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Narra Amber: La lluvia chocaba contra la ventana cuando desperté y me quede con los ojos abiertos, mirando el techo, tratando de procesar todo lo que pasó ayer. El día de ayer había empezado tan bien, que era obvio que algo malo iba a pasar, aunque hayamos empezado con Alex y yo teniendo el mejor sexo que he tenido... digo, no he tenido mucho, pero comparando mis experiencias, ha sido el mejor.
Y entonces, de pronto y de la nada, me estaban dando golpes entre cinco chicas. Ni siquiera puedo creer que haya golpeado a Dylan, yo estaba totalmente descontrolada ayer, ni siquiera sabía que hacía, jamás había sido así de agresiva y ahora me siento mal por Dylan, pero no puedo negar que golpear a Estefany me hizo sentir muy bien.

Alex se removió a mi lado y después apoyó su cabeza en mi barriga, no pude evitar soltar un quejido de dolor. El saltó en seguida y me miró preocupado, obviamente sintiéndose culpable por haberme hecho sentir dolor.

—Lo siento, lo siento, juro que lo olvidé, perdón— susurró aterrado, lo que me produce mucha ternura.

Estiré mucho mano, acariciando su mejilla para calmarlo, solo fue un accidente y además, entiendo que es una costumbre suya que además a mi me encanta... simplemente actuó inconscientemente.

—Está bien, marinero, te puede apoyar aquí— le señale mi pecho.

Él lo dudo por unos segundos, tiene miedo de que siga sintiendo dolor una vez que él se apoye, pero está bien, solo necesito descansar un poco y se pasará.

—¿Estás segura?—preguntó y yo asentí.

Me siento feliz amanecer con él a mi lado, valorándolo más que nunca, porque se sintió horrible pensar que lo había perdido para siempre, era obvio que eso no era lo que quería y no sabía como expresárselo sin cagarla, pero aún así, a pesar de mis errores, obtuve un "te amo" que me dejó completamente pasmada.

Se sintió raro oírlo de su parte y a pesar de que yo sabía que lo amaba desde hace mucho tiempo, no me atreví a contestarle al principio, pero cuando me lo repitió en mis estados más vulnerables, no pude evitar abrir mi corazón hacia el... no volvería a perderlo por ocultar mis sentimientos.

Miré hacia donde descansaban mis amigas... ellas son tan iguales y a la vez diferentes: a Keila le encanta dormir abrazada y a Nara le encanta dormir abierta como una estrella de mar y ahora estaban una encima de la otra, durmiendo profundamente como si por un día se hubiesen amoldado la una a la otra y lo hemos hecho varias veces cuando alguna de nosotras necesitaba consuelo.
Realmente no se que sería de mi vida sin ellas, la forma en las que se metieron en la pelea ayer fue gloriosa,  lastima que las agarraron, pero al final del día si ayudaron, hubiese sido más difícil si hubiese sido cinco contra una.

—¿Estas mejor, sirena?— Alex preguntó, acariciando mi cabello para colocarlo detrás de mi oreja.

Lo miré y le sonreí, moviéndome hasta que pudimos enfrentarnos. Besé su frente, sus mejilla y luego sus labios, envolviéndolos en un beso lento, delicado, pero a la vez cargando de pasión.
¿Así se siente la calma después de la tormenta?

—Soy fuerte, puedo aguantar esto— le sonreí, calmándolo.

El se acercó a mi, besando mi mejilla y luego la acaricio con su pulgar, sonriéndome como si estuviese orgulloso de mi.

—No tengo duda alguna de ello, bebé— me susurró y yo escondí mi rostro en su cuello, aspirando su olor.
Cuanto más cerca, mejor.
[...]

Esa misma tarde, estábamos los cuatro sentados en la sala de estar,  viendo una serie, cuando el timbre sonó, así que me levanté del sofá para abrir.
Leo y Max entraron a la casa sujetando un cinturón de campeón de boxeo, ambos fingían ser relatores y se ponían el puño en la boca, fingiendo que eran micrófonos.

Amber (|) [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora