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Es el cuarto día de las vacaciones, estoy solo, en mi departamento, mirando fijo a la pared, mientras me fumo un cigarro y escucho música que Amber me había recomendado. La verdad es que no sabía que se podía extrañar a alguien solo por no verla cuatro días, los cuales han sido los más aburridos de mi vida entera.

Todavía tengo que buscar que hacer los siguientes tres días, he pensado en salir con Max y Leo, pero Max está de vacaciones con Keila y Leo trabaja toda la semana.. tal vez debería conseguirme un trabajo.
¿De qué?
Tal vez debería preguntarle a mi abuelo si tiene algún puesto de tonto, porque solo sirvo para eso.

Por más triste que suene, he estado invirtiendo mi tiempo en estudiar, ya va a empezar la época de aplicar a la universidad, así que no me puedo quedar atrás.

Hoy sí es un día de primavera, hay sol y no hace tanto frío, podría ir a dar una vuelta, tal vez podría ir a visitar a mi mamá, pues no sé porque, pero realmente quiero verla, por más que algo muy en el fondo me dice que no lo haga, solo quiero ver con mis propios ojos que ella y mi hermano están bien, además de que no podré esconderme de ella para toda la vida.
Sí, eso haré.
Se supone que está en casa para estás horas, ya que su horario de trabajo es a la mañana y sí, fácilmente podría preocuparme porque la hayan echado por su falta de compromiso, pero mi abuelo me aseguró que aún sigue trabajando y que últimamente se ha estado comportando muy bien, no ha salido de fiesta, ni ha estado tomando.
¿Realmente tenía que irme para que eso pase?

Me levanté del sofá, apagué el cigarro en el cenicero, después tomé las llaves de mi auto y salí del departamento.
No me sentía cien por ciento seguro de hacer esto, en especial porque estoy técnicamente solo, mis amigos no están y Amber tampoco, así que si esto sale mal tendré que consolarme a mi mismo y no soy bueno en eso.
Espero que esto salga bien, realmente no quiero discutir.
[...]

Después de meses sin hacerlo, estacioné frente a la casa de mi señora madre y vi a James en su porche, comiéndose una naranja, pero parecía enojado,mientras la apuñalaba con sus dedos, lo que me lleva a darme cuenta de que nunca lo había visto enojado... una novedad supongo.

Admire la casa aún sin salir del auto. Ella conservaba su aspecto modesto, pero aún así note como el pasto estaba un poco más largo de lo normal, las flores de la entrada estaban bastante la primavera pasada ya no han crecido para esta y probablemente no lo hagan, ya que murieron.
Esto es algo triste.

Me bajé de auto y cuando cerré la puerta James subió su mirada, supongo que alterado por el sonido, pero vi como se quedó impresionado, como si hubiese visto al mismo Zeus descender del Olimpo.

—¿Alex?—caminó hacia mí limpiando su boca, como si él jugó de la naranja se le pudiese escapar.

Dios, el está algo en la ruina, tiene su pelo sobre su frente, ojeras y se ve cansado, como si últimamente no hubiese dormido lo suficiente.

— El mismo que calza y viste ¿cómo estás?— le sonreí con amabilidad, mientras palmeaba su hombro.

Él siempre ha sido amable conmigo, también con mi madre, así que no veo motivo para no devolverle el gesto.

—Bien, bien ¿vienes a ver tu madre?—preguntó nervioso.

Sus nervios ya de por sí me pusieron en alerta, pues obviamente confiaba ciegamente en las palabras de mi abuelo y él lo sabía, así que nada me aseguraba que no me había mentido para que yo me quede tranquilo y quizá mi madre ahora mismo estaba ebria o directamente no estaba.

—Sí, exacto— dije en un intento de dirigirme a la puerta, pero el me detuvo.

—No creo que sea buena idea ir ahora.

Amber (|) [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora