Narra Alex: Salí aturdido de la casa de Amber, estoy en shock, totalmente, he estado siendo su tonto todo este tiempo.
Antes de subir a mí auto miré hacia la ventana, buscando un rastro suyo, esperando que se asomara, que intentase al menos darme una señal de que esto no lo era todo... pero ella ni siquiera se asomó, así que entonces entre al auto, encendí el motor y arranqué más rápido que nunca, como si quisiera que ella me escuche, como si quisiera hacerle saber que le daría el espacio que ella necesitaba.
Esto no puede estar pasando, no fue falso, no fue una mentira... sí, empezó por el dinero, pero yo me enamoré realmente de ella, no estaba jugando, no quería hacerle daño, todo lo contraria, quería cuidarla, pero en el proceso de hacerlo me olvide de ser honesto.
Todo este tiempo, toda la paranoia, toda la culpa, fueron en vano, ella siempre lo supo.
Me siento tan mierda, no puedo ni imaginar la decepción que ella sintió al verme tomar el dinero.
¿Por qué soy así? ¿Por qué soy tan mierda?
Ella no se lo merecía, mi pequeña sirena, jure tantas veces cuidarla de aquellos que le hacían daño y ahora yo la lastimé, solo que ahora ella se defendió, como siempre tuvo que hacerlo.
¿Pero que será de mi ahora?
Iba a decirle que la amo, pero no era el momento, ella seguro se iba a reír en mi cara al ver el gran trabajo que hizo.
Todo esto tiempo creí que la tenía, pero no, era todo lo contrario, ella me tenía a mi.Cuando llegué a mi departamento me di cuenta que estaba llorando como un maldito niño pequeño. Necesito parar, no puedo bajar de auto llorando. Pero siento que no puedo, que no debería y obviamente me siento merecedor de este castigo, pero eso no significa que quiero menos estar con Amber o que he perdido la esperanza de que algún día ella me deje redimirme de esto, porque la amo y no quiero estar lejos de ella. No sabía lo que hacía, no era consiente de las consecuencias que eso tendría y sí, el miedo de perderla me ha aterrado todo este tiempo, pero por un segundo creí que podría salvarnos a ambos de este caos, no hace falta aclarar que las lágrimas furiosas que siguen cayendo de mis ojos me confirman que estuve equivocado todo este tiempo.
Respira, Alex, solo respira.¡No puedo respirar! ¡Quiero a Amber!
Después de hacer un pequeño berrinche en mi auto y darle un par de golpes al volante, deje de llorar y me limpié la cara. Salí del auto contando hasta diez, tratando de relajarme, o al menos controlarme hasta llegar hasta mi cuarto.
Richard, el portero, me saludó animado, como siempre, el es un gran tipo y siempre intento devolverle la amabilidad, él no tiene la culpa de lo que nos pase afuera de aquí.
—Hola, Richard, espero que tengas un buen día—dije antes de subir al ascensor.
Miré mi reflejo en el espejo del ascensor, tengo la cara más triste que jamás me he visto, tengo los ojos tan rojos como la vez que me probé fumar marihuana y me veo cansado, casi como si hubiese estado despierto una semana entera.
Yo me lo busqué, Amber tiene toda la razón, pero Dios, duele... nunca había tenido una ruptura amorosa, Amber me acaba de dar la primera y sí que duelen.
No sé que hacer, no sé si llamarla, no sé si mandarle un mensaje, si escribirle una carta o si buscar la canción indicada para ella.
¿Si quiera existe una canción perfecta para Amber?
Las puertas del ascensor se abrieron, mostrándome el camino a mi departamento. Caminé rápido, estaba muriendo por acostarme y esconderme bajo las sábanas, para después dormir, dormir y dormir para siempre si es posible.Cuando abrí la puerta escuché voces, que ya anunciaban la poca calma que tendría a pesar de quererla y me asuste, pues tenía miedo de descargarme con quien sea que este del otro lado.
—Oh, no, hiciste trampa, niño, no sé vale— la voz del abuelo llegó a mis oídos.
Maldita sea, no estoy de ánimo para esto, no quiero ver a nadie y si pudiera no verme a mi mismo lo haría, en estos momentos no me soporto y tampoco creo que otra persona lo haga.
Cuando levanté la mirada, vi al abuelo, a Max y a Leo, jugando a las cartas sobre la mesa de mi sala de estar.
¿Cuando se coordinaron para hacer de mi casa su centro de juegos?
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Amber (|) [editando]
Teen FictionAmber y Alex se conocen desde que tenían doce años, pero por cuestiones de la vida, dejaron de ser amigos, hasta que una noche de viernes coinciden en una fiesta donde ambos se verán involucrados en un estúpido y nocivo juego que pronto dará sus con...