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Para la noche pase a buscar a Max a su casa, luego iríamos juntos a buscar a las chicas a la casa de Keila.

Ahora estábamos en camino mientras hablábamos de nuestro equipo de fútbol favorito, había partido la semana que viene y estábamos planeando ir a verlo.
Se siente raro, pero a la vez me siento feliz de poder volver a hacer planes con mi amigo. Hace mucho tiempo que no me emocionaba por ver a alguien y además, siempre he querido a Max, él es como mi hermano y yo también cometí el pecado de celarlo, pero con el tiempo comprendí que yo fui un imbécil y que el corazón de Max valía oro.

—¿Y como vas con Amber?— el preguntó, golpeando sus dedos contra la guantera al ritmo de la música.

El no sabe del dinero y no le diré hasta que sea necesario, no quiero decepcionarlo tan rápido, apenas me ha perdonado.

—Creo que me gusta en serio—admití.

No tengo que tener vergüenza de lo que siento con el, además de que él estuvo presente en la escuela y sabe bien que con Amber siempre hemos tenido una conexión, igual a la que él tuvo con Keila.

—Aw,pensé que no estaría vivo para este día,de verdad te gusta- sonrió burlón.

—¿Qué? Es bonita— inconscientemente trate de restarle importancia.

—¿Solo te gusta su físico? ¿O también su personalidad?— preguntó, frunciendo el ceño con curiosidad.

Me gustan muchas cosas, es desafiante, divertida, carismática y amable, aunque sabe cuándo ser un dolor de culo. Amber me parecía perfecta, porque era una chica buena, que tenía muy en claro cuando volverse mala y eso me encantaba.

—Tal vez ambas— respondí, estacionando frente a la casa de Keila.

Max sacó su celular del bolsillo y llamó a su novia, mientras yo veía por la ventana, intentando ver si las chicas salían o si quizá podía tener un adelante de Amber a través de alguna ventana, pero no tuve suerte.

—Hola, amor, estamos abajo, bebé—dijo para después sonreír. —Las esperamos— cortó y guardo su el celular en el bolsillo de su jean.

—Tu sí que estás perdido- lo miré con susto. Espero no perderme con nadie de la forma en el que él lo está con Keila.

—Me tomó meses saber que sentía por ella, te quiero ver cuando veas que estás loco por Amber—se burló de mi antes de bajarse del auto.

Ví a las chicas saliendo de la casa, las tres tapadas de pies a cabeza por una gabardina tremendamente grandes. La verdad es que hacen bien, se iban a morir de frío si no salían con ellas. La pregunta aquí es ¿Qué hay debajo?
Max y Keila se quedaron besuqueandose, mientras que Nara subía a la parte trasera y Amber sentaba a mi lado.
Max acaba de perder su lugar.

—Ja, tontos, ahora alguno de ellos quedará en el medio— Nara se burló, con una sonrisa.

—¿Tu novia va a estar en el club esperándonos?— preguntó Amber mirando a Nara.

¿Nara es lesbiana?
Nunca me había dado cuenta, ella tenía muchos chicos detrás, creí que quizá solo le gustaba estar sola.

—Lau nos estará esperando—respondió Nara, con una sonrisa cálida.

Su conversación es muy interesante, pero yo sigo esperando algo por parte de Amber y no, no me refería a que me muestre lo que traía debajo de su abrigo, sino que quería que me salude. No nos vimos en todo el día, como mínimo un beso.

—Oye, salúdame— le reclamé a Amber haciendo un puchero.

Me encanta hacerme el niño mimado con ella, pero más me encanta que ella no me considere molesto por eso y que además, intenta complacer las tonterías que le pido.

Amber (|) [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora