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Corría escaleras abajo, mientras buscaba a mi madre, quería pedirle que le diga a Dylan que no me moleste mas. Pero cuando llegué a la cocina oí a mamá hablando por teléfono, así que me escondo para poder escuchar.

—Mi amor ¿Estás seguro de que quieres hacer eso? Irte a una clínica es algo muy fuerte—dijo mi mamá en un susurro.
¿Clínica? ¿De qué? No quiero que papá se interne, lo quiero conmigo.

—¿Pero qué le diré a nuestros hijos?- preguntó mamá mientras se sentaba sobre la mesada. Es muy baja, así que sus piernas quedaron colgadas del mesón, mientras ella las balanceaba de adelante hacia atrás, como cuando está nerviosa.

—¿Vendrás? ¿A la tarde? Está bien, yo te espero... sí, sí, los tres están aquí- dijo mamá secando sus lágrimas.
Miré hacia las escaleras y Colton venía corriendo pero le hice una señal para que se detenga. Me preguntó "¿Por qué?" En silencio.
La llamada de mamá había terminado para cuando volví a prestarle atención.
Papá nos va a abandonar, nos dejará solos.

Narra Alex: La mañana estaba nublada, llovía y estaba frío, hacía que quieras quedarte en tu casa, pero la vida adulta no es así y aunque aún no sé si se me puede considerar adulto, debo aprender a ser responsable.
Estacioné frente al instituto, para después bajarme de mi auto. No había nadie afuera a causa de la lluvia.
O quizás es porque vas diez minutos tarde.

Me niego a creer en la segunda opción.
Me dirigí hacia el salón, tratando de prepararme para ver a Amber, quien no ha hablado conmigo desde ayer. Una vez que abrí la puerta del salón, todos me miraron.
¿Qué? ¿Nunca vieron a alguien llegar tarde?
Rose me miraba por encima de sus lentes, todos sabemos que estaría siendo demasiado indulgente si me deja pasar aún sin haber tocado o pedido permiso.

—Buen día—sonreí burlón.

—Llegas a tiempo, como siempre— Rose me sonrió, igual de sarcástica. Soy su favorito, ella no va a decirme nada.
—Ya, siéntate—me señalando mi asiento.
Va, Rose, no seas tan cruel.

Caminé a mi lugar, bajo la atenta mirada de todos, exepto una: la de Amber. Ella seguía mirando con atención su cuaderno, de brazos cruzados. Hoy traía el cabello recogido, en un bonito moño despeinado, traía jogging y un top manga larga de color gris. Su pantalón cubría perfecto de su cintura para abajo,así que solo se veía una leve porción de piel.
Está hermosa, como siempre.

La clase de Rose siguió su curso a la perfección, como lo hicieron todas las demás clases, hasta el último descanso.
Estaba sentado en una de las mesas, junto a Marco, Leo y algunos chicos más del equipo.
Estaba ardiendo en rabia, Amber no me había ni mirado, es como si yo hubiese desaparecido para ella y estoy completamente enojado.
Conmigo, no con ella.
Verdaderamente no me interesaba la conversación que estaban teniendo mis acompañantes, pues otra vez debía pensar una forma de hacer que Amber deje de odiarme.
La ví saliendo de la cantina, tomándose una lata de refresco, con su celular en la mano. Se había soltado el pelo, el cual caía a los lado de su rostro enmarcando sus mejillas. Me encanta como está vestida hoy, ese top es tan apretado y marca tan bien su figura que no puedo parar de fantasear.

Tomé mi celular para marcar su número y llamarla. Ella miró el teléfono sin asombro. Por un momento creí que no iba a contestar.

—¿Si?— respondió, sin mucha gana.

—¿Cuánto tiempo más vas a ignorarme?— pregunto mirándola. Ella miró en seguida giró su rostro, mirando en mi dirección, ella sabe dónde encontrarme.

—¿Quién te está ignorando?—preguntó sarcásticamente.
Ella está en modo sirena.
Creo que tiene un alter ego o algo por el estilo.
En mi mesa están todos muy entretenidos hablando, como para prestar atención en mi charla telefónica y lo agradezco, pues no quiero que me molesten, a mi o a Amber.

Amber (|) [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora