La camioneta escolar me dejó en la puerta de casa. Salte el escalón y corrí hacia la entrada, tomé la llave que tenía guardada en la mochila y abrí la puerta.
—ESTOY EN CASA- grité feliz mientras corría escaleras arriba.
Está nueva casa me gusta mucho, es mucho más grande que la anterior y tengo un cuarto para mí misma, también un baño y se siente genial no hacer filas todas las mañanas.
Nadie ha respondido a mi grito, pero se supone que papá está en casa, tal vez se quedó dormido.
Dejé mis cosas en mi habitación, luego me cambié de ropa, el uniforme escolar es desagradable y me parece que decirle a alguien como vestir evita la expresión. Mamá dice que estoy equivocada.—¿Hay alguien en casa?- pregunté recorriendo el pasillo hasta llegar al cuarto de mis padres. Toqué la puerta, pero nadie me respondió, así que directamente entré.
Pude ver las botas de cuero negras de papá al final de la cama, también sus largas piernas. Tal vez se cayó mientras dormía, siempre la pasa.
Me acerqué a el y lo que ví causó que de mi garganta saliera un grito más fuerte del que creí que podía hacer.
Los brazos de papá sangraban y un charco de sangre lo rodeaba,tenía sus ojos cerrados, su cuerpo estaba inmóvil y se veía pálido, muy pálido.
Salí corriendo hacia la cocina, necesitaba el teléfono. Debo pedir ayuda, urgente.
Llamé a emergencias y solo podía gritar que necesitaba ayuda, que mi papá se había cortado las venas y que no sabía que hacer. Luego llamé a mamá, por suerte me había aprendido su número y el de su trabajo.—Hola, Ann abogados ¿En qué puedo ayudar?—oí la voz de mamá.
—¡Mamá, ven a casa, por favor!— solloce, grité y me sobe la nariz.
—Amber, bebé, tranquila ¿Qué pasa, mi amor?- preguntó preocupada.
—PAPÁ SE CORTÓ LAS VENAS,VEN POR FAVOR- grito de nuevo y lloró. Pero me detengo al escuchar las sirenas, la ambulancia.
—Ya voy, mi amor, ya voy, estoy yendo- mamá cortó y yo también mientras corría a abrir la puerta.
—AQUÍ,AQUÍ- grité desesperada. Papá no puede morir,no me puede dejar,aún lo necesito,lo necesito mucho. Prometo que si el vive no volveré a molestarlo por tomar hasta tarde,prometo que no dejaré que nadie más me golpeé en las escuela,prometo que aprenderé a defenderme,pero lo necesito conmigo.
Narra Alex: Eran las dos y media de la madrugada y no podía dormir, por la obvia siesta que tuve de tarde.
Amber estaba acostada a mi lado, dormía, no quería tocarla para no despertarla. Simplemente me gusta verla dormir, tan tranquila, como si nada pudiese atormentarla e increíblemente, pensaba que si la miraba suficiente tiempo, yo podría contagiarme al menos un poco de su paz.
¿Qué me gusta verla dormir? ¿Qué mierda fue eso?
Estaba feliz admirando a Amber dormir hasta que ella empezó a llorar aún dormida.—Papá—sollozó.
¿Qué sucede con su papá?
Ella tomó su tomó su camiseta en un puño y la apretaba con fuerza, sus nudillos se pusieron blancos, su paz obviamente se corrompió y no se está sintiendo nada bien.
¿Está teniendo una pesadilla?—Papá, por favor— volvió a hablar.
Se ve abatida, había comenzado a llorar en serio, lágrimas gruesas caían de sus ojos, resbalándose por sus mejillas y se que debo despertarla, pero tengo miedo de empeorarlo.
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Amber (|) [editando]
Teen FictionAmber y Alex se conocen desde que tenían doce años, pero por cuestiones de la vida, dejaron de ser amigos, hasta que una noche de viernes coinciden en una fiesta donde ambos se verán involucrados en un estúpido y nocivo juego que pronto dará sus con...