cómo se habrá sentido Alex al leer la carta?
La hice con la intención de que se de cuenta de que no valgo la pena, que puede conseguir cualquier chica y que va a ser mejor que yo, aunque me partiría el alma verlo con otra.
Pero también sabía que eso sería lo correcto, porque si yo no puedo hacerlo feliz, lo mejor sería dejarlo ser feliz con otra persona, que sepa valorarlo y sepa tener paciencia para descubrir su lado vulnerable, ese que a mi me costo tanto de volver a encontrar.

Volví a mirar mi teléfono en busca de alguna noticia suya, pero nada, no hay nada y me daba aún más rabia saber que solamente debo llamarlo para que él me cuente cómo está, pues me dejo en claro que no se quería rendir conmigo... pero eso fue antes de la carta.

Keila estaba hurgando por mi librero, buscando algún libro interesante que leer, ya que quiere salir de su bloqueo lector, el cual la ha estado molestando mucho últimamente.

—Este prólogo me gusta, me llevo este— informó, sacudiendo en su mano el libro de "Nada es suficiente" de Lydia Carreras.

—Ese libro es genial, pero se llevó toda mi estabilidad emocional durante tres días— le advertí,  levantándome de la cama.

—Ah, hablando de eso ¿Te respondió Alex?— preguntó guardando el libro en su mochila.

No se en que momentos mis amigas dejaron de ser solamente de mi equipo para pasar a ser de ambos, ya que ahora también le tomaron cariño a Alex, pero saben que mientras yo me mantenga así de negativa, no hay nada que ellas puedan hacer.

—No me respondió...— suspiré con melancolía.
—Yo creo que funcionó y no me va a hablar más—dije apenada, pues si bien era lo que esperaba, no era lo que quería.

—La verdad es que fue una carta muy pesada, parecía más una despedida que cualquier otra cosa—Keila se sentó en mi regazo sobre el puff.

Aún no siente que me haya despedido de Alex, de hecho no quiero hacerlo, pero creo que por el bien de ambos será mejor tomar distancia.

—Lo era-—susurré rodeando la cintura de mi amiga, para que no se resbale hacia el piso.

—No entiendo porque estás haciendo esto...— Keila frunció el ceño.
—primero nos dijiste que no lo dejarías y que ibas a hacer como si el dinero nunca hubiese existido y ahora lo alejas, pero te estás muriendo por el, ponte de acuerdo, Amber— ella hablo algo enojada, mientras me acomodaba el cuello de mi camiseta.
Keila siempre ha sido muy inquieta, no puede mantener las manos quietas... pobre Max, lo debe de vivir manoseando, pero buenos el no parece quejarse.

Ella tiene razón, yo no lo iba a hacer, e incluso por un momento pensé que olvidar el dinero y dejar que todo fluya, porque me estaba gustando de más, estaba encontrando un lugar seguro en Alex y me estaba dejando caer en en sus brazos... pero no podía, no podía dejar que se salga con la suya.

Amber (|) [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora