Shane Foster || El sexy mujeriego ©

5: Si, lloramos por Jack.

(Editado)

Shane Foster:

Decidimos ir a casa de Connor a pasar las tres horas de clases que —gracias al experimento de química que salió mal— suspendieron. En fin, quien quiera que hiciera eso de crear un gas venenoso en el laboratorio, tiene mi respeto. Sam nos mando un mensaje al grupo informando todo, algo que me pareció innecesario porque ella ya me lo había explicado y yo se los explicaría a los muchachos, pero bueh.

Vamos todos en camino, menos Sabrina, le ofrecimos que nos acompañara pero se excuso diciendo que debía ayudar a su mamá con muchas cosas y aprovecharía ese tiempo. En el team los únicos que no tenían auto eran Sam y Caleb, Owen no llevó su auto hoy porque el muy flojo olvido echarle gasolina y Cameron tenía el suyo en el taller, así que nos dividimos. Los gemelos se fueron en el suyo junto a Caleb y Sam —que pasaron buscando por su casa— Owen por supuesto se fue conmigo junto con Cameron, por otro lado Ethan dijo que nos alcanzaría al rato, como vivía al lado de Connor, no era problema.

—Oye Camarón, te veo muy emocionado con Sabrina —digo mientras conduzco—. ¿Te gusta?

—Claro que le gusta —responde Owen riendo.

Observo por el espejo a Cameron quien sonríe como idiota —Para qué negarlo... sí, ella me gusta.

Bien, yo quería follarme a la vecina, pero si le gusta a mi amigo es toda suya. No lo perderé por una simple mujer cuando en el mundo hay de sobra.

Owen suelta un silbido —Camarón caído, repito, camarón caído

Los tres reímos ante sus palabras.

—Basta estoy manejando —los regaño limpiándome una lágrima falsa.

No tardamos en llegar, visualizo el auto de los gemelos en frente de la casa de Connor y me estaciono atrás. Bajamos y cierro con llave, nos dirigimos a la puerta pero cuando nos disponíamos a tocar esta se abre, mostrando a un Connor sonriente.

—Adelante, siéntanse como en su casa.

Pasamos, luego nos dirigimos a la sala de estar, donde se encontraban los demás. Ya habíamos estado en casa de Connor antes, muchas veces nos reuníamos o hacíamos pequeñas fiestas de celebración después de cada partido aquí.

Vive solo con su hermana y a veces los visita su tía. Connor tiene 28 años ya es un poco mayor, no es que sea muy maduró, pero cuando se lo propone es muy responsable. Lo más extraño de todo es que Ivie maniática Jackson —si, así le diré de ahora en adelante— nunca aparecía cuando estábamos en su propia casa, en nuestros días de visita a Connor, ella simplemente se encerraba en su habitación. No es que la necesitemos para pasarla bien, pero para mí antes, si era algo muy extraño. Ahora no me sorprende, porque ella es una gruñona.

—Bien, ahora necesito ayuda con la carne y preparación de las hamburguesas —explica Connor entusiasmado.

Era genial pasar tiempo así con él. En los entrenamientos era otro, un Connor estricto y disciplinado.

—Yo puedo con la carne —dice Hudson, es el mejor preparando carne.

—Haré las hamburguesas, ya está solucionado —expresa Sam frotando sus manos, siempre lo hace cuando se emociona.

—Perfecto, los demás ayuden con las sillas, esperare a que llegue Ethan con Ivie.

Si... Todo era demasiado bueno para ser verdad, tenía que haber un fallo por supuesto.

—Hey, ¿y los refrescos? —pregunta Cameron—. Bueno, mis refrescos—Enfatiza—. No sé si ustedes van tomar alcohol.

—Sí que lo sabes camarón —le digo, sonriendo.