80

10.3K 546 142
                                    

Narra Alex: Gritos, gritos y más gritos y gente, mucha gente, Dios, demasiada, creo que todo el San Francisco está aquí.
Estoy aturdido a la vez que salgo del lugar de entrenamiento, ni siquiera se que está pasando, pero lo único que puedo pensar en que Amber está en problemas.
¿Cuál?
Es la pregunta.

Entonces veo que en el centro de toda esta gente están Amber y Estefany, en medio de una pelea entre ellas, pero por lo que veo, Estefany va ganando.
Entro en pánico mientras corro hacia ellas, pero la multitud me detiene, al igual que están deteniendo a Nara y Keila, que intentan llegar al centro, pero las amigas de Estefany las tienen agarradas.
¿Qué mierda es esto? Parece una puta película.
Entonces Amber cayó al piso en sus rodillas y manos.
Necesito ayudarla, pero está gente no me deja pasar, es como si me estuvieran sujetando para que ellos puedan seguir viendo este estúpido espectáculo.
Le puse atención a Amber cuando note que se estaba tocando el estómago, por un momento creí que que era por el dolor, pero entonces noté que se estaba desabrochando el cinturón.

—¡Levántate!— le gritó Estefany,  mientras la miraba con aires de grandeza.

Nunca me sentí tan impotente, no puedo liberarme de la gente que me agarra y Amber necesita mi ayuda.
Pero entonces se levanta, en toda su gloria, dejándonos a todos literalmente paralizados, ya que al mismo tiempo que se levantó, el cinturón de Amber impacto en el rostro de Estefany, causando que toda la multitud suelta un "OH" a coro.
Dios, la sirena ha salido de la nada, pero ahora estamos todos en el purgatorio, esperando su castigo.
Amber empezó a manejar su cinturón con agilidad, como si hubiese estado practicando para eso toda su vida. Los cintazos hacían estruendo cuando chocaban contra el cuerpo de Estefany, quien chilló y una risa maliciosa salió de la boca de Amber, quien tenía todos los dientes ensangrentados, pero no parece notarlo.

—Vamos, Barbie, levántate— exclamó Amber, riéndose mientras le soltaba otro cintazo.
La va a matar, debo detenerla, así que apenas sentí que me soltaron corri hacia a Amber.
—¡Vamos, perra, levántate! ¡¿Donde quedó la peligrosa? ¡¿Ah?!— le gritó Amber, a punto de soltarle otro cintazo, pero la detuve con su mano en el aire.

—Ya es suficiente, sirena, basta— le pedí, sujetándola con fuerza, mientras la miraba a los ojos, en un intento de calmarla.

—No, Alex, no es suficiente, no es suficiente, piensa en la escuela, piensa en la piedad que ella no tuvo por mi— Amber dijo respirando agitada, tratando de zafarse de mi agarre, pero no pudo.

Nunca había visto a Amber de esta forma, además le ha cambiado hasta la voz y admito que me asusta un poco, porque se ve realmente dispuesta a devolverle años de abuso a Estefany y eso tendría consecuencias espantosas.

—Amber, no seas como ella,  vámonos— intenté convencerla por las buenas.

—Me importa una mierda— insistió intentando ir hacia Estefany, que se encontraba siendo socorrida por sus amigas, pero no pudo, la tomé por las piernas y me la cargué al hombro, manteniéndome firme aunque ella empezó a patalear.
—¡¿Donde está papi ahora, Barbie?!— preguntó Amber mientras se reía sobre mi hombro.

Está realmente descontrolada, de verdad hablaba en serio cuando dijo que nadie le haría daño otra vez.

La metí al auto, le puse el cinturón y antes de que pueda escapar me subí al auto y puse seguro, evitando que pueda salir.
Arranqué, mientras la escuchaba reír e hiperventilar a la vez, lo que me hacía pensar que quizá debería darle un cálmate o algo.

—¿Amber, estás bien?— pregunté preocupado, yo nunca había visto a Amber agresiva.

Las carcajadas de Amber se fueron haciendo sollozos y de un momento a otro estaba llorando como una niña pequeña y arrepentida.

Amber (|) [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora