Estaciono frente a la casa de Amber y me quedo unos minutos dentro del auto, tratando de pensar una vez si esto es lo correcto y si realmente debería venir a atormentarla.
No tengo intenciones de atormentarla o de hacerla sentir mal, no quiero revivir viejos demonios o hacer que ella recuerde cosas que no quiere, pero también se que quiero ayudarla, sentir que al menos se cual fue el inicio del caos qué hay en su cabeza.
Tienes que mantener la calma, no la presiones.Me bajé del auto, para comenzar a caminar hacia la entrada, pero la voz de Amber interrumpió mi marcha, haciendo que la busque con la mirada.
-Aquí arriba, lindo— me llamó. Había una intención de sonar animada, pero no lo logró y me dolía saber que a pesar de todo, intenta bromear.
Miré hacia arriba del árbol y ahí estaba ella, saludando con la mano.—¿Cómo subo?— pregunté, nervioso.
Más vale que valore esto,porque tengo un vertigo horrible.
—Hay una escalera de este lado—respondió señalando su derecha.
Caminé hacia la dicha escalera y empecé a subir despacio, nunca me han gustado las alturas, además de que me da miedo caerme. No sé cómo haré en el departamento, tal vez no es una buena idea mirar por la ventana.
Cuando terminé de subir la escalera, me senté en una de las gruesas ramas del árbol, justo frente a Amber.—Hola— susurró con una sonrisa triste. Traía puestos unos jeans negros, una sudadera del mismo color y una bufanda de lana beige. Estaba muy abrigada, pero tenía el cabello mojado y con este frío que hace se va a enfermar.
Debería cuidarse un poco más... al menos un poco.—¿Qué haces aquí afuera? Te vas a enfermar con el pelo mojado– le advertí, señalandolo.
—Dylan está insoportable, no tengo ganas de discutir con el— respondió acomodando su bufanda, para que le cubra también las orejas.
Nos quedamos mirándonos, ella se ve apagada, sus ojos no brillan y parece que estuvo llorando toda la mañana.
¿Fue a causa de las pesadillas?
No se, pero me siento mal por haber dejado que el sueño me haya vencido cuando ella quizá necesitaba más consuelo o alguien que la escuche en la madrugada.—Ya deja de mirarme y has tu gracia— dijo tomando mi mano. Fue una descarga eléctrica para mí. Solo ella me ha tomado la mano.
Mientras ella jugaba con mis dedos yo pensaba cual pregunta hacer primero, pues no quería empezar con la artillería pesada, pero sabía que no había artillera blanda, todas las preguntas era difíciles de hacer.—Dijiste que tenías miedo ¿De tu papá?— pregunté tratando de soñar delicado, siguiéndole el juego de los dedos.
Ella negó con la cabeza antes de hablar.—No tenía miedo de mi papá, el es un amor de persona—respondió ella, mirando nuestras manos.
"Él es" osea que está por ahí, en alguna parte.—¿De qué trataba tu pesadilla?—pregunté buscando su mirada.
Ella dudó en responder, pero me prometió respuestas y parece ser una mujer de palabra, ya que respondió.—Mi papá tuvo un incidente cuando yo era pequeña, tenía miedo de que el se muera y de eso trata mi pesadilla, yo rogándole que no se muera— dejó de jugar con mis dedos y se guardo la mano en el bolsillo, como si fuese una señal de que se ha vuelto a esconder.
Se me parte el corazón de imaginar a la pequeña Amber rogándole a su papá que no se muera. Me la imagino junto a una camilla, llorando desconsolada, justo como hoy de madrugada y me desespera pensar que quizá nadie estuvo ahí para calmarla.
Me quedé en silencio mientras la miraba. Estiré mi mano para acariciar su mejilla, ella acunó su rostro en mi gran mano y cerró los ojos.
Ah, no puede hacer esto conmigo, ella es el juego más peligroso en el que me he metido.
Me hacía sentir débil, pues no entendía como podía mantenerse tan calmada mientras caminaba por el infierno.
—¿Tienes más preguntas?—me miró, acariciando mi brazo.
La verdad es que hace un rato, tenía más preguntas que años, pero no la quiero presionar, suficiente ha sido con tocar este tema tan serio.
Aunque la verdad que sí quiero hacer una pregunta más.
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Amber (|) [editando]
Teen FictionAmber y Alex se conocen desde que tenían doce años, pero por cuestiones de la vida, dejaron de ser amigos, hasta que una noche de viernes coinciden en una fiesta donde ambos se verán involucrados en un estúpido y nocivo juego que pronto dará sus con...