49

12.8K 670 14
                                    

Cuando volví a abrir los ojos estaba todo oscuro en la sala, así que parpadeo un par de veces para acostumbrarme, mientras me giro para abrazar a Amber, pero no estaba.
Estoy solo en el sofá.

Busque mi celular, para ver la hora y vi que estábamos en plena madrugada, lo que me hacía cuestionarme que podría estar haciendo Amber a esta hora, en especial por lo silencioso que está el departamento, pues no escucho pasos o ruido alguno.

¿Se fue? ¿Qué?
No.
Esto tiene que ser un chiste, ella está jugando conmigo.
¿Debería estar resignado ya? Bueno, considerando la forma en la que se expuso hoy, era obvio que no se iba a quedar, pero aún así me preocupa, pues era muy tarde y no sabía si se había ido en taxi o en bus, pero cualquier opción me preocupa, pues quien sabe qué locos hay sueltos por la calle.

Mi pequeña sirena, no puedo creer que le haya pasado lo que le pasó y a esa corta edad, ahora entiendo porque siempre fue más madura que los demás, sus traumas no le permitían seguir teniendo una perspectiva infantil y eso claramente tiene consecuencias hasta el día de hoy.

Me levanté del sofá para ir a la cocina a tomar agua, tomé la sudadera del piso y me la coloque por la cabeza.
Cuando entré a la cocina me llevé una sorpresa al ver a Amber sentada sobre la isla de mármol, con las piernas colgando, auriculares puestos con su celular a un lado y sus manos en la cara. Estaba en ropa interior y me encanta la idea de ella andando por mi casa así.

Por otro lado siento una sensación de felicidad al ver que no se ha ido, que sigue aquí y que está a salvo, pues estaba a punto de llamarla sólo para preguntarle si había llegado bien a su casa, pues no hubiese querido molestarla mucho más, pero no hubiese podido volver a dormir en paz de saber que ella puede andar deambulando por ahí.

¿Qué está escuchando?
A ella me gusta escuchar música fuerte, a un punto casi ensordecedor, así que podía escuchar desde aquí. Me acerqué un poco más sin prender la luz, así no notará mi presencia y no romperé su momento de paz. Ví que estaba escuchando desde YouTube.
Está escuchando "She used to be mine" de Sara Bareilles. Disfrutaba de la melodía junto a Amber, solo que ella no lo sabe. Anoté el nombre en notas de mi celular, sabiendo que cuando tenga cinco minutos solo la iría a buscar traducida al español.

Cuando la canción terminó, Amber sacó su rostro de entre sus manos y se llevó un buen susto al verme parado en frente de ella.

—¡Qué susto, Alex!— exclamó quitándose los auriculares y luego bloqueando su celular.

—No quería asustarte, pero tampoco molestarte— le respondí, tratando de hablar bajo para no romper su paz.
—Por un momento creí que te habías ido de nuevo—añadí algo avergonzado.
Esto de andar diciendo cómo me siento no es costumbre, pero no puedo mantenerme neutral cuando ella se abre a mí cada vez más, obviamente me dan ganas de corresponderle.

Amber estiró sus brazos, señal de que quiere un abrazo. Me acerqué a ella y la abrazo por la cintura, mientras que ella me abraza por los hombros y rodea mi cintura con sus piernas.

—Te has quedado con esa imagen de mi ¿Eh?– susurró besando mi cuello y luego descansando su mejilla en mi hombro.

Me gusta estar así con ella, pero a la vez me asusta lo íntimo que puede llegar a ser un gesto tan mínimo como este.

—Ah, sirena, solías correr, no sé si lo recuerdas— acaricié las puntas de su cabello lacio.

—No estaba acostumbrada a esto, Alex—acarició mi cabello.
Lo tengo muy largo, tal vez debería hacerme un corte, o algo por el estilo, pero a Amber parece divertirle jugar con el...y conmigo.
Se supone que esto iba a ser al revés.

Amber (|) [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora