Shane Foster || El sexy mujeriego ©

54: Intento ser un niño bueno

Shane Foster:

Refunfuñando voy hasta la puerta y la abro, con ganas de insultar a la persona que me ha interrumpido, sin embargo me encuentro no con una, si no con tres.

-¡Hola hermanazo! -los gemelos me saludan con una sonrisa, más atrás aparece Cameron.

-¡Hey, hey, hey...! A que nos extrañaste todo el fin de semana.

Me quedo estático, viendo como ingresan al departamento. Uhg, maldición. Tomo una inspiración profunda y los alcanzo. Me planto frente a ellos, los tres que antes ingresaron con unas grandes sonrisas, ahora se muestran confundidos al ver mi semblante serio. Se detienen de inmediato.

-Mmm... chicos es mal momento justo ahora -comienzo-. Resulta que tengo visitas y...

Hunter resopla restándole importancia con un gesto de mano -Sereno hombre, quien quiera que sea tu conquista ahora no nos incomoda. De hecho si quieres yo luego me largo, pero necesito un vaso de agua ahora mismo. Mi garganta está seca de tanto gritar con Hudson.

El mencionado suelta una carcajada que no comprendo del todo. Observo a Cameron quien me mira enarcando una ceja y con ojos entrecerrados. Me giro hacia Hunter sin embargo es muy tarde cuando se encamina a la cocina.

Suelto una palabrota por lo bajo y me apresuro a seguirlo. Al llegar a su lado, lo encuentro muy quito con su vista en Ivie y viceversa. Sin embargo la pelinegra solo parece fastidiada, mientras mastica su desayuno.

-¿Esto es una alucinación...? -inquiere pestañeando.

-¡Oye Shane! A que no adivinas a quien le...

Hudson se detiene a mi lado, su ceño se frunce al ver a Ivie y luego nos detalla a nosotros. Su atención se vuelve a posar en mi pequeña, ella bebe de su tasa como si frente a ella no estuviera pasando una situación.

-¿Qué mierda? ¿Otra vez me drogaste Hunter?

Cameron se hace un lugar, apartándonos para ingresar a la cocina, mientras yo solo puedo maquinar que decir o mejor dicho, que excusa inventar. La mirada del castaño, se posa en Ivie por unos segundos para luego evaluarme a mí. Perezosamente nos regala una amplia sonrisa y eso solo hace que mi incredulidad incremente.

-¡Ya sabía yo! ¡Llamare a Sabrina!

Cameron da un par de brincos riendo. Mientras que los gemelos comparten una mirada que muestra entre extrañeza, asombro e incredulidad.

-Wow, wow... wow -gesticulan al unísono haciendo gestos con sus manos para que este se calme un poco.

Hudson se acerca más al castaño.

-Espérame un momento, ¿es que ustedes...? -no termina la frase pero dijere su mirada sugerente a Ivie y a mí.

-¡Por la santísima mierda! ¡Claro! -las exclamaciones de Hunter nos hacen prestarles atención. Ivie se levanta con sus trastes y se dirige al lavaplatos-. ¡Ella la chica especial! ¡La que ocasiona sentimientos de los que tiene miedo! ¿Si, recuerdas? -interroga en dirección a su hermano.

El susodicho parece captar el mensaje de inmediato, porque en su rostro se muestra la clara señal de comprensión, asiente frenéticamente y esboza una sonrisa ladeada.

-Uh, muy escondidito que lo tenían, eh...

-Como sea, yo necesito hacer una llamada.

Cameron se larga a la sala dejándonos solos. Yo recorro la estancia, deteniéndome en la maniática, ella seca sus manos y se cruza de brazos. Los gemelos la evalúan con diversión en sus rostros, mas ella les dedica una seria mirada que los hace reprimirse un poco. Sé que quieren soltar sus tan típicas bromas y comentarios, pero se contienen.