Narra Alex: Que mes de mierda...
No sé ya que más hacer, parezco un loco, estoy a un paso de que me pongan camisa de fuerza.
Ha sido el mes más productivo y triste de mi vida.
He tratado de mantener mi cabeza ocupada, he estudiado más que nunca, he leído, dios, he leído mucho, me he convertido en un devorador de libros electrónicos, he guardado libros que ni siquiera se de qué tratan, pero los leeré en algún momento. He hecho mucho ejercicio, no he faltado ni a un entrenamiento del equipo de fútbol y he empezado a usar el gimnasio, pero nada de eso evita que piense en Amber.No entiendo cómo estoy tan perdido por ella, ha sido corto, solo han sido cuatro meses.
Cuatro meses y seis años de un amor de escuela.Aún así, me ha costado mucho mantener mi distancia con ella, porque la veo todos los días y se supone que eso tiene que ir haciéndose más fácil, que cada vez la necesitaré menos o que deseare menos estar a su lado, pero está siendo al revés, ya que cada vez la quiero más, cada vez la amo más y es triste haberme dado cuenta de esto ahora que la perdí, pero lo que es aún más triste, es extrañar aquellas cosas que nunca pasaron, porque imagino constantemente todas las buenas cosas que podríamos haber hecho si ella me hubiese dado una segunda oportunidad o si yo hubiese sido sincero un poco antes.
Mi espalda sintió una presión, mi nuevo amigo, Bonito, estaba encima de mí. He adoptado un gato, así no estaría tan solo y ha funcionado, ya que es el gato más dulce que he visto.
—¿Qué pasa, Bonito? ¿Tienes hambre?—pregunté tomándolo en mi mano, para después llevarlo hacia la cocina, tomé su plato y lo llene de comida para gatos, la cual el empezó a comer gustoso.
Acaricié su lomo, mientras lo sentía ronronear, algo que me daba mucha ternura y no pude evitar sonreír.
Creo que ha sido buena idea adoptarlo, ya que me gusta cuidar de él y además eso me distrae, lo que me hace pensar que hubiese sido hermoso que me hubiesen dejado tener una mascota cuando era niño.Mi celular empezó a sonar en alguna parte del pequeño departamento, así que me puse a buscarlo, hasta encontrarlo en el baño.
—¿Si?— respondí con voz ronca, la cual delató que hace tres horas que estoy dormido y acabo de despertar.
—Si me dieran dinero por cada hora sus duermes sería rico a estás alturas—dijo Leo al otro lado de la línea.
Leo me ha estado llamando muchas veces estos últimos días, es casi como si yo fuese él gato que él adoptó y se quiere asegurar de que estoy bien a toda hora. Max directamente viene hacia aquí, se queda jugando a las cartas un rato y se asegura de que estoy comiendo bien. A veces creo que son algo exagerados, pero por otro lado, se los agradezco, me demuestran que mi bienestar les importa y me demuestran que son amigos de verdad.
—Sí, sí ¿Qué necesitas?—pregunté yendo a mi cama para tirarme sobre esta.
Aún estaba algo dormido, pero repasé mentalmente las cosas que debía hacer ahora que había despertado, pero realmente no tengo nada pendiente y eso empieza a hacerse molesto.
—Quiero estar seguro de tu presencia en mi cumpleaños— Leo dijo, antes de soltar una risita.
No se de que se está riendo, pero me alegra que al menos él no pierda su humor ante los tiempos amargos que estamos pasando.
—Ya te dije que iba a ir... todas las veces que que me has llamado para preguntar— respondí mirando al techo.
—No se contigo,Alex,has estado tan depresivo que ya ni sales de tu departamento,me preocupa- dijo Leo.
Eso me recuerda,tengo cita con el psiquiatra en unos días,mientras hablaba con Leo,fui a buscar el papel que asegura mi fecha.
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Amber (|) [editando]
Teen FictionAmber y Alex se conocen desde que tenían doce años, pero por cuestiones de la vida, dejaron de ser amigos, hasta que una noche de viernes coinciden en una fiesta donde ambos se verán involucrados en un estúpido y nocivo juego que pronto dará sus con...