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Amber terminó como una cuba, totalmente borracha, así que me dirigí a la barra y le pedí a su amigo que nos de nuestros abrigos, el me los dió con facilidad y amabilidad.

Antes de salir del club me puse mi sudadera y luego empecé a abrigar a Amber. Como pude le puse su suéter blanco por sobre su cabeza y cuando le quise poner su gabardina no me dejó.

—Tengo calor, Alex— murmuró juntando sus labios.
Apenas la entendí con lo gangosa que estaba. La molesta Amber ha vuelto.

El alcohol te hace sentir calor, pero la verdad es que tu cuerpo va a sentir sintiendo frío, pero si ella quiere correr el riesgo de enfermarse es su problema.

Vamos, Alex, se un caballero.

A la mierda con todo, tomé su mano y salimos de el club. El portero se despidió de ella con la mano y ella le sonrió con amabilidad.

Ojalá ella sonriera así para mi
¿Qué estás pensando,Alex? Visualiza el objetivo y concéntrate.

—Eres tan bonito—dijo Amber acariciando mi mejilla con torpeza mientras caminabamos hacia mi auto.
Ella apenas podía caminar, más bien yo la estaba arrastrando y apuesto a que eso se ve bastante raro desde el exterior, pues cualquiera pensaría que la estoy secuestrando.

Cargarla te será más fácil.

Lo hice y así fue, no me resultaba pesada. Ella rodeó mi cuello con sus brazos y me miraba con una sonrisa, casi como si no se diera cuenta de la situación.

—¿Por qué te ríes?—pregunté con cierto de tono de burla.

Es la sonrisa que tanto querías ¿Te vas a quejar?

—Tu me subestimas- dijo acariciando mi cabello.

¿Qué quiere decirme con eso? ¿Está tratando de decirme algo? Porque si es así, tiene que saber que no soy nada bueno para leer entre líneas.

Llegamos a mí auto, abrí la puerta del copiloto y la senté para después ponerle el cinturón, asegurándome de que tenga un viaje a salvo.

—Tengo tanta calor que podría desnudarme aquí—balbuceó. Sería algo genial, si no estuviera borracha. Soy un cara dura si, pero no un violador, si no es consentido no es y si está ebria entonces consentimiento no me puede dar.

Cerré la puerta y me dirigí a la puerta de piloto, me subí y arranqué el auto, agradecido de sólo haber tomado una cerveza.

—Eres malo...—dijo ella de repente con seriedad mientras me miraba fijamente.
¿Qué? Osea, tal vez está en lo correcto, pero ¿Por qué lo dices ahora?

—¿Por qué lo dices?—pregunté concentrado en el camino.

I can see it in your eyes- susurró. Ni siquiera borracha elige a su idioma natal para hablar conmigo. Me molesta, porque difícilmente entendería algo de lo que dijo y me quemaré mis últimas dos neuronas para entenderlo.
[...]
Llegamos a mi casa y a duras penas logré que Amber se baje por si sola.
Pensé en llevarla a su casa, pero en este estado no creo que sea buena idea.
Rodeé su cintura y ella mis hombros, pero no fue buena idea, pues apenas llegaba, así que cambié los papeles, yo rodeé sus hombros y ella mi cintura.

—Eres tan cálido— sonrió mientras caminaba con dificultad. Ella caminaba con los ojos cerrados y los labios en un puchero.

Sí, sí, soy super cálido, ajá, claro.

Abrí la puerta para poder entrar. ¿Como lograré que suba las escaleras?
Espero que mi mamá este sobria,en su habitación, con David durmiendo pacíficamente porque no soportaría cuidar a dos borrachas y a un bebé.

Amber (|) [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora