Amber estaba asustada, no quería preguntas, no quería revelar su secreto el cual solo sus mejores amigas y su distorsionada familia sabían.
El iba a preguntar, iba a preguntar de más, el siempre lo hace, pero no quería decirlo, se siente avergonzada de ello aunque no debería.Narra Alex: Para cuando terminamos de desayunar, Amber y yo estábamos sentados en el escalón de la puerta de su casa, esperando a Max, quien dijo que me traería mi auto, ya que tenía que hacer unas cosas aquí cerca.
Amber estaba abrazada a mi brazo, mientras que su cabeza descansaba en mi hombro y con mi mano acariciaba su rodilla, la cual estaba algo fría a causa de su falta de abrigo.
Se que está nerviosa por las preguntas que prometí hacer. No tiene porque, siempre se puede negar a contestar, no le sacare nada a golpes y además, no intento ponerla incómoda, simplemente me gustaría tener más contexto para saber si puedo ayudar en algo, por más mínimo que sea.—¿Amber, estás mal porque quiero hacerte preguntas?— le pregunto, apoyando mi frente contra su sien.
Ella se tensó, dejó de abrazar mi brazo para cruzar los suyos y mirar enojada hacia la calle. Mi frente seguía pegada a su sien, así que elevé la vista, dándome cuenta de que ella tenía la expresión más seria y molesta que le he visto hasta ahora.
¿Es por qué no quiere decirme la historia entera sobre las pesadillas? ¿Hay algo más? ¿No me quiere decir que habló con su mamá en la cocina?—Me molesta que me hagan preguntas, eso es todo, son innecesarias— respondió, bufando como un animal molesto.
—¿Innecesarias? ¿A ti te parecen innecesarias?— pregunté, separándome de ella.
Con la distancia podría analizar mejor su expresión, la cual no mejoraba con el ángulo, además de que ella estaba demasiado enojada por algo que se podría solucionar demasiado fácil.
—Sí ¿A ti que te importa?— se encogió de hombros y me miró a los ojos.
¿Qué?
Eso no tiene sentido,se supone que somos "amigos". Ella ha estado en discusiones familiares mias y cuando preguntó no la traté así, así que no entiendo porque de repente está de esta manera conmigo.—No tienes que ser un culo tampoco ¿Sabes?— respondí en el mismo tono.
Ella abrió la boca con sorpresa y se rió, obviamente mi comentario la ofendió, pero es que se está comportando como una niña mimada, lo cual es absurdo considerando lo mucho que ha renegado de los niños mimados como yo.
—No soy yo la que va por la vida preguntándole a la gente todo lo que me ocurre ¿Sabes que a veces incómoda?– me preguntó, abriendo demasiado los ojos.
—¿Sabes que puede no responderme? No es como si te fuera a golpear porque no me cuentes— respondí, antes de notar que Max se estacionaba frente a la casa.
—Vete, estoy cansada de ti- dijo Amber levantándose del escalón, pero la tomé de la mano, deteniendo su marcha.
¿Qué qué? ¿Cansada de mi? ¿Me está echando?
Me siento ridículo, intento ayudar, intento conocerla para poder comportarme de la mejor forma posible con ella, ¿y esto es lo que me gano?—¿Qué te pasa? ¿Cansada de mi? ¿Así quieres jugar?—pregunté, manteniendo su muñeca en mi agarre, mientras me levantaba del piso para enfrentarla.
—Sí, cansada, es mi vida y es privada, si no te gusta, bueno, mala suerte— me miró a los ojos y frunció el ceño.
¿Ah sí?
No soy yo el que se siente cómodo como para contar mis pesadillas, no soy yo quien ha mostrado sus inseguridades como si fueran obras de arte, no soy yo el que se expuso.
¿Y ahora le da por privada? A la mierda esto, desearía que me hubiese escuchado anoche, pero mejor que termine así.
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Amber (|) [editando]
Teen FictionAmber y Alex se conocen desde que tenían doce años, pero por cuestiones de la vida, dejaron de ser amigos, hasta que una noche de viernes coinciden en una fiesta donde ambos se verán involucrados en un estúpido y nocivo juego que pronto dará sus con...