Amber (|) [editando]

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Narra Amber: Han sido dos meses muy extraños, han pasado muchas cosas y he sentido muchas emociones, desde tristeza hasta la felicidad plena.
Mi vida hizo un cambio drástico, ya no me paso encerrada en mi cuarto, he empezado a trabajar en la papelería de mi abuelo y me anoté en el curso de enseñanza infantil. Realmente espero poder ganar dinero suficiente para abrir la escuela, vengo ahorrando para eso desde que tengo diez años, parece que no era una ilusión de niña y nada más.

Mi padre estaba terminando de instalar el espejo en mi habitación, la cual había redecorado, cambie las paredes de color, cambié la cama de lugar y puse unos pósters nuevos.

Escuché la voz de Dylan, junto a la de su novio, el salió del closet para ser verdaderamente feliz, el se ha comportado muy bien conmigo y con todos, por primera vez en mucho tiempo lo veo feliz y eso me pone feliz a mi.

He ido a terapia sin falta, hablé sobre lo que pasó con papá, sobre las cosas que me habían pasado en la escuela y también sobre mi trauma con acercarme a gente nueva y lo estoy solucionando muy bien.

Pero hay algo que aún debo solucionar y es como será mi relación con Alex a partir de ahora, el se va a la universidad, lejos, realmente lejos y no voy a poder tener cada vez que a mí se me antoje, aunque la verdad es que no importa de que forma lo tenga, lo quiero tener.
He tratado de disimular mis nervios, quiero que el esté tranquilo, porque no quiero que el se preocupe por mi.

Tengo arreglado salir con el hoy, planeo hablar sobre cómo será nuestra relación, yo lo amo de verdad y espero encontrar una solución.
[...]
Me encontré con Alex en una heladería, hace mucho calor e ir a tomar un café no era la mejor idea.
Alex se veía tan lindo, con su cabello atado en un moño y su ropa de verano, yo realmente pensaba que el no se podía ver más guapo, pero parece que no sabía que todo mejoraba en el verano.
Estaba nerviosa, no paraba de comerme las uñas y no sabía por dónde empezar.

—Se que quieres hablar, sirena, hazlo- tomó mi mano. Me mata cada vez que el me llama "sirena".

—¿Cómo seguiremos esto, bebé?- dije apretando su mano. Estoy triste por esto. Además el estará en otra ciudad, en otra universidad y habrán otras chicas y yo no quiero ser un impedimento para que él haga cosas nuevas con otras personas.

—No lo sé, Amber, yo nunca creí que este momento iba a llegar- me miró triste.

—Alex, yo te amo y no quiero que dudes de eso ¿Si?- aseguré antes de darle mi idea.

—Yo también, mi sirena-susurró acercándose a mí, para después besar mi frente —Te amo mucho- dijo abrazándome.
Dios, como voy a extrañar esto. Quiero que el esté conmigo para siempre, pero no lo puedo retener, el no es mío, por mucho que lo ame, tiene que vivir su vida sin restricciones y eso está verdaderamente bien.

—Yo tengo una idea, Alex- entrelace sus dedos con los míos.

—¿Cuál?- preguntó el mirándome curioso. Se que el ha formulado mil preguntas en su cabeza en estos pocos segundos, tiene ese talento.

—Yo creo que deberíamos terminar antes de que te vayas- dije mientras sentía como crecía el dolor en mi pecho. Lo tome por sorpresa, pero creo que es lo mejor, por más que no quiero.

—Amber, yo no quiero estar sin ti- dijo triste, haciendo que las lágrimas se acumulen en mis ojos.

—No estarás sin mi, Alex- solloce escondiendo mi cara en su cuello.

—Pero quieres terminar- susurró el, como si eso fuera el fin del mundo y lo es, al menos para NUESTRO mundo.

—Alex, te vas a la universidad, habrá chicas, muchas y creeme, más de una caerá como pájaro por ti y eso está bien, no quiero que dejes de disfrutar de eso por mi y...- el me interrumpió antes de que yo pueda continuar mi explicación.

—Pero yo nos las amo, Amber, nadie me puede como tu- dijo acariciando mi mejilla. El tenía los ojos cristalizados y me rompe el corazón.

—No es solo eso, Alex, tu vas a estar lejos, querrás hacer otras cosas, vamos a tener poco tiempo- susurré sollozando.

—Pero siempre me haré tiempo para ti, Amber- dijo mirándome incrédulo, como si no quisiera creer que estoy tocando este tema.

—Yo también me haré tiempo para ti, marinero- le sonreí triste.
—Pero es lo mejor, amor, tu sabes que lo es, pero eso no significa que tenemos que dejar de hablarnos ni nada por el estilo, te obligo a que me visites cada que vengas y que me llames, siempre que puedas ¿Crees que me iré tan fácil de tu vida?- le sonreí, tratando de animarlo.

—¿Entonces no me vas a abandonar?- preguntó mirándome en los ojos, buscando la respuesta que tanto ansia.

—Claro que no- respondí antes de abrazarlo, apoyando mi cabeza en su hombro.
—Prometo no ponerme celosa de las chicas con las que te metas- bromeé besando su cuello y después me reí, pero también solloce. El también se rió, pero no fue muy animado.

—No puedo prometer lo mismo, pero lo intentaré- dijo acariciando mi espalda.

¿Cómo haré esto? ¿Cómo lograré estar separada de el tanto tiempo? ¿Volveremos a ser novios de nuevo? ¿Conseguirá otra novia en la universidad? ¿La preferirá a ella antes que a mí? No importa, todo con tal de que el sea feliz.
[...]
Alex y yo decidimos tener una última salida como novios, así que fuimos a la playa, al cine y después tuvimos una caminata nocturna y ahora yo estaba aterrizando en mi espalda sobre la cama de Alex, esperando a que el se ponga el bendito condón.

Será la última vez, espero que sea por ahora, porque realmente espero que lo hagamos cada vez que el venga, siempre y cuando no sé haya metido con otra chica, claro.

Alex empezó a recorrer mi cuerpo con sus labios, mientras que me acariciaba a la vez. Mi cuerpo no tardó en reaccionar a el, se puso la piel de gallina y mi cuerpo empezó a hacer movimientos involuntarios.

—Te voy a extrañar tanto- dijo Alex antes de tomar uno de mis pezones en su boca, para después chuparlo, hasta dejarlo erecto.

—Y yo a ti, Alex,lo juro- dije en un gemido.

Alex entró en mi y yo me removí ante lo bien que se sintió eso, mi espalda se despegó del colchón y me sujete de Alex, lo quería cerca, más de lo posible.

—Abre los ojos, Amber,por favor- Alex suspiró junto a mi mejilla. Hice un esfuerzo e hice lo que me pidió, para encontrarme con sus hermosos ojos, que me miran con un amor que nadie antes me había demostrado. Pegó su frente a la mía y empezó a moverse con ritmo, mis movimientos se sincronizaron con los suyos, creando el momento perfecto.

—Mi Amber- suspiró antes de morder mi labio inferior.
Suya, totalmente suya.

—Mi Alex.